Capitulo 12: #TeamDahleen

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POV' Kathleen:
Cerré mi casillero fuertemente, casi que lanzándolo; todos voltearon a verme
–¿Pendiente de un chisme?–digo mientras me pongo los audífonos.
Estaba molesta por que hace rato un chico me golpeo el brazo y no lo puedo mover, sé que no es culpa de más nadie, pero suelo pagar la rabia con las personas que no me han hecho nada, sé que está mal pero así soy yo y no lo puedo cambiar.
Todavía faltaban 15 minutos exactos para comenzar la clase así que me fui para el patio, el gigante patio y me puse a cantar un rato, estaba aburrida y cantar me entretenía, sentí un leve golpe de un papel que lanzaron a mi cabeza, lo abrí y decía "CALLATE", voltee para fijarme en quien lo había hecho y vi a un chico que se me hacía muy familiar, sé que en algún lado lo había visto pero no recuerdo en donde, me pare y camine como si me fuera de ese lugar pero en dirección donde se encontraba el, me hice la loca y justo cuando abrió la boca para hablar, se lo metí el papel que me lanzo por la boca para que fuera serio, el chico que fastidia Sherley está ahí, había una chica de melena amarrilla y larga supongo que es su novia por que la tenia de la mano y habían 3 chicos más, no los detalle porque todo sucedió en cuestión de segundos.
–Yo me callo cuando tu termines de madurar–mire mi reloj–ósea nunca.
Me fui caminando lo más natural que podía, para que no pensara que tenía miedo a lo que me digiera, cuando por fin entro a los pasillos comienzo a caminar rápido, volteo y el chico se estaba sacando pedacitos de papel de la boca, ya que yo lo había hecho trozos antes de hacer que se lo comiera.
Entre de inmediato al salón pero seguían faltando minutos para comenzar la clase; me senté a esperar y en ese instante entro el chico al salón, lo ignore porque había entrado solo, ni la chica ni los chicos que estaban con él, a los minutos entro el otro muchacho, el que fastidia a Sherley, lo que faltaba era que entrara el combo completo por la puerta.
Después de unos buenos minutos, mire al chico y estaba saboteando; estaba rayando la pizarra y escribiendo muchas groserías, escribía tantas que estaba que le echaba cloro y desinfectante en la boca a ver si la limpiaba, era muy vulgar, si lo que escribía lo decía, no me quiero imaginas más.
—Si eso escribes no me quiero imaginar que es lo que dices.–digo en un tono lo suficiente alto como para que el, me escuchara.
–La niña buena de la clase no está contenta el día de hoy.–me dice dándome la espalda por seguir escribiendo.
–¡Ja! ¿Niña buena? Por favor, no necesito ser niña buena para darme cuenta de lo feo que hablas.
–¿No eres una niña buena? Entonces párate acá y escribe algo en la pizarra.- me dice retándome.
–No, gracias.–le digo volviéndome a poner los audífonos.
–Entonces mejor cállate.–me ordena
¿Qué le sucede? Este tipo como que quiere problema o no sé, es muy creído, hasta que no llegue uno y le dé su paradón no se quedara quieto, pensé mientras me levantaba de mi puesto. Al llegar donde él, le toque el hombre con el índice fuertemente.
–¿Qué fue lo que dijiste?.—le digo muy molesta.
–¿Estas sorda?–me pregunta
–No.–le arrebato el marcador de la mano y escribo muy grande, "Imbécil", no soy de decir palabras fuertes.
–¡Uy! ¡Pero que malota!.- me dice quitándome el marcador de la misma manera que yo a él.
Sé que me veo tonta parada aquí y sobre todo escribiendo esto, ¿cómo fui tan estúpida para pararme acá y competir con el rey de las vulgaridades? Leí lo que escribía, pero antes de que terminara de escribir, le quite el marcador y raye lo que estaba por terminar de escribir. No sé como pero volvió a quitarme el marcador y sin pensarlo dos veces me rayo la cara.
Este hijo de puta; ¿Cómo me va a rayar la cara? Todos se estaban riendo, agarre mi pintura de labio que traía en el bolsillo y también lo raye, tenía la cara roja no solo de la molestia si no de la pintura de labio que le había echado, me reí porque absolutamente toda la cara la tenía llena de pintura.
