Las 5 hermanas nakano van a Nueva York donde deberán empezar desde cero en una nueva escuela, pero ahí conocerán a un chico Peter Parker el cual parece tener algo que esconder. ¿Podrán las hermanas nakano descubrir que secreto guarda su nuevo amigo...
Era un día en Nueva York, y si era un día normal, o bueno era normal para los ciudadanos.
Una persecución entre Spider-Man y unos criminales qué huyen a toda velocidad en un coche era lo que sucede en las calles.
Spider-Man logra caer en el capo del auto. Asustando a los criminales, los cuales eran cuatro.
- Chicos, no deberían manejar sin tener una licencia, lo siento pero me veré obligado a detenerlos -
- ¡Disparale! - Grito uno de los criminales.
Peter dio un salto pasando ahora al techo del auto. Lanzó varias telarañas al suelo y las pego al auto, evitando qué siga avanzando, y haciendo al motor calentar, arruinando el auto.
Los criminales salieron del auto e intentaron huir, metiéndose en un callejón; uno de ellos que se retraso bajo del auto con la intención de seguirlos, pero una telaraña se pego a su pie.
Los demás que seguían corriendo por el callejón, se detuvieron pues ya no había a donde correr.
- ¡Maldición! -
- Mi mamá me va matar -
- ¿Dónde está Tony? - Pregunta uno de ellos, el que aparentemente era el líder.
- Esta con los policías, tranquilos pronto le harán compañía - Habló Spider-Man quien estaba colgando de cabeza.
[...]
Después de haberlos detenido, Peter se quedó un momento respondiendo a las preguntas de algunos oficiales.
En eso recibiría una llamada, viendo que se trataba de Fuutarou.
- Lo lamento oficiales, tengo que irme -
Spider-Man lanzó una telaraña, empezando a columpiarse.
- "¿Hola?" -
- "¡Peter! ¿Donde estas? Las clases ya empezaron, los parciales seran pronto, y no llevo progreso con las Nakano" - Exclamó preocupado Fuutarou.
Peter salta y sube a un helicóptero.
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- "Tranquilo lo solucionaremos" - Dijo Peter.
- "¿Qué es ese ruido?" -
- "¿Qué ruido?" -
- "¿Es un helicóptero?" -
- "No... Te veo más tarde. No te rindas" - Dijo el castaño antes de colgar.
Peter se columpio hasta la escuela, llegando entre clases.
- ¡Señor Parker! Tarde otra vez - Regaño el maestro.
- Lo siento, el autobús se descompuso -
- Claro, siéntese y guarde silencio - Dijo volviendo al pizarrón.
