Maldigo el episodio

Esto nunca debio pasar

Habíamos llegado a la fiesta  de Mariana, era en una de las discotecas más populares aquí en Barcelona, y bueno con sus influencias rentó el lugar para ella sola, y poder invitar a la gente que quisiera.

Pablo—¡Joder! Pero porque hay tanta gente en este lugar ¿eh?

Loreto—Mi amiga conoce a todo el mundo, ven que te la presento.

Tome a Pablo de la mano, para que no se separara de mi, y lo guié en el privado donde estaba Mariana recibiendo a todos sus invitados.

Mariana—¡Loreto!  (La chica corrió a saludarme).— ¿Cómo has estado?

Loreto—Muy bien, ya aquí de vuelta.

Mariana—Sii, que bueno que regresaste, hace cuanto no nos vemos, dos o tres años ¿verdad?

Loreto—Algo así. Mira, te presento a Pablo.

Mariana—Ahh, pero tú novio es todo un guapo.

Pablo y yo solo nos reímos y miramos a Mariana de vuelta.

Loreto—No, no, que no es mi novio. Es mi amigo, bueno, mi mejor amigo.

Mariana—Pues que suerte tienes de ser el mejor amigo de Loreto, Pablito. Te has ganado la lotería. Encantada, soy Mariana, amiga de toda la vida de Lore.

Pablo—Encantado.

—¿Que tú no eres el Gavi? Que va, claro que eres.

Un chico alto, pelirrojo, se coloca a lado de Mariana, y se queda mirando a Pablo.

Pablo—Pues en esta vida hay muchos Gavis ¿no?

—Tú sabes a lo que me refiero, que eres el futbolista ¿no? tío.

Mariana—Sebastián, vete a otro lado.

Pablo—Eh... bueno, si, si soy.

Sebastián—¡Torres! Espera que le llamo a un amigo, que claro que conoces.

Nuestra cara cambio al instante, porque iba a ser mucha coincidencia encontrarnos con nada más y nada menos que Torres.

Torres—¿Pero qué pasa aquí?

Torres volteó a ver a Pablo y enseguida a mi.

Torres—Gavi, ¿qué haces aquí? No sabía que conocías a Mariana.

Pablo—Eh... no, no la conocía, me ha invitado Loreto.

Torres—Ahh, claro tu amiga la popular. Ya te he dicho yo, que no te juntes con ella.

Loreto—Oye, ¿que te pasa idiota? Acaso ningún chico te hace caso y por eso te tienes que poner a pelear con una mujer.

Torres solo se rió de lo que le dije.

Pablo—Déjalo, hasta acá huele que se ha pasado de copas.

Loreto—¿Sabes que? Pablo debería de tener cuidado en juntarse con gente como tú, borrachos y que no tienen nada de bueno en la vida.

Pase a un lado de él y lo empuje.

Pablo—Te has pasado Torres.

Me la pase sentada casi toda la noche, bebiendo y a lado de Pablo.

Pablo—Esa cara la conozco.

Loreto—¿Como vas a conocer una cara que no veías desde hace 10 años?

Pablo soltó una pequeña risa.

Pablo—Mira... siéndote sincero no se que le pase, no se porque dice todo eso, en serio, perdónalo.