Tras un terremoto que sacude todo el territorio mexicano se descubre que las fronteras conocidas han desaparecido, ahora en este nuevo y extraño mundo la nacion tendra que afrontar todos los desafios que se le lancen en un mundo en donde la magia, s...
A tempranas horas de la maya desde una de las ventanas podemos observar como el rey Andodrah miraba con un rostro de asombro la ciudad que era el corazón de la nación y con ello apreciaría aún más la gran belleza de la ciudad que no pudo apreciar el y el resto de los reyes al llegar
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Por donde mirase gigantescas estructuras se alzaban imponentes sin dificultad y en una gran cantidad de estas. Aun desde la altura se podía escuchar cómo la gente poco a poco comenzaba a despertarse y con ello las actividades diarias de dichos ciudadanos quienes empezaban a trabajar. La vista que tenía fácilmente eclipsaba su nació o la del resto de aliados quienes simplemente no tenían nada que pudiera rivalizar con tal espectáculo
-Un regalo para la vista no es así
-Delilath – viendo a la reina entrando a su cuarto – veo que ya te despertaste, bueno ciertamente tienes razón una gran vista
-Bueno la emoción de conocer esta nueva nación me hizo madrugar
-Ciertamente, solo míralo – señalando la ciudad – este lugar simplemente no tiene rival
-Tienes razón, lo que estamos viendo es algo fuera de nuestro mundo
-Los demás ya se levantaron
-Aún falta Romfur ¿Por qué?
-No faltara mucho para que el ministro venga
-Bueno significa que estamos a nada de conocer al líder mexicano
-Viendo lo que tenemos aquí será mejor actuar respetuosos
-¿A qué te refieres?
-Ve lo que tienes delante de ti, si pueden construir eso no me quiero imaginar de lo que su ejército podría hacer
-¿Por qué motivo? Hasta el momento han sido muy amables y pacíficos
-Las apariencias pueden engañar así que es mejor estar preparados
-Supongo que tienes razón
Con lo cual tras terminar de prepararse y reunirse con los otros reyes fue entonces que igual que el día anterior nuevamente una caravana sería la encargada de su seguridad. Poco a poco se adentraban dentro de la capital mientras se maravillaban con lo que había en esta y si creyeron que la ciudad san francisco era impresionante, tras ver la capital claramente quedaron abrumados.
Por donde mirasen maravillas tales como los rascacielos se alzaban imponentes para la vista de los reyes, la cantidad de personas que vivían en dicha ciudad era exorbitante. Los autos se apoderaban de las calles mientras se movían en todas direcciones mientras varios negocios eran vistos en todas partes
Fue entonces que tras viajar un buen rato finalmente estos llegarían a una gran plaza en la que resaltaba la una enorme bandera mientras cientos de personas caminaban en estas y que a su vez delante de esta un gran edificio se mostraba con gran elegancia para cualquiera que lo viera siendo este nada más y nada menos que el palacio nacional.
