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George no pensaba en moverse de ahí.
Llevaba al rededor de tres horas esperando a que Nick llegara con esa caja de chocolates que le prometió hace semanas, y él, como ingenuo aceptó esperarlo el tiempo que fuera necesario aún sabiendo que iba a suceder lo mismo de siempre.
"Por supuesto que sí cariño, estaré a las ocho en el parque cerca de la cafetería donde nos conocimos. Te llevaré tus chocolates favoritos."
George sabía que Nick era un maldito mentiroso, pero no era capaz de aceptarlo. Estaba tan cegado por este amor falso que el pelinegro se encargaba de darle que siempre aguantaba todas estas situaciones.
Para este punto, estaba completamente empapado y seguía sentado en la misma banca, y hace una hora que había empezado a llover. No le importaba estar sumergido en sus pensamientos mientras se decía a sí mismo que su relación estaba llegando a su fin, debían terminar.
Y él no planeaba hacerlo.
No era capaz, dependía tanto de ese pelinegro que no podía con el hecho de tenerlo lejos. Probablemente terminaría en terapia.
Pero, ¿seguir siguiendo ignorado por Nick no era igual de malo?
George estaba cansado, harto y frustrado por dejarse manipular con alguien como él.
- Él no era así... - Pensó, comenzando a recordar los inicios de su relación, donde todo era color de rosa. El Nick de antes y el de ahora se desconocerían por completo, no sabía que le había pasado a ese chico del cual se había enamorado perdidamente.
Quizás lo había idealizado mucho, tenía su imagen en un maldito pedestal, pero ahora que se encontraba en un parque, solo, casi siendo media noche y empapado, su imágen sobre él cambió por completo. Solo estaba usándolo.
Entonces, ¿todo había sido una mentira? Todos los besos, caricias, regalos, buenos momentos... ¿Habían sido falsos? ¿Todo era una farsa?
Su pecho comenzaba a doler, no sabía si era por la lluvia que le dificultaba respirar de manera correcta o el saber que toda su relación junto a Nick había sido una mentira. Quizás ambas.
Revisó la hora en su celular, y eran las once en punto, ¿debería regresar a su apartamento? Sabía que si seguía ahí iba a resfriarse y pasaría días en cama, pero lo hacía por amor, un amor que sabía que no era correspondido pero mientras él amara a Nick le era más que suficiente.
"Lo siento bebé, debo quedarme unas horas extras en el trabajo. Podemos hacer lo que quieras el fin de semana."
Era la típica excusa que le daba todo el tiempo, y como un tonto siempre le decía que no había problema, que saldrían otro día, que todo estaba bien. Estaba harto de no ser nada para Nick.
