-𝐄lla es insoportable, su voz es demasiado dulce ... su cabello demasido perfecto y su sonrisa...- dijo 𝐀egon
-𝐀egon estas enamorado - respondio 𝐂ole mientras miraba al peliblanco
-¿𝐘o enamorado de 𝐃halia 𝐌artell, jamas, es la prometida de 𝐀...
"La belleza de una flor es efímera como la vida misma, pronto se marchita y desvanece dejando solo recuerdos de su breve esplendor"
-Yo te explico-hablo su hermano- es una extraña enfermedad ,es hereditaria y se caracteriza por su imprevisibilidad y su falta de cura-
Senti como si mi alma abandonara mi cuerpo
-Los síntomas del "veneno de arena" pueden variar ampliamente. En algunos casos, los pacientes experimentan sangrados inexplicables y dolores de cabeza crónicos, mientras que en otros casos, los síntomas incluyen desmayos y dolor en el pecho. Los pacientes también pueden experimentar pérdida de memoria y confusión- siguió
Dhalia no se habia golpeado ese dia en el armario
-Aunque se han desarrollado tratamientos para los síntomas del "veneno de arena", aún no hay cura conocida. La enfermedad es altamente contagiosa y puede ser transmitida de generación en generación a través de la línea materna, afecta solo a las mujeres, primogenitas- prosiguió -En Dorne estuvimos trabajando para descubrir las causas de la enfermedad, pero ha sido difícil debido a la variabilidad de los síntomas. Algunos sugieren que la enfermedad podría estar relacionada con la exposición a la arena del desierto, mientras que otros creen que podría ser una mutación genética-Aemond llevo ambas manos a su rostro-El "veneno de arena" ha causado miedo y desesperación en las comunidades afectadas. Aunque algunos pacientes pueden vivir con la enfermedad durante muchos años, otros pueden morir repentinamente sin previo aviso, es muy rara, no solo Dhalia la tiene, muchas dornienses tambien la poseen-
Mi mente se inundó de recuerdos de Dhalia, de todas las veces que la había visto, de las risas compartidas, de los momentos en los que habíamos hablado sobre nuestros sueños e inquietudes. Me sentía impotente, no sabía cómo ayudarla, ni siquiera sabía cómo enfrentarla .
Aparecio la opresión en el pecho, como si algo me estuviera estrangulando desde dentro. El sudor frío empezó a recorrer mi frente, y mis manos empezaron a temblar.
¿Cómo había pasado esto? ¿Por qué ella?
Me sentía tan desesperado que quería salir corriendo y no detenerme hasta que todo esto fuera una mera pesadilla.Todo se volvió borroso y sentí como si me estuviera desvaneciendo. Me apoyé en la pared para no caer.
¿Por qué no me lo dijo?
Mis pensamientos se agolpaban en mi mente, sin orden ni coherencia. ¿Cómo podía haberme enamorado de alguien que tenía una enfermedad incurable? ¿Cómo podría vivir con la idea de que un día podría perderla para siempre? Me sentí impotente y desesperado.
Mi respiración era agitada y profunda, como si quisiera tragar todo el aire a mi alrededor. No podía moverme de donde estaba, y la información que estaba escuchando seguía golpeándome una y otra vez. Me sentía como si me estuvieran asfixiando.
¿Por qué yo?
Por mis mejillas cayeron varias lagrimas.
Escuchar las palabras del padre de Dhalia fue como recibir un golpe directo al estómago. Sentí que el mundo a mi alrededor se tambaleaba y que todo lo que sabía era una mentira. La noticia de que Dhalia tenía veneno de arena me hizo sentir como si mi corazón se rompiera en mil pedazos
Sentí que mi respiración se aceleraba, que mi cabeza me iba a estallar de dolor. Me agarré la cabeza con las manos, tratando de hacer que el dolor de cabeza desapareciera. Estaba en un estado de shock y no podía pensar en nada más que en Dhalia.
Ser Criston notó mi malestar y me llevó a un rincón alejado para que pudiera recuperar la compostura, me miró con preocupación y me preguntó si estaba bien. Traté de asentir, pero mi garganta estaba seca y no pude articular palabra.
Sin embargo queria seguir escuchando sobre aquello, queria saber sobre ello
-No me importa que Dhalia tenga la enfermedad del veneno de arena. Yo la cuidaré y la protegeré con todo lo que tengo.-hablo mi hermano
-Aemond, estás a tiempo de cancelar la boda. ¿De verdad quieres casarte con una mujer que tiene una enfermedad incurable?-hablo su padre
- ¿Cancelarlo? No hay forma de que cancele la boda, padre. Dhalia es la mujer que amo y la quiero tal y como es. El veneno de arena no cambia lo que siento por ella.-
-Pero es que no sólo es el hecho de que esté enferma, Aemond. ¿Qué pasa si tienen hijos? La enfermedad es hereditaria-
- Lo sé,pero eso no significa que no vaya a amar a nuestros hijos si llegamos a tenerlos. Lidiaremos con los problemas que vengan y los superaremos juntos, como una familia, me asegurare que todos sean varones-
-Entiendo tu punto de vista, Aemond. Pero piénsalo bien. Esta decisión podría tener consecuencias para toda la vida.-
- Ya lo he pensado bien, padre. Dhalia es la mujer que quiero y nada va a cambiar eso. Yo la amo y siempre estaré a su lado, pase lo que pase.-
-Entonces debes estar consciente de que el veneno de arena es una enfermedad muy difícil de tratar. Puede llevarla a la muerte-
-Lo sé, pero también sé que ella es fuerte y valiente. Juntos podemos enfrentar cualquier adversidad-
-Entonces, ¿qué harás si ella empeora? ¿Estás dispuesto a cuidar de ella hasta el final, incluso si eso significa verla sufrir?-
-Yo...- Aemond dudo un segundo, yo no hubiera dudado- Estoy dispuesto a todo por Dhalia. La amo y siempre estaré a su lado-
- Muy bien, hijo. Si ese es tu deseo, yo te apoyaré en todo lo que necesites para cuidar de mi hija-
- Muchas gracias, señor. Haré todo lo posible para hacerla feliz y cuidarla en la salud y en la enfermedad y hasta que la muerte nos separe-
Mis piernas se debilitan y me siento como si el mundo se hubiera detenido en ese instante. El sonido de la voz del padre de Dhalia todavía resuena en mi mente, "morir". Me agarro a la pared, intentando mantenerme en pie, pero mi cuerpo parece estar fallando. Siento un nudo en la garganta y mas lágrimas empiezan a brotar de mis ojos.
Escucho el rugido de Sunfyre a lo lejos, y sé que mi dragón también siente mi dolor. Me duele el pecho y tengo una sensación de vacío en el estómago. El mundo se vuelve borroso mientras me alejo del lugar, tratando de procesar todo lo que acabo de escuchar.
Corro por el pasillo, pero mis piernas apenas me sostienen. Finalmente, me desplomo de rodillas en el suelo, soltando un grito desgarrador. Siento que me desgarro por dentro, que mi corazón se parte en dos.
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