𝐈'𝐦 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐈 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐤 | 𝙃𝙚𝙣𝙇𝙡𝙞𝙖𝙢 (Cancelada)

#31

Había cosas o ideas con las que William podia llegar a sacar su lado más necio, lado que contrastaba totalmente con el William al que parecia importarle poco menos que nada todo lo que pasaba en su vida.

Lado que por lo general era desencadenado por algun deseo u como sus padres lo llamaban: Un capricho.

Hace dos meses fue un libro, antes de eso un microscopio, después una caja de herramientas propia y ahora era algo un poco más simple.

—¡Dejame tener una mascota!— Si, seguía necio con tener un pequeño ser vivo como acompañante.

—No me levantes la voz— Peter dejo escapar el aire, la cabeza empezaba a dolerle.

—Entonces dejame tener una mascota— William era un adolescente muy inteligente pero muy caprichoso, mala combinación. —Por favoooor

—Por decimo sexta vez: No, no vas a tener una mascota— Esta tentado a decirle a su hijo que la mascota del lugar es él.

—Se que tienes miedo de descubrir muy pronto si soy un potencial asesino en serie después de tanto golpe en la cabeza— A él igual le sorprende seguir cuerdo, bueno, mínimamente cuerdo. —Pero no va a pasar nada

El mayor entre abrio los labios buscando decir algo pero las palabras simplemente no salian, no le sorprendió el argumento de su hijo, más bien, le sorprendio que estuviese enterado de eso.

—¿Y tú que haces escuchando mis conversaciones con tu madre?— Le dio un golpe en el brazo con el periódico que estaba leyendo.

—En esta casa no existe la privacidad— Y era un chismoso. —Ahora, con ese punto resuelto: ¿Puedo tener una mascota?

La conversación ya lo tenia cansado además de que la paciencia que solia tenerle a su hijo se agotaba demasiado rapido y conociendolo era capaz de insistirle hasta su titulación.

—William ¿Para qué quieres una mascota? ¿Para que pase lo mismo que con Ink?— Casi se sintio culpable al ver como el rostro de su hijo cambiaba pero al menos había logrado que se callara.

—Eso no fue mi culpa— Se defendio, su tono era más bajo que al inició de la conversación. La culpa se hizo presente. —Él salio corriendo ¿Cómo lo iba a alcanzar?

—Claro que fue tu culpa, se te advirtio que no abrieras la ventana— Abrio su periódico de nuevo. —Por tu culpa atropellaron al gato ¿Para eso quieres una mascota? ¿Para que muera por tu incapacidad de hacer algo tan simple como cerrar una ventana?

—Fue solo un descuido, lo haces ver como si lo hubiese hecho de forma intencional— Amaba demasiado a Ink como para hacer algo que lo dañara.

—Un descuido que lo mato— Lastima, era un lindo gato. —Te pregunto: ¿Para eso quieres una mascota?

—No, señor— Respondió, rindiéndose a la idea de seguir insistiendo. —¿Por qué eres tan cruel conmigo?

—Nadie esta siendo cruel contigo— De pronto el horóscopo parecía mucho más interesante de lo normal.

—Claro que sí— Como de costumbre. —Tú siempre eres cruel ¿Me odias a caso?

—Sabes que te amo

—Tus “te amo” siempre se escuchan tan falsos que no se ni para que los dices— Sonaba más creíble su “soy heterosexual” que eso. —¿Por qué te caigo tan mal?

—Porque eres una molestia andante a la cual soporto por el lazo sanguíneo— Observo de reojo a su hijo. —¿Contento?

—No hay necesidad de hacerme sentir un desperdicio de oxígeno— No necesitaba ayuda para sentirse así.

—Tu preguntaste

William rodo los ojos antes de retirarse de la cocina, no tiene ganas de pelear por hoy. Bueno, no tantas ganas.

—¿Sabes? Si fuera un asesino en serie— Se paro de puntas desde el otro lado de la barra. —No seria cruel con los animales

—¿Qué clase de asesino en serie serias?— Ya no le gusto a donde va la conversación.

—Uno a la que la policia nunca atraparia— Esbozo una sonrisa.

—Te tienes demasiada confianza, la policía esta mejor preparada que hace años— Afortunadamente.

—De todos modos, nunca me atraparian— Su padre es abogado, eso delataba el pesimo sistema de justicia. —¿Quieres apostar?

—Jacob, no— Que miedo. —Vete a hacer tu tarea— Tomo una naranja del frutero y se la lanzo a la cabeza.

—¿Puedo salir con mis amigos el fin de semana?— Como amaba hartar a su padre y hacerlo arrepentirse de haberlo tenido.

—Si, William, si. Ya callate— Era demasiado irritante cuando quería.

—Gracias— Respondió en tono animado.

William solto una risa antes de tomar la naranja y por fin irse a su cuarto. Al menos la conversación había sido normal y tranquila.

Normal y tranquila al criterio de los Afton.