Gracias Franz.

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Capitulo 5

Ya pasaron 7 dias desde que llegue a este lugar abandonado por dios y no a pasado mucho, mas que yo dejando de temerle un poco a Franz, sigo bloqueando la puerta de mi habitacion con llave, pero luego de eso todo es normal como eso sea posible, en este momento es la hora del "desayuno", Franz come una de esas barras horribles de avena con pasas, las cuales opte por cambiarle todas las de mi racion a cambio de las de trigo.

Comemos en silencio, sentados en el comedor redondo, el en un lado y yo del otro, yo siempre observo la ventana o contando las lineas del papel tapiz para matar el aburrimiento, Franz termina por lo que se levanta de la mesa y camina hacia la cocina.

Mis ojos lo siguen y se detienen en la puerta de la cocina, desde que llegue no e salido en absoluto, y creo Franz tampoco, al menos no que yo sepa, muchas veces opto por encerrarme en mi habitacion a hundirme en mi miseria que pierdo de vista por completo a Franz, no es como que lo vigile o algo solo que e notado que vaja de vez en cuando al sotano o camina de un lado al otro sin rumbo, pero lo que siempre hace es sentarse en el sofa y pasar horas mirando la ventana.

A veces pienso, si su cabeza estara igual de perdida que la mia, desde hace un tiempo no e escuchado una palabra de el, es como si se hubiera rendido, igual yo, da igua lo que digamos mas aya de nuestros nombres es imposible hacernos entender.

No hacemos mas que señas simples y sonidos al golpear una de las puertas o superficies, estar aqui es de locos, una vez en la noche me dio una crisis por pensar en olvidar hablar, claro que es estúpido pero colapse por 3 horas.

Aparte de mi poca cordura Franz no ayuda, siempre parece pensar en algo mas aya que la supervivencia misma, como si tramara algo, eso me asusta.

Quiza solo sea mi paranoia a punto de llevarme a la locura pero estar en este lugar me abruma, la rutina de siempre de solo dejar pasar el tiempo muerto.

Hoy es diferente a lo monótono de siempre, volvemos a lo mismo, Franz camina de un lado al otro de la habitacion, como dudando, se a asomado un par de veces por la puerta de la cocina, y luego regresando a lo mismo.

Me limito a seguirlo con los ojos, se que me a mirado un par de veces y luego negado con la cabeza, ¿que carajos trama?.

Al final a tomado una decisión, camina hasta la cocina e inclinando la cabeza hacia la puerta, esa señal es de que lo siga, sin mucho animo lo sigo hasta la puerta de la cocina.

Duda una ultima vez y gira la perilla de la puerta, despues de tantos dias sin salir, vuelvo a sentir la fresca brisa de fuera, respiro hondo llenando mis pulmones de aire fresco y el agradable aroma de la tierra mojada por la lluvia, asi como el aroma a bosque que desprenden los arboles que nos rodean.

- ¿que hacemos afuera? - lanzo una pregunta sin esperar una respuesta, Franz parece alerta buscando cualquier amenaza de donde sea que su vista alcance, su estado de alerta aumenta al escuchar una rama crujir de algun lado, a lo que giramos de inmediato pero solo es algun animal del bosque rondando por ahi.

Franz suspira aliviado, y comienza a caminar, yo sigo su rastro de huellas enlodadas en el suelo.

llegamos al granero de el lugar, ya habia comentado que ¿esto parece ser una vieja granja familiar?, Franz empuja la gran puerta de madera y yo entro primero.

Dentro no hay mucho, mas que heno podrido por la humedad y cachivaches oxidados, apesta a humedad como a ropa mojada que a sido abandonada, no hay animales que era lo que esperaba encontrar por alguna razón,  eso si no incluimos a las ratas que huyen por nuestra presencia escondiéndose.

E dado vueltas por el lugar, no se que buscamos aqui, a menos que franz desee rata ala parrilla para cenar no se lo que busca exactamente, me limito a seguir en lo mio.

Me distraigo observando el techo del lugar, sigue intacto a pesar de los recientes bombardeos, algunas goteras y tablas caidas que filtran el frio, una corriente de aire recorre mi cuerpo haciendo que me  estremezca, mierda, no habia notado lo frio que era este lugar, bajo las mangas dela camisa de cuadros que uso, pero la delgada tela no es lo suficiente para resguardarme del frio.

Al menos tengo suerte que mis botas militares no filtren el agua encharcada de lo contrario tendre un problema.

Escucho la voz de Franz en la puerta del granero, es señal de irnos, lo veo frustrado por algo, pero no logro descifrar por completo lo que siente, mantiene una cara algo relajada, pero sus hombros estan tensos, y su mirada refleja algo nuevo a la mueca de siempre, es mas como si un aire de decepción emana de el, sea lo que sea tengo que salir de aqui.

Volvemos a entrar a la casa, comienzo a odiar cada rincon de ella, el frio es menor dentro que fuera, pero no quita que el aire se cuele por las ventanas rotas, me dejo caer en el sofa envolviendo mi torso con los brazos, el sol se esta ocultado y las espesas nubes grises adornan el cielo repletas de lluvia que durara toda la noche.

Me dejo caer un poco en el respaldo del sofa polvoriento, y de nuevo una vez solo, el frio y la soledad atormentan mi mente, llenando mi cabeza de recuerdos y pensamientos que solo me abruma, cada recuerdo cada decisión que pasa como si fuera una pelicula es como una aguja que se clava en mi pecho, ahogando mis pulmones y formando un nudo en mi garganta, cuando lo noto mi vista es borrosa y cristalina que de la nada se aclara al dejar caer las primeras lagrimas, ya ni siguiera tengo animos para llorar pero solo nace de mi pecho el querer lamentarse por cada mierda que pasa en mi vida.

Paso asi lo que parece ser una eternidad, ni siquiera tengo interes por saber donde carajo esta Franz o lo que este tramando, es como si el tiempo se hiciera mas lento, que solo escucho como mis lagrimas se mezclan con el goteo de la lluvia caer.

Debería ir a la cama y hundirme en mi miseria en otro lado, pero mi cuerpo no responde, la extraña posicion de mi cuerpo asi como el frio que cala mis huesos me hace imposible levantarme, la pesadez en mis ojos es señal  de que ni siquiera intente levantarme, mi vista se desvanece y quedo inconsciente ante el sueño.

A la mañana siguiente me despierto con la pesadez de siempre, bien es momento de arrepentirme por quedarme dormido en el sofa de la fria sala, estoy a punto de  reprocharme cuando siento algo pesado cubriendo mi cuerpo.

Una de las calidas colchas esta sobre mi, a pesar de tener la nariz fria por la intemperie, mi cuerpo se siente bien por el calor que resguarda bajo la gruesa colcha.

Mi mente lo procesa un rato, como fue que llego la colcha aqui, acaso... ¿acaso fue Franz?, es mas que obvio que el es la unica persona en este lugar abandonado por dios capaz de hacer eso, pero ¿por que lo haria?.

Como sea veo al responsable de evitar mi posible hipotermia desayunando tranquilamente en el comedor, debería hacer lo mismo pero en su lugar prefiero hundirme en el calor de la colcha y seguir durmiendo.

Como sea...

Gracias Franz.

Ni aunque grites te entendereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora