Domingo 22 de Octubre del 2019.
Rubius se levanto por el ruido.
Abrió los ojos encontrándose a sus hijos...? Y a Vegetta.
Un Missa de diez años abrazaba a su madre, lloraba de felicidad. Se paró de inmediato.- ¿De que me perdí?.- Preguntó casi cayendo por levantarse rápido.
- De mucho la verdad.- Respondió Vegetta.
Spreen intento irse sigilosamente pero no lo logro porque su padre lo detuvo.- No creas que te vas a salvar.- Amenazó Rubius.
- Bueno ¿me cuentan porque volvieron juntos? Se supone que Missa estaba de vacaciones.- Cuestiono Vegetta lanzando una mirada a Rubius.
- A mi no me culpes, se supone que Quackity lo debía estar cuidando.- Justificó Rubius sosteniendo a Spreen para que no se vaya.
- Yo estaba con Quackity hasta que apareció mi hermano con otras personas, estaban acompañados con Slimecicle.- Dio una pausa.- Hablaron y de un momento a otro ya estábamos de camino a este lugar.
- ¡Dejame hijo de tu puta madre!.- Spreen escuchó a Quackity gritar.
Auron da un suspiro agobiado.- Haz que se calle.- Ordenó.
Spreen fue hacía la puerta que daba a Quackity. Entró y se acercó a él.
- ¿Por qué hiciste esto? Nunca pensé que llegarías a esto. NO ES EL MEJOR MOMENTO PARA QUE ME HAGAS ESTO.- Quackity sonaba muy desesperado.
- Solo es trabajo.- Agarró un pedazo de tela que había sobre una mesa.- Conmigo no tienes que hablar, ya lo sabrás cuando lo veas.
Spreen amarró la trela en la boca de Quackity de forma de que no pueda hacer ruido.- Espero que te quedes quieto, es por el bien de los dos.- Abandonó la habitación.
Volvió a estar en frente de el escritorio de su jefe.
- Necesito que logres hacer él quede en nuestras manos.- Auron le mostró una foto de un chico con un cabello marrón oscuro, con lentes, de piel blanca y con una banda roja amarrada en su frente.- Él es Juan, el hijo del profeta, es de Tortillaland. Tienes plazo hasta el siguiente lunes.- Sin más Auron se paró.- Cuando lo tengas mandame un mensaje y ya mandaré a algunas personas para que lo traigan.- Se fue.
Spreen suspiró.
Fue a su casa para preparase para su misión, acababa de salir de una y ya va a otra, realmente es cansado.
Entró a su casa y fue a su habitación pero antes escucho decir a su madre decir que ya venga a comer.
Y lo hizo, no dejaría pasar un delicioso estofado de carne hecho por su madre.
Después que termino de comer fue a lavar su plato.- ¿A dónde vas con tanto apuro?.- Preguntó Rubius una vez terminó de tragar la comida que tenía en la boca.
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Tʜᴇ Fᴀᴍɪʟʏ | ᖇubegetta
Romance¡La portada no es mía! •Esta historia relata una vida entre Rubius y Vegetta dos adolescentes que están totalmente enamorados, un día del año 2000 Rubius regresa muy raro,buscando de manera desesperada y al no encontrarlo no tuvo otra opción... -Sol...