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Llevaban un par de días recorridos, el tiempo de la tropa se resumía en caminar, buscar pistas de la compañía, hacer las tiendas, dormir, recojer el campamento y volver a caminar. Y en todo ese tiempo ni el soldado de cabello rizado ni el regordete podían olvidar lo ocurrido en el bosque.

Por un lado Achuchones no podía dejar de buscar con su vista al pelirosa, como si estuviera esperando que el otro lo mirara para tener un poco de su atención. Su excusa era que solo lo hacía para arreglar las cosas y que Gordi no pensara o hablara mal de él, sin embargo mentiría si no dijera que usaba esos momentos para también apreciar cada acción que el robusto hacía; incluso sentía un poco de celos de los beneficios que tenía Azulin como hermano de Gordi, con solo decir su nombre el más bajo iba corriendo a hacer lo que el otro quisiese... él quería eso, odiaba no tener la atención.

Pero no porque le gustaba! Quería arreglar las cosas y mantener limpia su perfecta reputación, obviamente no se quedaba despierto hasta tarde pensando en Gordi y en cómo se sentiría aplastarle las mejillas.

Todo completamente heterosexual e intenciones meramente de compañeros.

Mientras tanto para Gordi era como si se hubieran invertido los papeles porque ahora era él quien sentía unos ojos ámbar pegados encima suyo, trataba de fingir que no se daba cuenta y pretender que nada había pasado; ese día del "incidente" solo fue una noche cansada para ambos y nada más.

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El día de hoy no era tan diferente a los anteriores, solo que Gordi ya no sentía esa mirada quemándole la espalda, ahora que lo analizaba no había visto a Achuchones en buen rato...Tal vez era lo mejor. Estar tan distraído en sus pensamientos hizo que no notara las piedras en el fango por el que caminaban y se tropezó por lo resbaladizo del suelo, cerró sus ojos esperando el golpe y ese liquido de pantano llenarle la cara pero este momento nunca llegó; en cambio sintió como chocaba con algo suave, y al abrir los ojos lo primero que vió fue un uniforme del ejercito, lo sabía! Sus compañeros si lo querían aunque sea un poquito.

"Muchas gracia-"- Su boca se detuvo cambiando esa sonrisa agradecida por una cara como si hubiera visto a un unicornio correr hacia él...Ese moño amarillo solo era de una persona!

"Ten más cuidado Gordi"- dijo Achuchones, quien lo recibía sin poder ocultar una sonrisa maliciosa como las de los niños cuando hacían una travesura,después de tantos intentos finalmente había logrado tener la atención de Gordi- "Ahh...casi me ensucias el uniforme"

Se quejó con un puchero afeminado y aprovechando que el más bajo aún seguía en un pequeño shock se acercó para acomodarle el casco, después le habló bajo al oído.

"Tenemos que hablar. Búscame en la noche por mi tienda, si no sabes cuál es, es la más bonita"-Susurró de manera un poco más seria para que no pensara que era una broma. En eso un rápido jalón separó a Achuchones de Gordi.

"Eh! Cuidado con los rizos!" -Se quejó el peliverde hasta que el sargento lo soltó.

"A la guerra no se vienen a hacer amigos! Si ustedes señoritas están tan apresuradas por quedarse a cuchichear y tomar el té, entonces armen cada una de las tiendas en este instante!"

"Pero ni siquiera es de noche!"- Dijo Gordi tratando de hacerlo entrar en razón a la vez que los demás cadetes volteaban y se acercaban para escuchar, el padre solo miraba con desaprobación las acciones de Caricias; el sargento solo frunció más su rostro.

"Tengo que deletrearselo soldado? A-H-O-R-A, es una maldita orden!"- Habló casi gritando su superior, Gordi solo suspiró y le regaló una mirada molesta a Achuchones, el mismo que solo le daba una sonrisa apenada y subía sus hombros fingiendo inocencia como si no tuviera parte de culpa en ello; ambos maldecian a sus adentros.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2023 ⏰

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