PECADOR YOONMIN +18 [Traducción]

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Jimin es el tipo de chico que es desinteresado con aquellos que lo rodean. No importa la circunstancia, la persona o la situación, Jimin está ahí para aquellos que realmente lo necesitan. Para aquellos que verdaderamentenecesitan un amigo. Él no permite que la moral mundana se interponga en su naturaleza cariñosa.

Es por eso que cuando Yoongi se veía lo suficientemente enojado como para matar un oso, aquella mañana en el estudio bíblico y salió del aula furioso, Jimin decidió intentar ayudarlo. No sólo porque así era él, sino porque tenía una debilidad por el chico que no podía evitar.

Jimin salió del aula de su clase, bajo la excusa de que necesitaba ir al baño, y salió de la iglesia, buscando a Yoongi. Lo vio sentado sobre el pavimento del estacionamiento, fumando y mirando intensamente hacia el cielo. Jimin se inclinó y se acercó más a él para hablar.

"Hey, ¿estás bien, Yoongi?" Jimin pronunció con timidez, asustado por la reacción que fuera a tener el chico. Yoongi alzó la mirada con sorpresa y miró a Park Jimin viéndolo con preocupación.

Yoongi no era del tipo que mostraba sus emociones frente a las personas así que miró en otra dirección mientras le respondía. "Estoy bien."

"No te ves muy bien." Jimin dijo mientras se sentaba sobre el pavimento, a lado de Yoongi. "Las personas que están bien no suelen salir de un edificio hechos furia."

Yoongi lo miró con una mueca de irritación. "¿En serio me culpas por estar molesto? Eso dos putos idiotas metieron las narices en mis asuntos, que es exactamente en donde no pertenecen."

"No te culpo por estar molesto." Jimin dijo cuidadosamente, causando que Yoongi relajara la expresión en su rostro. "Pero sí pienso que manejaste la situación de manera equivocada. Las personas como ellos sólo van a
responder con más tonterías." Yoongi miró hacia el pavimento mientrasfrotaba contra él la parte encendida de su cigarrillo para guardarlo, luego se puso de pie de donde ambos estaban sentados.

"Escucha, gracias por el consejo, pero estoy bien. Puedo soportar sus críticas yo solo." Yoongi dijo mientras miraba hacia abajo donde estaba Jimin aún
sentado.

"Pero no tienes que soportarlo." Jimin miró al mayor con una sonrisa. "No me importa lo que pasó o por qué te enviaron lejos, si necesitas hablar con alguien, aquí estoy. Yo nunca voy a juzgarte."

Yoongi no sabía por qué, pero tuvo que darse la vuelta y alejarse caminando para esconder la enorme sonrisa en su rostro. Había algo en Jimin que lo hacía feliz a pesar de estar despierto tan temprano por la mañana en el
estacionamiento de una iglesia.

"Ven, regresemos antes de que te metas en un problema." Yoongi dijo, caminando en dirección a la puerta principal. Jimin suspiró y se puso de pie, caminando a paso lento detrás del mayor mientras ambos entraban a la iglesia de nuevo.

Jimin y sus padres estaban sentados a la mesa para comer en familia como lo hacían a diario. Jimin masticaba su arroz lentamente, pensando en la conversación que tuvo con Yoongi. Reflexionaba en cómo podría ayudar al
mayor a estar menos enojado. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su padre.

"¿Qué le pasó a el hijo de los Min hoy en el estudio bíblico, Jimin?" Su padre le preguntó. Las cosas en la iglesia se esparcían rápido, casi tan rápido como los rumores en la escuela. Sabía que todos estarían hablando de Yoongi.

"Jungkook y Taehyung fueron groseros, eso es todo." Jimin dijo mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

"Bueno, no puedo culparlos." La madre de Jimin intervino, causando que su hijo la mirara con una expresión que hacía obvio lo decepcionado que estaba.

"¿Por qué dices eso?" Jimin dijo con decepción, causando que su madre le frunciera el ceño."Porque el hijo de los Min no es normal como nosotros, Jimin. Lo enviaron lejos por una razón, lo sabes. Al chico le gustan otros chicos. No es natural." La madre de Jimin continuó hablando, logrando molestar a Jimin. Lo que sea que a Min Yoongi le gustara, era asunto suyo, ¿no es así? Él merecía respeto como cualquier otra persona, pensó Jimin.

Gracias al cielo, el padre de Jimin mejoró aquella conversación. "Cariño, no somos nadie para juzgar a ese chico. No importa lo que haya hecho, merece aceptación como cualquier otra persona." Esto hizo que Jimin sonriera un poquito. Su padre era verdaderamente un cristiano admirable. No odiaba ni prejuzgaba a nadie. Hacía a Jimin feliz saber que su padre pensaba que los gays eran como cualquier otra persona.

Porque Jimin conocía sus verdaderos sentimientos.

Y que su padre dijera esas cosas...

Hacía que se sintiera más seguro consigo mismo.

De repente, la madre de Jimin se levantó de la mesa con su plato entre las manos. "Veo que estamos en desacuerdo esta noche, una vez más. Me iré a la cama." Su madre dijo mientras llevaba el plato al fregadero y se dirigía luego a
su habitacion.

Los padres de Jimin a menudo discutían sobre las diferencias en sus creencias. Su madre no era tan comprensiva y era una cristiana más estricta que el padre de Jimin, quien era mucho más tolerante y comprensivo con aquellos que eran diferentes. Jimin tenía miedo de expresar su desacuerdo con su madre porque podría perder su respeto, haciendo que fuera mucho más difícil lidiar con su atracción por los chicos.

Era aquí donde Jimin entendía completamente a Min Yoongi.

Yoongi probablemente se sentía asqueado consigo mismo al ver que toda la gente que había amado y en quien había confiado, lo alejaron, todo porque no era igual que cualquier otro cristiano. Este era el mayor miedo de Jimin, y sabía la razón por la cual no podía contarle a sus padres cómo se sentía. Jimin nunca quería sentirse como Yoongi; no quería el rechazo de sus padres.

Jimin tomó su plato y lo llevó a la cocina para lavar los trastes. Después, regresó al comedor, donde se encontraba su padre. Lucía algo estresado mientras seguía sentado a la mesa, pensando en qué decirle a su esposa.

"Tienes razón, papá." Jimin dio palmaditas sobre el hombro de su padre, "Nadie debería sentirse aislado como Yoongi."

El padre de Jimin miró a su hijo y sonrió. "Hipotéticamente, si fueras tú, Jimin, no sé cómo podría perdonarme si te tratara de la manera en la que los Min tratan a su hijo, junto a todos los demás en la iglesia. Eres nuestro único hijo, por supuesto." Jimin sonrió de oreja a oreja. Admiraba demasiado a su padre.

Jimin regresó a su cuarto, para dormir después del largo día que había tenido. El padre de Jimin se quedó sentado, aún pensando sobre su familia. Más importante, pensando en Jimin. La razón por la que el señor Park se fastidiaba
tanto con la madre de Jimin, era simple. No era tan difícil descifrar a su hijo.Después de todo, Jimin nunca ha querido salir con chicas y ni siquiera tomaba en serio las indirectas de Jiwoo. Él sabía lo que pasaba, pero él seguía amando
y aceptando a su hijo, sólo quería lo mejor para él. Quería ser abierto sobre el tema con él y consolarlo. Era su único hijo. Como padre, sentía la necesidad de ayudar a su hijo. Su esposa nunca sabría sobre esto y probablemente creía
que su esposo pensaba de la misma forma que ella pero, en lo profundo, el señor Park era un hombre con una mente abierta.

El señor Park sabía que Jimin es gay.

Y lo amaba sin importar nada.