Me curaron la pierna con unas cuantas hierbas y me la vendaron. Luego vinieron mis padres a ver como estaba, y mi padre me echó la bronca por irme sin avisar. Me dejó sin nadar durante una semana. No me parecía justo, pero no protesté. Igualmente tenía que hacer reposo y no podía moverme de la cama. Me tenían que llevar la comida y me salté unas cuantas tareas por hacer. Mis hermanos estaban conmigo la mayoría del tiempo, y eso lo agradecía. También me vino a ver Lo'ak. Sinceramente era muy buen amigo. Me dijo que cuando me recuperase que iríamos a dar una vuelta con los Ikrans.
Sus hermanos, (Neteyam, Kiri y Tuk) también me vinieron a ver. Tuk era monísima y Kiri era de mi edad, igual que Lo'ak, así que nos llevábamos bien. Los primeros cuatro días se me pasaron eternos. Neteyam, a parte de mis hermanos y padres, era el que más venía a verme. Siempre me traía algo de comer o algún juego para entretenerme, o a veces solo charlábamos. Sí, apreciaba eso, pero es que Neteyam es idiota.
En el sexto día, me desperté muy temprano porque rayos de sol iluminaron mi cara. Mi pierna ya estaba mejor, pero no podía levantarme aún por órdenes de mis padres. Me acomodé en unas "almohadas" (eran hojas rellenas de tela), y intenté volverme a dormir, pero no pude. Solo me había despertado yo, los demás estaban dormidos. Decidí volver a revisar lo que me dio Neteyam hace días. Era una especie de caja de madera, pero nunca la llegué a abrir. No le di importancia hasta ahora. Un lazo envolvía la caja, así que para abrirla desaté el bonito lazo de tela. Abrí la caja poco a poco y al ver lo que había dentro mis ojos se iluminaron. Se trataba de un collar con una hermosa piedra azul turquesa en el centro. Bueno, viniendo de Neteyam, que es un cursi, no me sorprendió.
Oí pasos a fuera y me giré rápidamente.
- ¡Hola! Si que te levantaste temprano... -era Neteyam, que entró en el marui y se sentó a mi lado
- Hola, sí - Neteyam miró lo que sostenía en la mano
- ¿No lo has abierto hasta hoy? Te lo di hace días
- Si, perdón
- ¿Te gusta? - me preguntó.
- Sí, gracias
- ¿Te lo pongo? - lo miré confundido y por eso dijo:
- El collar, digo
- Ah, sí - le di el collar y me aparté el pelo de la nuca.
Neteyam rodeó el collar por mi cuello y lo ató con cuidado.
- No me lo voy a quitar nunca - dije volviéndome a poner el pelo en su sitio
- Me alegro de que te guste - Neteyam sonrió - Bueno, me voy
Se fue y miré el collar. Luego sonreí y me volví a tumbar en la cama esperando a que despertaran todos.
Me quedé dormida un par de horas más y me despertó mi hermano bruscamente.
- ¡Laraaaa! ¡Despiertaaaa! - mi hermano me agitó y abrí los ojos de golpe
- ¿Qué pasa?
- ¡Llegaron los tulkun! ¡Vamos! - Aonung ya se iba corriendo pero antes de que se fuera dije:
- ¡Pero no puedo caminar! - Aonung se paró en seco y reaccionó
- Ok, vamos, dame la mano
Aonung me llevó a caballito hacia fuera y vi como los tulkuns venían alegremente hacia nosotros. Solo vienen muy pocas veces y me dio rabia no poder nadar todavía para ver a mi hermana espiritual, Perla. Insistí a mis padres pero aún me quedaba un día para volver a hacer vida normal.
- Bueno, te dejo aquí ya que no puedes nadar. - rodé los ojos y mi hermano se lanzó al agua. De verdad deseaba nadar.
Esperé y esperé observando a todos como se lo pasaban bien y oí algo.
- Tsssssss, ¡Lara! - me giré y era Neteyam, que estaba detrás de un marui. Yo cojeé hacia allí.
- ¿Qué quieres? - dije bordemente
- Bueno si quieres me voy - negué con la cabeza - Tengo una idea.
- Cuéntame
- Como no puedes nadar, he pensado en llevarte yo con mi propio ilu - pensé. No me gustaba mucho la idea
- No creo que sea buena idea Neteyam - dije segura
- Bueno pues me iré... - antes de que se fuese, me lo pensé dos veces y le agarré la mano
- Vale, voy
Neteyam me cargó a caballito y a escondidas subimos al ilu. A Neteyam poco a poco se le daba mejor manejar uno.
Buscaba a mi alrededor con la mirada para encontrar a Perla.
- ¡Allí está! - Neteyam fue hacia allí y se acercó a Perla. Ella hizo un sonido típico de los tulkuns para darnos la bienvenida.
- Te veo, hermana - dije con lenguaje de signos, pues me comunicaba con ella así.
Estube un rato hablando con mi hermana, hasta que decidimos volver para que no nos descubrieran.
Neteyam me llevó de nuevo a mi marui. Por suerte nadie nos vio.
- Bueno, me voy - me dejó en mi cama
- Gracias. Me lo pasé bien
- Este será nuestro pequeño secreto - dijo, con una sonrisa en su rostro.
Sin que pudiera decir nada más, se fue.
Sonreí y me estiré en la cama undiéndome en mis pensamientos.
Escribí esto escuchando "I Wanna be Yours" 🖤
Lala~
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Skxawng, Neteyam!
Ficção AdolescenteLara, una na'vi del clan Metcayina, vivía tranquilamente con sus hermanos y con su familia. Se le conocía como "la hija del Olo'eyktan y la Tsahik", y era muy popular por ello. - "Nunca me voy a enamorar". Esa era una frase que decía constantemente...
