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Yoongi tenía problemas enfocándose en la iglesia. No sólo porque todo lo que decían era pura mierda sino porque, los hermosos y atractivos muslos de Jimin se hallaban a su lado, siendo apretados por aquellos jeans ajustados color caqui, que parecían ser dos tallas más chicos.

Jimin sonrió de manera juguetona, sabiendo exactamente lo que había hecho para que Yoongi se pusiera tan nervioso. Jimin no era tonto, había pasado toda la semana ideando alguna forma de que Yoongi deseara y rogara por su cuerpo. Sólo era una forma sutil de Jimin para sentirse mejor consigo mismo. Él sabía que a Yoongi le parecía atractivo y vestirse para tentarle era lo mejor.

Muy bien, tal vez haber salido del clóset se le estaba subiendo a la cabeza a Jimin, además de que su twink* interior se asomaba de vez en cuando. No podía evitarlo. La homosexualidad estaba ahí para quedarse y Jimin sintió que era tiempo de probar lo que podía hacerle al mayor mientras se hallaba sentado junto a él en la mismísima casa de Dios.

Jimin se acercó más a Yoongi a propósito, dejando descansar sus muslos junto a los de Yoongi para que pudiera sentirle. Yoongi miró a Jimin con ojos suplicantes, implorándole al menor que no lo tentara cuando estaba junto asus padres. No valió la pena, por supuesto, ya que Jimin decidió continuar, poniéndose más y más creativo en sus tentaciones.

Jimin decidió tomar el abanico de mano y abanicarse ligeramente, pasando sus dedos por entre las hebras de su cabello. Yoongi lo miró de reojo, notando lo sexy que Jimin se veía con la frente descubierta. Miró rápidamente en otra
dirección, no quería darle a Jimin la satisfacción de obtener la atención que obviamente ansiaba tentándolo de esa forma.

Jimin notó esto, y decidió llevarlo más lejos. Claro, parecía un poco desesperado, pero se estaba divirtiendo mucho.

Jimin se puso la mano en el estómago y gimió ligeramente, lo suficientemente fuerte para que las personas que se hallaban a cada lado de Jimin pudieran oírlo, pero no tan alto para que todos los demás lo escucharan. Los ojos de
Yoongi se clavaron directamente sobre Jimin, con los oídos muy atentos para escuchar el sedoso sonido de aquellos lindos gemidos que salían de su boca. La madre de Jimin lo escuchó y miró a su hijo de manera extraña hasta que
notó que se estaba sobando la barriga.

"Aw, ¿a mi pobre bebé le duele la barriguita?" La madre de Jimin le preguntó con preocupación, y el mentiroso Park Jimin decidió jugar un poco.

"Sí, creo que necesito algo que me haga sentir mejor." Jimin dijo con un puchero, hasta que su madre se inclinó buscando en su bolsa, fue ahí que Jimin cambió su expresión facial y se mordió el labio inferior, la seducción
desbordaba por su mirada mientras miraba fijamente a Yoongi con deseo.

Yoongi, por decir lo menos, estaba muy... frustrado. Park Jimin era, como había de esperarse, jodidamente sexy y el mayor necesitaba encontrar un lugar en el que pudieran estar los dos solos o perdería el control.

La madre de Jimin se reincorporó en su asiento con una sonrisa en el rostro mientras le daba un Tums (antiácido; tableta masticable con diferentes sabores a frutas). "Esto debería ayudar, cariño." Jimin masticó la tableta y le sonrió de manera coqueta a Yoongi, sabiendo que ambos estaban en la misma página.


El estudio bíblico empezaba a las 12 pm, el servicio en la iglesia terminaba a las 11:30 pm. Lo que le daba a Jimin y Yoongi aproximadamente treinta minutos para escabullirse al armario de suministros cercano juntos. Y eso fue lo que hicieron.

Yoongi llevó a Jimin hacia adentro lo más rápido posible. Empujó a Jimin contra la pared más cercana, con una mano alrededor de su cuello y la otra puesta sobre la pared. Jimin lo miró con una sonrisa masoquista, amaba
sentir la mano de Yoongi, con aquellas venas bien marcadas, tomándolo del cuello.

El armario estaba oscuro, lo que hizo que ambos se sintieran mucho más emocionados de tocarse el uno al otro. Algo sobre la oscuridad hacía que su encuentro se sintiera más secreto y casi pecaminoso para ellos.

"Tú, maldito tentador." Yoongi besó los abultados labios de Jimin, soltando el agarre que tenía sobre su cuello, para poder besarle toda aquella zona de manera brusca y dar sutiles mordidas. "Has sido un niño muy, muy malo."
Yoongi susurró, cuidadoso de no llamar la atención de la gente que se hallaba a su alrededor, fuera de aquel clóset. Yoongi desabotonó la camisa de Jimin sutilmente y comenzó a dejar chupetones sobre su cuello, en lugares donde nadie podría verlos.

Durante el proceso, Jimin escuchó gemidos que venían de la misma locación en la que estaban Yoongi y él. Sus ojos se abrieron con sorpresa al darse cuenta de que los gemidos era de dos hombres.

"¿Yoongi?... escuchas eso, ¿verdad?" Jimin preguntó. Yoongi detuvo lo que estaba haciendo para escuchar lo que eran obviamente sonidos de gemidos y pieles golpeándose entre sí.

"Sí, definitivamente escucho eso."

Yoongi volvió a abotonar la camisa de Jimin, y caminó hacia el interrumptor de la luz. Lo presionó hacia arriba de inmediato.

Las mandíbulas de Jimin y él se abrieron tanto que podrían tocar el suelo. Presenciaron a dos hombres frente a ellos. Uno recostado sobre la mesa y el otro de pie, con los pantalones abajo, entre las piernas del otro chico. Jimin se
atragantó con sus propias palabras. "T-t"

Yoongi decidió dar un paso. "¡¿Taehyung?! ¿Jungkook?"

*Twink es un término del argot gay que describe a hombres homosexuales de apariencia joven y que apenas superan o no han superado la mayoría de edad, algunos siendo aun niños (14-24 años). Suelen ser personas con aspecto de adolescente o adulto joven, con cuerpo delgado, ectomorfo, usualmente lampiño o con poca cantidad de vello corporal o vello facial.

PECADOR  YOONMIN +18 [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora