Tres por el destino #1

Capítulo 14 : A pesar de nosotros

"Supongo que no son tan estúpidos como parecen", dijo Dum Dum mientras sostenía una de las trampillas que conducían a un búnker subterráneo.

Incluso las trampillas habían sido camufladas con hojas, tierra, helechos e incluso arbustos enteros para gritar en voz alta. No es de extrañar que hayan pasado por delante de su maldita trampa sin tener idea y Steve estaría impresionado si no odiara tanto a los hijos de puta. Podrían haber perdido todo aquí si no estuvieran tan acostumbrados a trabajar juntos. Steve estaba furioso consigo mismo. Aquí había pensado que Hydra los estaba subestimando, cuando en realidad, había sido él quien los subestimaba. Todo el asunto sería un buen recordatorio para no dejar que sus victorias se le suban a la cabeza. Los búnkeres subterráneos, al menos seis de ellos que habían encontrado, no eran más que pequeños lugares escondidos excavados apresuradamente en la dura tierra del bosque. Rocas y raíces de árboles largas y retorcidas sobresaliendo de las paredes irregulares.

"Seguro que se tomó muchas molestias para sorprendernos", dijo Bucky cuando volvió a salir de uno.

"Saber cómo hacer que una dama se sienta especial, ¿verdad?" Morita bromeó.

"No estoy segura si hablas en serio o simplemente estás haciendo un juego de palabras terrible", respondió Hermione. "Pero si realmente te gusta tanto mi ropa, de nada".

"¡No!"

"Todavía los estás usando, es todo lo que digo".

"La dama tiene razón, Jimmy", Dum Dum movió las cejas hacia él. "Pero si quieres sentirte realmente especial..."

"Oh, vete a la mierda, tonto. ¿Puede alguien cambiar de carpa conmigo? No voy a poder cerrar los ojos esta noche con ese bastardo cachondo respirándome en el cuello.

Steve puso los ojos en blanco ante todo el drama. Entendió que necesitaban desahogarse después de la batalla, pero aún no estaban fuera de peligro, ni literal ni figurativamente.

Si tenemos suerte, encontraremos un lugar donde quedarnos. Vean si pueden buscar granadas para Jacques antes de que nos vayamos.

Sin duda de buen humor debido a su abultada bolsa de dispositivos explosivos, Jacques los encontró junto a un grupo mixto de resistentes locales belgas y franceses cerca de la frontera un par de días después. Fue un respiro bienvenido de las tierras yermas por las que acababan de pasar. Sin embargo, parecía que su reputación los había precedido porque fueron recibidos con los brazos abiertos y, a veces, por su nombre. Incluso había un par de niños pequeños allí que aparentemente querían montarlo a cuestas como si fuera la encarnación viviente del paseo Cyclone en Coney Island. Steve no pudo negarse cuando se enteró de que la guerra los había dejado huérfanos y se aseguró de que se divirtieran lo más posible. Le encantaba oírlos reír y resoplar como cerditos, pero tuvo que fingir que lo habían cansado cuando el más pequeño, Claude, me dio hipo por reírme demasiado. Hermione, que había estado recostada contra Bucky, ambos riéndose de su situación, lo rescató haciendo que la muñeca de la niña flotara en el aire, lo que los mantuvo lo suficientemente distraídos mientras intentaban atraparla. Mientras tanto, la resistencia compartió su información sobre los movimientos de tropas alemanas en el área. Uno de ellos en particular conocía las próximas misiones de las SS y la Wehrmacht con detalles sospechosos.

"Complicado", dijo Jacques cuando Steve le preguntó cómo obtuvieron su información. "No enojado, ¿de acuerdo? Marcel, aquí presente, fue uno de ellos hace unos días.

Varios de sus hombres se pusieron en pie de un salto, buscando sus armas. Steve animó a Jacques, pero presionarlo de esa manera siempre lo hacía hablar francés.