Renaissance

Prólogo

Helen Goldstein nació el 22 de diciembre del  siglo VI (año 600), en una noche tormentosa iluminada por relámpagos.

Todo se dio en una casa que no era ni pequeña ni del enorme tamaño de una mansión, muy al contrario era una casa mediana bastante simple a la vista pero no pobre sino más bien elegante.

Elizabeth, su madre, había entrado en parto a las nueve en punto de la noche y con ayuda de una partera, a las 11:58 de la noche exactamente nació Helen.

Lo primero que vió Elizabeth al recibir a su hija fueron unos hermosos ojos de color miel dorada con toques plateados.

Si bien no tenía gran cantidad de cabello, en los pequeños mechones que tenía podrías adivinar que en el futuro su color de cabello sería algun tipo de castaño y tenía la piel de color dorado, en pocas palabras era hermosa.

Al verla, Elizabeth pensó en la belleza y en la calidez del sol, ya que para ella su hija era la cosa más hermosa y cálida que había visto, decidió llamarla Helen, que significa: la que es bella como el propio sol.

Muy lejos de aquel lugar, cuatro videntes, si es que se les puede llamar así, observaban lo que pasaba en el mundo hasta que por alguna extraña razón una niña recién nacida llamo su atención, al prestar más atención, descubrieron que su nombre era Helen.

Un quinto vidente apareció junto a los otros cuatro para ver qué había llamado la atención de sus compañeros, pero al ver lo que veían  jadeo llamando la atención de los demás.

2° vidente: Hecate que pasa, estás bien.

5° vidente: Si Kismet, estoy bien, es solo que me sorprendió.

3° vidente: ¿Que fue lo que te sorprendió Hecate?, casi nunca te sorprendes.

Hecate: Lo sé Gea, pero ella es especial.

4° vidente: Si dices que es especial entonces su futuro ha de ser interesante, lo voy a esperar con ansias.

1° vidente: Estoy de acuerdo contigo Azrail, pero me gustaría saber porque es especial.

Azrail:  Concuerdo con Anadi.

Kismet y Gea: nosotras también.

Hecate: Está bien, puedo decir que es especial ya que su capacidad mágica incluso siendo una bebé es casi como la de un adulto, por lo que asumo que al llegar a la mayoría de edad, su núcleo mágico será aún más grande,  aún si decide no demostrar su verdadero potencial, le irá bien, será una de las brujas más fuertes que he visto.

Kismet: Puedo concordar contigo respecto a su futuro, será una bruja formidable

Anadi: Esperemos que con el tiempo en algún momento podamos encontrarnos con ella.