Ahí va ella, bella e imponente como siempre. Con ese vaivén de caderas que hace descontrolar al mundo mientras usa esos tacones para romper el asfalto con cada paso. Indomable y súbita en todo momento. No se postra ante nada ni nadie. Todos la miran, y le gusta. Le encanta la atención y saberse por encima de otros. Parece inalcanzable, perfecta, una diosa. Pero no es así, no es perfecta. Esta diosa tiene miedo. Miedo a quedarse sola. Aún así no muestra sus emociones y debilidades al público. Se los guarda y se mantiene firme. Está decidida a no ser lastimada.
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Letras Que Nacen De Un Vacío
ParanormalEscritos hechos a partir de historias personales y otras no tan personales