–¡Te pasastess!.—me grita
–¿Perdón? ¿Quién fue el que comenzó todo?.—le digo en el mismo tono que le me lo dijo a mí.
En ese instante llego la profesora y vio el desastre que habíamos hecho, todo el salón quedo en silencio y enseguida me fui a sentar; no podía ir al baño a quitarme el marcador de la cara porque la profesora no me dejaría hasta que saliéramos de clase; espere impacientemente pero antes de salir la profesora informo que había un trabajo en parejas y ella los asignaría. Comenzó a decir los nombres de las parejas de trabajos.
—Kathleen y Daniel.–dice mirándome con una ceja alzada.
–¿Daniel? ¿Quién es ese?.–digo desconcentrada
–¡Soy yo!.–escucho la voz de atrás.
Cuando voltee lo primero que vi fue una cara llena de pintura.
–¿Con el?.–digo frunciendo el ceño y mirando a la profesora.
–Bueno, ¿no se juntaron para ensuciarse los dos? Entonces júntense para trabajar.
–Profe pero..–fui interrumpida por ella.
–Pero nada, trabajas con Daniel y punto.–me dice con carácter.
Me di por vencida y voltee para verlo, su mirada me  decía algo así como que "!Ganee!". Me pare del puesto y enseguida Salí del salón, más atrás salieron todos, estaba a punto de entrar en el baño y Daniel se me atravesó.
–¿Te quitas?.–le digo esperanzada de que lo hiciera.
–¿Y si no quiero? ¿Me vas a volver a rayar?.–me dice señalando su rostro en vista de que no se había quitado la pintura.
Sonreí y lo empuje, entre en el baño rápidamente antes de que se le ocurriera la brillante idea de sacarme de ahí. Es muy inmaduro, provoca meterle un ladrillo por la cabeza con la intención de matarlo. Me digo mientras me limpio. Cuando ya estaba como si nada fuera pasado Salí del baño y a mi casillero para guardar los cuadernos y buscar el libro de Matematica; cuando llegue abrí el casillero hice todo lo que tenía que hacer y justo cuando lo cerré tenía a Daniel detrás de la puerta del casillero.
–Me das miedo ¿Sabes?.–le digo para irme.
–¿Cuándo nos reunimos?.–me pregunta caminando a mi lado.
–¿No te das cuenta de lo que está pasando verdad? No voy a trabajar contigo.–le digo dirigiéndome al comedor.
–A mí me da igual de que no quieras trabajar conmigo, yo no voy a perder puntos por ti.–me dice guiñándome el ojo.
–Quien te oye piensa que eres un niño muy estudioso–le digo sarcásticamente.
–Lo soy.–contraataca con sarcasmo.
–¡Ja! Me alegro–Respondo.
–¿Entonces? Dime ¿cuándo y en dónde?.–me pregunta
–Que no voy a trabajar contigo te estoy diciendo–me paro para que vea que no estoy bromeando.
–¡Ay por favor! ¿Quién no va a querer trabajar conmigo?.–me dice señalándose.
–¡Yo!.–alzo mi mano.
Al hacerlo, bajo rápidamente con su mano la mía, en cuestión de segundos tomo mi mano y me arrastro hasta la habitación de los que limpian, cerró la puerta y prendió la luz, me quede impactada por su rapidez y agilidad.
–¿Qué te pasa? Ábreme la puerta.–le digo señalando la puerta
–¡No!- me dice recostándome en la pared.
Tenía mucha fuerza para hacer que no me soltara o escapará de sus brazos, su respiración estaba agitada, obviamente me sentía nerviosa, ningún chico me había hecho eso en esta secundaria, agache mi cabeza por si intentaba robarme un beso o algo así, sé que su intención era besarme  para utilizarme y que yo hiciera sus tarea, por eso no me derretí ante él, debo admitirlo es muy lindo pero a la misma vez es del asco.
–¿Estas falta de sexo?–le pregunto.
–No, no me hace falta, cuando quiero lo hago.–me dice soltándome
–Ah que bueno ¿y  cuál era la función de encerrarme aquí? Si se puede saber–le pregunto.

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