▎Notas sobre la inexcusable Muerte
Ah, la Muerte. Esa entidad enigmática que todos sabemos que está ahí, acechando en las sombras, pero a quien nadie quiere invitar a la fiesta. Es como ese pariente incómodo que aparece de repente en una reunión familiar y se queda más tiempo del que te gustaría. Pero, ¿qué tal si le damos un giro a la conversación y nos reímos un poco de su inevitable presencia?
Primero, dejemos claro algo: la Muerte es inexcusable. No importa cuántas vitaminas tomes, cuántos maratones corras o cuántas veces te digas "hoy empiezo la dieta", al final del día, ella siempre estará al acecho. Y aunque suene sombrío, esto puede ser liberador. ¡Imagina la libertad de saber que no tienes que preocuparte por dejar todo en orden! Al fin y al cabo, ¿quién necesita un legado cuando puedes ser recordado como el rey o la reina del caos?
La Muerte ha sido objeto de culto en tantas culturas que a veces parece que estamos en un eterno desfile de modas funerarias. Desde las momias egipcias hasta las calaveras del Día de Muertos, todos han encontrado su manera de lidiar con la presencia de esta entidad. Pero, ¿y si en lugar de rendir homenaje a lo trágico, celebramos lo absurdo? Después de todo, ¿no es un poco cómico que pasemos nuestra vida entera corriendo y acumulando cosas solo para que, al final, todo termine en sus manos? ¡Qué irónico!
Y hablemos del duelo. Esa montaña rusa emocional que nos lleva desde la tristeza profunda hasta el "¿por qué no me di cuenta de lo maravilloso que era ese ser querido antes?". Pero aquí está el truco: el duelo también puede ser una oportunidad para reírnos. Porque, seamos sinceros, todos hemos tenido ese amigo que decía cosas tan ridículas que solo puedes reírte entre sollozos. Así que, ¿por qué no honrar sus memorias riéndonos de las anécdotas más locas y absurdas? La risa puede ser el mejor homenaje a quienes han cruzado el umbral hacia la Muerte.
Ahora bien, no se trata de ignorar el dolor o hacer chistes de mal gusto. Más bien, es sobre encontrar ese equilibrio extraño entre lo gótico y lo hilarante. La vida es un teatro y la Muerte es solo el telón que cae al final. Así que, mientras esperamos que esa entidad haga su aparición, ¿por qué no disfrutamos del espectáculo?
En este viaje hacia lo inevitable, cada uno de nosotros deja una huella única. Tal vez no sea una obra maestra digna de un museo, pero seguro será una mezcla extraña de risas, lágrimas y momentos absurdos. Así que, mientras sigamos respirando (y riendo), recordemos: la Muerte puede ser inexcusable, pero la vida es una oportunidad para hacer lo que nos plazca y crear recuerdos dignos de contar.
Así que brindemos por lo inevitable, por lo absurdo y por cada momento que nos haga sentir vivos. Porque al final del día, lo único que realmente importa es cómo jugamos nuestras cartas en esta partida loca llamada vida. ¡Salud!
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Letras Que Nacen De Un Vacío
ParanormalEscritos hechos a partir de historias personales y otras no tan personales