Non-standard.

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Kojima, una ciudad japonesa sin mucha fama o renombre. Es difícil encontrar algo más allá de lo cotidiano. Las mismas calles llenas de gente, con los mismos bares llenos de las personas cotidianas. En una ciudad así, ¿Quién podría imaginarse que él estaba ahí?.


-Te lo digo enserio Yoko, ¡hay un extranjero buenísimo!. -Una mujer había hablado.

-No lo sé Tsumei, los extranjeros suelen tener gustos raros y hasta son algo extravagantes... -La mujer sostenía un paraguas en su mano, aunque no parecía que llovería.- Ellos suelen ser extraños.

-Vamos Yoko, ¡no has tenido diversión en demasiado tiempo!. O dime, ¿recuerdas cuándo fue que lo hiciste por última vez?. -Tsumei le dio leves codazos a Yoko, teniendo una cara pícara al momento de bromear con su amiga.

-¡Oye, eso no se pregunta!. -Yoko estaba roja por la vergüenza, pero parecía estar dudosa ante la propuesta de su amiga. -¿Tal vez hace más de 4 años?.

-Entonces, ¡¿Qué hacemos perdiendo el tiempo aquí?!. -Tsumei agarró a Yoko del brazo, empezando a caminar junto a ella, rumbo a un pequeño edificio de dos pisos con la palabra "Winky Bar".

El edificio Winky Bar está ubicado en una de las partes menos transitadas de la ciudad. Cerca de algunos departamentos centrales de Kojima. Tiene un letrero viejo y desgastado, con ciertas partes de la pintura caída y cascareada, denotando que ha pasado un largo tiempo desde que aquél cartel fue pintado sobre la madera que lo sostiene.

Tras llegar al bar, el dúo de Yoko y Tsumei, estaban frente al bar tender, quien tenía una cara amable al recibir a las mujeres.

-Bien señoritas, ¿En qué puedo servirles?.

-Bueno, mi amiga está algo estresada... Me preguntaba si, ¿sabe de algún método para quitarle el estrés?. -Tsumei dijo al bar tender, quien sonrió y cerró los ojos.

-Entiendo perfectamente su solicitud... En el segundo piso, al fondo del pasillo y con el número 69. Entre ahí y será desestresada por nuestro encargado. -El bar tender se alejó del dúo, acercándose a atender a un hombre borracho.

-Bien Yoko, ya lo oíste. Ve ahí y me vas a entender. -Tsumei le dió un leve empujoncito a Yoko, quien estaba algo nerviosa.

Tsumei subió las escaleras, empezando a seguir las indicaciones que le había dado el bar tender previamente. Cuando llegó frente a la puerta de la habitación 69, Yoko se sonrojó un poco. Estaba nerviosa, con algo de ansiedad e intriga. ¿Era este extranjero tal y cómo su amiga lo describió?.

Yoko confiaba en su amiga, pues ella solía tener un gusto peculiar con los hombres. Pero, ¿y si su amiga solamente se dejó llevar por la idea de un extranjero? ¿y si no resultaba ser la gran cosa? ¿y si le daba pánico y al final no podía hacerlo?. Habían pasado 4 años desde la última vez que lo había hecho con alguien, y al ser un japonés, no era la gran cosa para ella.

Ella había visto muchos de esos videos en secreto, especialmente de actores extranjeros. ¿Y qué pasaba si él era como uno de ellos? ¿Ella podría con algo de tal tamaño y grosor?.

Yoko empezaba a ser consumida por las ideas que vagaban por su mente. Oficinista, de 29 años, con un cuerpo estándar y con el hábito del sobre pensamiento. Ella siempre solía ser la más relajada de sus amigas. Era todo lo contrario a Tsumei, quién era bastante coqueta y atrevida, pudiendo conseguir a muchos de los hombres que ella tuviera planeado conquistar.

Aunque Yoko era tímida, en el fondo, veía muchos de los videos porno que vagaban en el internet. Sí, estaba consciente de que era muy improbable encontrar a alguien de tal calibre, pues es Asia, y los japoneses son todo lo contrario a los habitantes del Congo, o países de latinoamérica, como Colombia, Venezuela o Ecuador. Diablos, se había aprendido hasta la medida promedio de aquellos países, no cabía duda de que era una total pervertida en el fondo de su mente.

A demon in Kuoh (Highschool DxD Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora