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Cuarto mes.

Había pasado más de un mes desde que Jimin dejó su oficina para comenzar a trabajar desde casa, lo cierto es que fue una de las mejores decisiones que pudo haber tomando.

Su estado de ánimo era bueno, no sé sentía tan sensible como meses anteriores y hace pocos días comenzó con la remodelación de la habitación para sus cachorros.

Jungkook pasaba el suficiente tiempo junto a él y si debía llegar tarde de la empresa siempre dejaba una marca de olor en él para que no se sintiera solo por unas horas más.

También comenzó con clases de yoga para pareja, solo asistían los fines de semana porque era el único momento en el que ambos estaban libres de trabajo.

Las cunas que compraron llegaron un par de días después de que realizaron la compra y aún permanecían en sus cajas ya que la reciente capa de pintura que habían hecho en la habitación, todavía continuaba fresca.

Además de aquello, también compró unos muebles para guardar tanto la ropa de sus bebés como también sus juguetes.

Sus padres ya habían dejando la mesedora en su casa y tuvo que guardarla en el sótano junto a las cajas de las cunas, el cochecito y las sillas para el auto.

Ya tenían cosas que serían indispensables, y solo les quedaba comprar un bolso para todo uso y algo de ropa que aún faltaba más los móviles para colgar en las cunas.

Hoy sería su cuarto chequeo y estaba contento porque quizás podrían saber el sexo de sus cachorros aunque sabía que existía la posibilidad de que aún no se mostraran.

Había visto un montón de videos en donde los cachorros esperaban hasta el sexto mes para mostrarse a sus padres y él estaba seguro de que era mucho tiempo para esperar, aunque el tenía una corazonada y esperaba estar en lo correcto.

Salió de su oficina cuando terminó el último informe que debía enviar por correo antes del mediodía. Tenía todo listo y una vez que su correo fue contestado, decidió preparar el almuerzo para su Alfa, ya que su turno en la clínica era antes de las 07:00 pm.

Encendió la radio y se dispuso a cocinar mientras escuchaba canciones de forma aleatoria. Su cuerpo se movia al son de la música y sus manos no dejaban de trabajar en lo que sea que estuviera preparando.

La puerta principal de abrió pero él no lo notó y cuando su Alfa entró a la cocina sonrió dulce y divertido por ver a su lindo Omega bailando una canción que se escuchaba en su adolescencia.

Esperó a que la música terminara y aplaudió sorprendiendo al Omega quien dejó caer el cucharón con el que revolvía la sopa de algas.

—¡Jungkook!.

El nombrado sonrió acercándose a él.

—Hola, Omega bonito.

Besó sus labios varias veces.

—Me asustaste mucho, pensé en que los bebés nacerían en la cocina.

—Solo fue un aplauso al mejor bailarín.

—¿Te burlas de mí eh?.

El Alfa negó—¿Porqué habría de hacerlo si bailas increíble? Esa es una de las razones por las que decidí que eras el indicado para mí.

—Basta de decir eso, ¿Es que acaso no sabes que mi corazón no puede resistir la ternura de mi Alfa?.

—Mm, ¿Qué más podría resistir?

Una sonrisa ladina le hizo saber a Jimin cuál eran las intenciones del Alfa. Por lo que negó y volvió a voltear para continuar con su comida.

—Vamos Omega, tu Alfa también necesita de ti y hemos pasado unas semanas sin hacer nada. El doctor Jung dijo que no causaría ningún daño si era delicado contigo.

[Trillizos Jeon]_KOOKMIN_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora