하나

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Se removió incomodo en su cama, poco a poco abrió los ojos y cayó en cuenta de que eran las O3:OOam. Sorprendido por despertarse a esa hora se sentó y frotó su vista.

- Desde hace mucho no me despierto a estas horas...

Y era cierto, su marido había fallecido hace seis meses. Le había agarrado insomnio y solía mayormente llorar a esas horas, claro que en silencio para no ser escuchado por su hijo.

El dolor de su pérdida fue tan grande que en compañía de su pequeño tuvieron que mudarse, ahora mismo vivían en otro lugar que para su suerte pudo comprarlo a un precio bajo. La casa era de dos pisos y era muy amplia.

Él y su hijo se habían mudado esa misma mañana, los vecinos fueron amables y les habían traído tartas de bienvenida.

- Me duele la cabeza. - con un quejido frotó su área dolorosa y se levantó para ir al baño de su habitación.

Se miró en el espejo y se confundió al ver una mancha morada en su cuello.

- ¿Qué demonios? - frotó la zona pensando que sería una mancha pero seguía ahí. - Debí haberme golpeado.

Mojó su rostro y sus intenciones de volver a la cama fracasaron al oír el grito de su hijo.

- ¡Papá! ¡Papá Jungwon, por favor ven!

El llamado hizo que saliera corriendo de su habitación en dirección del cuarto de su hijo.

Empujó la puerta y vio a su hijo completamente tapado y sollozando ruidosamente.

- ¡Riki! - se acercó llamando su atención y abrazó a su hijo en busca de consolarlo. - Mi vida ¿Por qué estás llorando?

La respiración del pequeño Riki estaba agitada, los ojos inundados de lágrimas saladas y sus labios entreabiertos sin poder decir nada.

- A-alguien me habló, papá tengo miedo... - el niño se aferró a él buscando protección.

¿Alguien le había hablado?

- ¿Hablarte? Amor, en esta casa solo estamos los dos. - sonrió en busca de aliviarlo y recordó algo antes dicho por su hijo. - ¿No fue papá? Antes me dijiste que hablaba contigo en sueños.

Aún recordaba que dos días después de la muerte de su ex marido, su niño había llegado a su cuarto diciendo que su padre había hablado con él en sueños, diciendo que cuide de su padre Wonie y sea un chico fuerte.

Con el recuerdo sonrió pero la sonrisa se le fue al ver a su hijo negar rápidamente.

- No fue papá Soobin, fue alguien más... - Riki pareció distraerse con algo detrás de él y volteo a esa dirección. - Alguien me habló de ahí. - el pequeño estaba señalando su armario.

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver ese armario, ese era un armario de la anterior familia del lugar, él mismo había decidido quedarselo para guardar las ropas de su hijo y ahora ¿alguien le hablaba a su hijo de ahí?

- ¿Te parece si tu papi revisa y te demuestra que no hay por qué temer, bebé? - volvió a su posición en la cama de su hijo y acarició las manos de Riki mostrando confianza.

Un pequeño "sí papá" se escuchó del temeroso Riki, la habitación estaba oscura pero aún se podía ver el rostro asustado de su hijo iluminado por la reluciente luna.

Se levantó temblando extrañamente y se dirigió al armario marrón dando cortos pasos, debía ser un padre valiente para su pequeño hijo.

Con cuidado de no pisar nada por la oscuridad llegó y un frío indescifrable atravesó su cuerpo. Sin poder abrir el armario miró por los agujeros del mismo y su cuerpo se paralizó.

𝘿𝙖𝙙, 𝙡𝙤𝙤𝙠 𝙖𝙩 𝙩𝙝𝙚 𝙘𝙡𝙤𝙨𝙚𝙩! ✧ jaywon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora