𝘿𝙖𝙙, 𝙡𝙤𝙤𝙠 𝙖𝙩 𝙩𝙝𝙚 𝙘𝙡𝙤𝙨𝙚𝙩! ✧ jaywon

다섯

Su oído pegó un zumbido y lo hizo levantarse de manera agitada, miro soñoliento a su alrededor y tocó su cabeza, quedando un poco extrañado ya que había una especia de toalla cubriéndolo.

– ¿Qué pasó? – se cuestionó y miró a todos lados, todo parecía estar en orden.

Trató de recordar frotando su cien y se asustó al percatarse de que un olor peculiar venía de la cocina... ¿Alguien estaba cocinando?

Sacándose la toalla que dejaba ver un poco de sangre seca, se acercó un poco hacia su cocina y el sonido de unos zapatos a su dirección lo asustaron.

– Uhm, ¿Te levantaste ya? Tu hijo ya debe estar por llegar. – un hombre rubio lo sorprendió saliendo de la cocina, con un mandil y las manos mojadas.

Los flashbacks llegaron a su mente y asustado se alejó.

– ¿Q-uién eres tú? ¿Qué quieres de mí y mi hijo? ¡No entiendo! – asustado cuestionó.

El rubio lo miró enternecido y sonrió un poco.

– Soy Jongseong...y de ti no quiero nada la verdad, simplemente estoy cuidando a mi hermanito. – el chico sincero contestó.

Extrañado retrocedió ante la cercanía inoportuna y el sonido de la puerta siendo abierta lo dejó helado.

– ¿Papá?

Volteó y vió a su hijo en la entrada mirándolo confundido. Aterrado volvió a ver al hombre rubio y... ya no estaba.

Qué carajo...

Ignorando lo que acababa de pasar se extrañó al ver a su hijo ahí, se supone que él iría a recogerlo.

– Riki ¿Por qué viniste solo? Yo iba a ir por ti, mi vida. – preguntó mirando a su hijo.

El menor entró dejando su mochila en la entrada y cerró la puerta para caminar hasta su papá dándole un abrazo.

– El amigo Jake me dijo que le habías dicho que me traiga él a casa porque estabas ocupado. – su pequeño comenzó a mover su naricita y vio una sonrisa asomarse. – ¡Papi huele delicioso! ¡Cocinaste lo que me gusta! – lo vio correr hacia la cocina dejándolo atónico.

Él? Ni siquiera había agendado el número de ese hombre, buscó su móvil y no estaba, inquieto comenzó a buscarlo y lo vio en la mesa de sus muebles. Se acercó y el aparato brilló dejando ver un mensaje.

"Espero estés bien y no te preocupes llevaré a Riki yo mismo."

Asombrado vio el nombre "Jake" que le había enviado dicho mensaje, aparentemente él le habría escrito... Aunque él no recordaba eso, igual estaba agradecido, respondió un simple "gracias jake" y dejó su teléfono, luego pensaría en eso.

– ¡Papáaaa! – el grito de su hijo lo alarmó.

Corrió hacia la cocina y solo pudo abrir la boca a más no poder, la mesa estaba completamente llena de comida, comida que él en su vida iba a aprender a cocinar. Pensó un poco y recordó al hombre de hace un momento salir de su cocina con sus manos mojadas y un mandil...Se fijó y en una silla estaba el mismo mandil.

– Eh...Claro Riki, trae tu plato. – aún confundido habló.

Su pequeño atacó la orden y le ayudó, él sólo deseaba que la comida no estuviese envenenada porque sinó moriría literalmente.

✧

Después del almuerzo que él también tuvo que comer porque estaba extrañamente con demasiada hambre su pequeño se había quedado en la sala viendo la tv, mientras él estaba en su habitación, pensando.

– No recuerdo haberle escrito a Jake... Agh esto me va a volver loco.

Enojado se tumbó en su cama y revolcó, no entendía nada, su cabeza dolía ya que un loco le había dado la arrastrada de su vida y realmente no tenía ganas de nada, estaba cansado.

– Fue mi hermano. – una voz proveniente de un lado de él lo dejó frío.

Giró rápidamente y casi ahoga un grito al ver al hombre azabache que se llamaba ¿Jay?

– El idiota ese se metió dónde no debía, le advertí que lo mataría si se metía de nuevo. – el hombre lo miró y lo acercó a él. – Pero fue mi hermano quién le escribió a ese tipo para que trajera a nuestro hijo.

"¿Su hijo?" ¡Estaba harto!

– ¡Qué no es tu hijo! Y aléjate de mí. – trató de alejarse pero fue en vano, sólo ocasionó que cayera al suelo.

El azabache lo miró furioso y le pegó una cachetada para luego alzarlo por el cuello, intentó alejarse pero ese hombre era demasiado fuerte.

– !Te dije que no dijeras eso de nuevo! ¡Ustedes son mi familia, tú viniste a mí! – el hombre tenía los ojos completamente oscuros y sus dientes parecían colmillos por la presión en ellos.

Sus ojos comenzaron a lagrimear y se estaba quedando sin fuerza, pero nuevamente fue soltado bruscamente y un ruido fuerte lo sobresaltó.

Abrió los ojos y nuevamente el chico rubio estaba frente él, parecía furioso.

– ¡¿Jay, qué mierda tienes?! – el hombre gritó y sus oídos ardieron.

Se alejó un poco y vio a los dos furiosos y con una vibra extraña, su cuerpo temblaba y se sentía ansioso.

– ¡Te dije que no te metas! ¡Deja de seguirme idiota!

Ambos hombres se estaban acercando para darse golpes pero de un momento a otro alarmados voltearon a la puerta de habitación, sin entender el giró y fue abierta rápidamente por su hijo.

– ¿Papá, estás bien? Oí mucho ruido. – Riki ingresó algo ansioso y se asustó al verlo en el suelo. – ¡Papá!

Al darse cuenta se levantó y su cuerpo se adormeció volviendo a tumbarlo, su mejilla igualmente ardía.

– Kikie, disculpa, me tropecé y me golpeé
– intentó excusarse tontamente ya que su hijo no le creía.

– Pareciera que alguien te golpeó papá... Pero si tú lo dices. – Riki suspiró y lo miró. – Hay que ponerte algo ahí y ayúdame en una tarea papá. – pidió sonriente.

Dándose por vencido asintió y adolorido siguió a su hijo, necesitaba distraerse y pensar en qué demonios pasaba en esa cada y cómo solucionarlo.

Me volveré loco...

Su mirada vagó en los pasillos hasta que pasaron por un cuarto que aún no había visto, le llamaba la atención la puerta roja vibrante y la oscuridad que se veía desde fuera. Tal vez después iría a chequear que había dentro.

Sólo deseaba que no sea nada loco, pero tal vez ya eso era mucho pedir.

✧

HOLA, gente perdón la mega inactividad, acabo de ingresar a la universidad y les juro que me come toda JAJA trataré de volver aquí lo prometo 🥺🥺 gracias a los que se quedan aún jeje, cuídense👹