La pelea entre Alfa y Romina hizo que la casa se divida. La gran parte estábamos con Romi mientras que Camila era la única que estaba con Alfa.
Se pelearon porque Alfa se metió con sus hijas, diciendo que a Romina no le favorecía salir en todas las galas con la foto de sus hijas, ya que la gente, según él, pensaría que si tanto las extraña que salga.
Romina se salió de la habitación donde todo el problema había empezado, y detrás de ella fueron Julieta y Daniela.
Todos nos quedamos mirándonos porque hace tiempo no vivíamos una pelea desde la de Coty que estuvo a los gritos.
Alfa salió protestando y Camila atrás de él.
Nosotros creímos que iba para donde estaba Romina para seguirla, pero se fue a su habitación.
Tora y Nacho también se fueron a acostarse.
-Hasta mañana, florcita -dijo la Tora antes de cerrar la puerta.
Me quedé ahí sola y no sabía si ir a preguntarle a Romi si estaba bien o quedarme en el molde y dejarla que esté en con sus chicas.
Me tiré a mí cama y miraba el techo, pensando en lo que me estaba pasando dentro, preguntándome si estaba bien, también se me vinieron a la cabeza mis papás, que deben estar mirando cada cosa que hago y digo.
El ruido de la puerta me interrumpió viajar en mis pensamientos. Eran Juli y Dani.
-Que hijo de puta este Alfa -dijo Juli
-La verdad que si. Se pasó. -dijo Dani mirándose al espejo
-¿Y Romi? -pregunte
Inmediatamente ellas se miraron con una sonrisa.
-Esta afuera... -dijo Juli con pena
-Sola...- agregó Dani
-¿Cómo está? -pregunte
-Estuvo llorando y ahora se quiso quedar afuera. -dijo Juli
-Si, pero podes ir... Le va a hacer bien que estés ahi- dijo Dani
-¿Y por qué le haría bien que esté yo ahí? -dije
Ellas se volvieron a mirar pero ahora como confundidas como si no supieran que contestarme.
-Bueno, igual iba a ir a sacar los bichos que estan en la pile. -dije levantándome
La casa estaba silenciosa, ya quedábamos pocos. Se olía el momento en el que tengamos que nominarnos entre nosotros y no era nada lindo imaginarme votando a Romi. Nunca lo había hecho.
Romi estaba fumando un cigarrillo al lado del sauna. Cuando me vio, empezó a secarse las lágrimas y apagó el cigarro.
-¿Cómo estás? -pregunte acercándome a ella
-Bien -dijo mirando el piso
Sabía que no estaba bien, que todavía tenía que seguir llorando para poder sacar todo lo que tenía dentro.
No dije nada, solo me acerque y la abracé. Ella me correspondió y hundió su cara en mí pecho. Sonreí un poco por eso. Era más alta que ella, solo un poco.
Escuché como lloraba, acariciaba su espalda de arriba a abajo.
Después de un rato de estar así abrazadas, ella levantó su rostro y sus ojos estaban rojos. Me miró directamente a los ojos y yo hice lo mismo. Pero ella se separó de mí y puso sus manos en el rostro.
-Ay Gracias -dijo
-No, de nada. -dije
-Bueno me voy a dormir -dijo
-Dale, hasta mañana -dije
Me quedé sentada en el borde de la pileta mojando mis pies.
¿Que había pasado? ¿Estaba flasheando?
¿Esa mirada que tuvimos me había solucionado todas las dudas que tenía con respecto a si le gusto o no? ¿Pero por qué se separó de mí entonces? ¿Por qué no se quedó un rato más?
