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-Buen día, ¿en que puedo ayudarlo?
- Hola estoy buscando a Park Jimin.
-¿Al joven Jimin? -preguntó Shinhye con el ceño fruncido.
-Si, el mismo que esta petrificado detrás de tí- el castaño rió.
Shinhye se dió un poco la vuelta y vio a Jimin temblando un poco y pálido como una hoja. El pobre no se podía ni mover.
Lo agarró de los brazos y sin importarle el castaño que estaba en la puerta camino con Jimin hacía la sala y lo sentó en un mueble para así ir por agua.
El castaño entró a la casa y cerró la puerta siguiendo a la joven pelinegra con curiosidad al ver cómo trataba al rubio.
Algo no está bien. Pensó.
Se detuvo junto al mueble donde se encontraba sentado Jimin y lo vio respirar con irregularidad.
-Jimin... -llamó en un pequeño susurró que para el rubio fue un gritó.
Volteo rápidamente hacia el castaño y al verlo sus ojos se cristalizaron y su respiración se aceleró, sus manos temblaban pero su cuerpo estaba dormido, no se podía mover.
-¿Jimin estas bien? -preguntó el castaño arrodillandose frente al rubio y agarrando sus manos.
-T-tae... - susurró en medio de su búsqueda por más oxígeno.
Su vista era borrosa y su cabeza dolía mucho, seguía acelerado y con la respiración acelerada, se sentía muy mal.
Pero no era la primera vez que le pasaba.
-Jimin escuchame. -Shinhye corrió hacia él y lo agarro para que la mirara fijamente.
-¿Que le sucede? -preguntó Taehyung.
-Jimin, vamos, los ejercicios, vamos, inhala por la nariz y exhala por la boca, vamos. - seguía Shinhye instruyendo a su amigo y jefe para que la situación pasará. -Estación base Jimin, vamos, has la estación base.
-¿Estación base? -susurró Taehyung recordando que ese ejercicio se lo dieron sus doctores para cuando tenía ataques de pánico.
-Vamos Minnie, cinco cosas que puedas ver, vamos -habló Shinhye.
Jimin empezó a ver a todos lados, cinco cosas, solo cinco cosas para concentrarse.
-Techo, Hye, Mueble, Lámpara y Kim Taehyung- susurró el rubio.
-Bien, muy bien, ahora cuatro cosas que puedas tocar vamos.
Jimin sintió con sus deditos aún dormidos como podía tocar su suéter, el cojín del mueble, movió un poco más su mano y sintió los jeans de Shinhye y la mano de la misma.
-Suéter, Cojín, Jean y Hye -volvió a susurrar con la voz aún entre cortada y la respiración acelerada.
