–¿Estás loco? ¿Crees que te llevare?–le pregunto un poco nerviosa.
¿Quién sabe si el chico es un asesino o un ladrón? No lo conozco.
–Por favor–dice con una voz muy débil.
Me voy arrepentir de hacer esto.
Lo ayude para que se levantara como pude y entro en el asiento del copiloto y solo tocaba su abdomen.
Entre en el auto y conducía rumbo a mi hogar.
Sinceramente estoy nerviosa, llevo a alguien herido en mi auto, alguien que no conozco, alguien que no sé porqué esta así.
Llegamos y por suerte mi mamá no está en casa, debe estar trabajando.
Enseguida nos dirigimos al baño y en se sentó en el inodoro, con las manos un poco temblorosas logre agarrar el botiquín de primeros auxilios que tiene mi madre, lo abrí y tome lo que necesitaba, ninguno dijo nada yo solo me dedique a limpiar sus heridas en su rostro, sin tanta sangre se ve muy lindo, su rostro no está nada mal después de curarlo.
A pesar de haberle curado el rostro note que seguía teniendo su mano en su abdomen, me tiene nerviosa porque no sé qué tiene su pansa, rápidamente le quite la mano y tenía un parche de sangre.
–Pareces una fuente roja.–le digo y sus labios se curvan en una pequeña sonrisa.
Dios mío pero qué lindo es.
Respondo su sonrisa con otra sonrisa pero esta vez mía.
Tome su camisa y comencé a subirla, él no se resistió así que seguí subiendo la camisa hasta quitársela.
Logre ver la razón de la sangre y era una cortada muy larga pero no era profunda así que de la nada salió un suspiro de mí parte.
Tome un algodón y limpie la herida, el solo ponía gesto que me hacían entender que le dolía.
Al terminar de curarlo tome una cura para ponerla en la cortada pero el detuvo mis manos.
—Gracias–me dice como puede.
–Tranquilo.
–No en serio, eres la primera chica que veo que lleva a un desconocido a su casa para sanarlo.
–No eres un completo desconocido por que te he visto en la secundaria y sé que estas en el equipo de futbol, recuerdo que fuiste portero en la prueba.
–Si, pero no sabes exactamente quién soy.
–De igual manera me debes una explicación.
Su silencio me impulso para seguir lo que estaba haciendo, esta vez tome una venda porque sabía que la cura se le caería. Mientras lo vendaba esperaba que el hablara pero nunca lo hizo.
–No creo que sea buena idea volver a ponerte esa camisa.–le digo ya que está llena de sangre.
–No tengo más camisas aquí.
–Espera aquí.
Fui hacia mi cuarto y tome un suéter que tengo, es totalmente negro, solo lo uso cuando hace frio porque me queda grande; quizás a él si le quede.
Baje nuevamente y el seguía donde lo deje.
–Toma–extendí mi mano con el suéter.
–Gracias.
–¿Ahora si me dirás que te paso?–le pregunto esperanzada
–Pensé que habías entendido mi silencio.
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The Feeling
Teen FictionPasión, desamor, amores no correspondidos, tristeza, felicidad, enojo, pensamientos, rencor, odio, envidia, orgullos, celos... Son sentimientos encontrados. El corazón actúa por razones que la razón nunca entenderá. Si quieren ver los personajes de...