Capítulo 19

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Nos quedamos en silencio sepulcral al escuchar a Walter entrar a la habitación en donde estábamos escondidas.

-No, pero olvídate. -habló él. -Con el apriete que metí, la gente nos va a votar quédate tranquilo. Ganamos, les asfaltamos algunas calles y si tenemos ganas les ponemos luces nuevas y listo. Pero el municipio va a ser nuestro, Hernán. -siguió hablando

Que chanta, pensé. Y pensar que por culpa de él, mucha gente metió a Romina en la misma bolsa.

-Bueno, Hernán te dejo. Tengo que ir a buscar a las nenas a la escuela...-habló. -¿Romina? No, tenía que ir a Telefe pero ya tiene que volver... Si, todo bien, algunos problemas pero ya la tengo comiendo de mí mano otra vez -soltó

Se despidió de la llamada y salió. Hasta que no escuchamos a la camioneta saliendo, no salimos.
-Que hijo de puta -dije mirándola

Ella no dijo nada.

-Romina... escuchaste, no? -insistí mientras ella cerraba la puerta del armario.

-Si Flor. -dijo

-¿No pensas hacer nada? -pregunté

-¿Y que querés que haga? El mínimo movimiento y me saca a las nenas. -dijo

-Eso es mentira. No le creo nada. -dije enojada

-Bueno, no te enojes -dijo sonriendo levemente

-Me da bronca -dije

-Si, a mí igual pero ya se va a terminar esto en algún momento. -dijo

-¿Lo vas a dejar? -pregunté

Ella asintió con la cabeza pero no la sentí muy segura y decidida.

-Bueno, al menos venir hasta acá pude corroborar que es una mierda de persona -dije

-Siempre fue así, no va a cambiar. -dijo

-¿Y por eso vas a permitir que te trate así? -dije

-Flor, basta -dijo

-No te entiendo, Romina. Espero algún día hacerlo... -dije

-Ya lo vas a entender -dijo

Ambas nos miramos y ella me abrazó.
-Me hace tan bien tenerte cerca -dijo

-Si, pero elegiste tenerme lejos -contesté

Ella me abrazó aún más fuerte y yo acaricié su pelo suelto.

-Bueno -dijo separándose. -Usted ya se tiene que ir porque nos van a ver -dijo

-No sería mala idea... conocer a las nenas. -dijo

-Ya lo vas a hacer -dijo sonriendo

-Bueno, ¿me acompañas a la puerta? -pregunté

-Si -dijo

Caminé hacia la puerta pero ella se puso delante.

-¿Que quiere? -pregunté

-Ya sabes -dijo

Se acercó a besarme una vez más. Está vez fue más tierno, nada que ver a lo que había pasado en el armario que casi terminamos sin nada.

-Veni que te abro -dijo llevándome a la puerta principal. -Bueno, gracias por su visita -soltó abriendo la puerta

-¿Que visita? -dije riendo

-Chau -dijo riendo también

-Chau -dije saliendo

-¿No me vas a saludar? -preguntó

Volví a entrar, le dejé un beso y una sonrisa en sus labios.

Al llegar a mí departamento, estaba Antonela acostada en mí cama mirando la serie que miramos juntas.

RominaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora