Yo estaba muy tranquila en mi departamento, haciéndome la pedicura mientras veía una película y hablaba por teléfono con Meg.
-Me encanta diario de una pasión-decía ella-. El escritor debió ser un tipo muy sensible.
-Todos lo son, al igual que los músicos.
-Sí-suspiró-. Noah es tan guapo... Tienes suerte de conocer escritores.-Lo sé, me encanta trabajar en esto-sonreí-aunque los escritores no son para nada guapos, como Noah.
-¿Ni siquiera los jóvenes?
-¿Qué? Hmm, puede ser, pero los escritores jóvenes escriben sobre espiritismo y corrientes filosóficas y cosas así. Es un tema complicado.
Terminé de pintar mis uñas y estaba esperando a que se secaran cuando oigo el sonido del intercomunicador del edificio. ¿Qué querrá el conserje a esta hora?
-¿Qué es ese ruido?- preguntó Meg, aún estaba al teléfono.
-Me llama el conserje-dije, mientras me ponía de pie y caminaba hasta el aparato-. Espera un momento- apreté el botón- ¿Diga?
-Señorita, acá abajo hay un joven que quiere verla.
Que extraño. No podía ser Jake, el conserje conocía a Jake. De todas formas, Jake me hubiera llamado si pensara venir.-Hmm, ¿Cuál es el nombre del joven?-pregunté.
-Dice que no puede decirlo-bajó la voz-. Señorita, el joven usa una capucha y está evidentemente borracho. ¿Quiere que me deshaga de él?
Escuché otra voz decir algo.
-Dice que ahora mismo la está llamando-continuó el conserje.Miré mi teléfono, aún con la llamada de Meg pendiente. En la pantalla apareció «Llamada entrante: Ed Sheeran»
Casi se me cae el teléfono.-¿Señorita? ¿Sigue ahí?
-Si, dígale al joven que suba. No, no, mejor yo bajo. Espere un minuto.
-Meg, ¿sigues ahí?-pregunté mientras buscaba un suéter. Estaba usando mi pijama, que se componía de pantalones rosa con un diseño de jirafa y una camiseta con el estampado de la cara de Mickey Mouse. Muy maduro, pero no tenía tiempo de cambiarme.
-Si, estoy aquí, Clary. ¿Qué está pasando?-Te llamo cuando lo sepa, lo siento- contesté antes de cortar.
Me puse las pantuflas, rogando para que la pintura de uñas ya se hubiera secado. Busqué mis llaves y bajé al trote la escalera.
En el vestíbulo esperaba Ed, apoyado en el mesón del conserje. Parecía a punto de desmayarse.
Me acerqué a él y lo tomé del brazo.-Hola- hice una pausa-. ¿Te encuentras bien?-era obvio que no, y me sentí tonta haciendo la pregunta, pero no se me ocurrió otra cosa para decir.
El sacudió la cabeza e hizo ademán de caminar, pero estuvo a punto de caerse. Lo sostuve con fuerza.
-Vamos, subiremos en el ascensor-le di las gracias al conserje y caminé con Ed hasta el aparato.
-Me perdí-decía Ed-. No sabía cómo encontrar la calle. Y Athina estaba con otro...
-Si, eso está mal-no entendía de qué estaba hablando. Subimos al ascensor, él apoyado en mi. Tenía los ojos cerrados, parecía a punto de vomitar. Cuando llegamos al cuarto piso tenía las llaves de mi apartamento en la mano, lista para abrir la puerta.
Cuando entramos, me apresuré a sentar a Ed en un sillón. Apoyó la cabeza en el respaldo y cerró los ojos luego de mirarme y murmurar un «gracias».
Respiró hondo varias veces.
-¿Cuánto tomaste?-le pregunté.
-Eso no te incumbe-dijo.
-Claro que me incumbe. ¿Llegas borracho a mi casa, a punto de desmayarte y esperas que no me meta?
No respondió, sino que se limitó a quedarse tendido ahí.
Me puse de pie y caminé hacia la cocina. Había visto a Mike en una situación similar varias veces, y tenía el remedio en el refrigerador.Busqué una palangana grande, mucho papel de cocina, y mi remedio mágico. Vertí el contenido del paquete en un vaso y se lo llevé a Ed.
-Bebete esto, te sentirás mejor.
El recibió el vaso y dio un trago largo. Dos segundos después estaba haciendo arcadas, pero yo ya tenía la palangana preparada.
Nunca es muy agradable ver a alguien vomitar. Tampoco es agradable ser uno quien vomite, así que comprendí perfectamente el estado de ánimo de Ed cuando pudo hablar de nuevo y comenzó a echar palabrotas.
-¿Qué demonios era eso? Sabía a rayos.
-Suero-respondí.
-¿Qué?-se limpió los últimos restos de la barbilla e hizo una mueca.
-Suero. Agua con sal y azúcar. Es hidratante y asquerosa.
-Lo de asquerosa ya lo sé- hizo una pausa-. Gracias.
-No hay de que-me llevé las cosas sucias y le traje un cepillo de dientes nuevo.
-El baño está al fondo del pasillo-le indiqué. Me sonrió entre avergonzado y agradecido y se dirigió al baño.
Terminé de limpiar el pequeño desastre y preparé té.
-Gracias otra vez-volvió a decir Ed cuando lo tuve sentado a la mesa con una taza humeante y un plato de galletas de dieta frente a él.
-No es molestia, tu tranquilo-me serví un tazón con té y leche y me senté frente a él. Luego de un rato de verlo revolver su té con aire taciturno, me decidí a preguntarle:
-¿Quieres hablar de esto? Prometo no publicarlo en ningún sitio.Hizo un intento de sonrisa y sacudió la cabeza.
-Quizás más tarde-le dio un sorbo a su té.
-Entonces, ¿Una película?-lo veía tan abatido que sentía la necesidad de animarlo un poco. En ese momento recordé algo que había leído-. ¿Game of Thrones? Aún no veo la nueva temporada.
Le brillaron los ojos y asintió.
-Me gusta esa idea.Capítulo dedicado a la Isa, por motivarme a seguir escribiendo esto. Un abrazo y muchos jeans para ti, mujer.
Recuerden comentar y dejar una estrellita.
Gracias por leer n.n
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Photograph- Ed Sheeran
FanfictionFanfic de Ed Sheeran 100% Original. Clarissa Snowdrop es una joven que trabaja en un prestigioso periódico de Inglaterra, y por casualidades de la vida, un día entrevista al afamado cantautor Ed Sheeran. Luego de conocerse, se producen varios encuen...