Tʜᴇ Fᴀᴍɪʟʏ | ᖇubegetta

Epílogo

Cuando llegaron a Karmaland lo primero que hicieron fue instalarse en la casa de Vegetta.

Después le mostraron a Spreen toda Karmaland. Missa hubiera ido pero estaba durmiendo y no lo querían despertar.

Llegaron a un lugar tipo plaza, le compraron cosas Spreen y este no podía estar más feliz.

Ya a las 6:00 pm Rubius regresó a casa para ver a Missa, Vegetta dijo que iría él pero Rubius le dijo que no era necesario porque él se haría cargo.

Spreen tenía un presentimiento.

Con el pasar de unas dos horas más, Vegetta junto a su hijo volvieron a casa.

Al llegar vieron a Rubius sentado en sofá con Missa en brazos, estaban dormidos.

Spreen se fue a su habitación dejando a Vegetta.

Este último se fue a la cocina para agarrar unas galletas de coco.

Vio que en el mostrador había un papel y una caja pequeña.

"Perdón porque esto tan importante tenga que ser así, estaba muy exhausto y ya no puedo.

Bueno, principalmente quería hacer esto muy romántico pero siempre se me dio mal este tipo de cosas. Pero por ti y nuestros hijos, soy capaz de dar mi vida.

Lo he pensando y mucho a decir verdad, y... quería pedirte que fueras mi esposo, sueño mucho con casarnos, tú con un traje blanco hermoso, pasando por el altar mientras te vas acercando a mi cada vez más.

Dar nuestros votos y entregarnos completamente, quiero pasar hasta el final de mis días junto a ti"

Escrito muchísimo amor por Rubius para Vegetta el hombre de mis sueños. ♡ Te prometo que en otro momento lo haré mucho mejor y no por un papel.

Vegetta sintió como le subía el calor de sus mejillas, a la vez pequeñas lágrimas de felicidad aparecían en sus ojos.

Entonces agarró la caja pequeña y la abrió.

Un anillo, hecho con oro, un corazón de esmeralda decorando espectacularmente, el corazón era del tamaño perfecto.

La cerró de nuevo, pensando en lo imposible que es el hecho de que estuviera pasando.

Se acercó a su novio, lo movió haciendo que este suelte una queja.

- Levanta, si sigues aquí te va a dar algo en la espalda.- Vegetta siguió moviendo a su pareja.

- Esta bien....- El sueño gobernaba en su voz.

Rubius se notaba nervioso e inquieto.

Rubius entro a la habitación que compartía con Vegetta, dejó a Missa en su cuna y después se tumbó en la cama.

Al rato llegó Vegetta que llego para directamente ir a la cama para así ya estar acostados, juntos.

- Lo s...

- Tranquilo, es obvio que voy a aceptar.- Vegetta le sonrió.

Con eso Rubius terminó de despertarse.

- ¿¡En serio!?.- Preguntó emocionado.

- Shh.- Vegetta hizo un gesto a Rubius indicando que no haga bulla.- Vas a despertar a Missa. Y si, claro que quiero ser tu esposo, tu manera de proponer matrimonio es interesante.- Dijo Vegetta en tono burlón.