Capítulo 2//día largo

851 61 8
                                    

El sonido del sufrimiento encarnado me obligó a salir de mi maravillosa cama. Estaba teniendo un sueño increíble donde engullía mis dulces favoritos: Donuts - que ganas de quedarme aquí para siempre.

- Martes - me senté en la cama y no pude hacer otra cosa que no sea mirar una chancla que en algún momento de la noche se desplazó hasta la otra punta de la habitación - que mal rollo, juraría que anoche las dejé pegadas a la cama. ¿En qué momento llegó eso ahí?

Sin perder más el tiempo de levanté de la cama y empecé a hacer lo de siempre. Cuando llegué a la cocina no podía creérmelo; había un donut cubierto de chocolate esperando por mi en la mesa. Esta mañana me pasaban cosas extrañas, ¿tendré poderes ocultos? ojalá.

Solo ví uno, por lo que como buena hermana que soy lo partí a la mitad para que mi hermano desayunara algo - claro que le recordaré que le dejé un trozo para cuando necesite un favor.

Esa sí era una buena forma de empezar la mañana, por lo que ahora más feliz y habiendo preparado todo lo que necesito para salir hacia el instituto abrí la puerta de la habitación de mi hermano y como es costumbre le avisé de que se le haría tarde. Se le veían 0 ganas de vivir, cosa de la que obviamente me reí, causando una mala mirada de su parte. Pero me daba igual, aquel donut me había alegrado la mañana y la vida en general. Nada podría deprimirme.

......................

- La profesora de biología está enferma y no vendrá hoy.

Me quedé de piedra. Entendía que un profesor se enfermara, pero ¿Por qué tenía que cubrirla la profesora de historia? Miré a Rubí que parecía estar aguantando una carcajada. Biología era mi asignatura favorita y hoy me quedaría sin su clase, además de tener que escuchar a la profesora de historia contarnos lo que nos explicará en su clase de por la tarde. 

- Me ha dicho que podéis aprovechar la clase para estudiar el contenido que habéis visto, pero me parece un desperdicio a sí que podemos ir viendo las causas que provocaron la primera Guerra Mundial - la profesora parecía feliz de ver nuestras caras de sufrimiento, nadie parecía dar crédito que lo que estaba sucediendo ¿De verdad iba a dar su clase utilizando el tiempo de su compañera?. Todos tenían cara de "por favor, que alguien me saque de aquí" todos menos Rubí. No entendía su entusiasmo por la asignatura, pero a mí me gustaba la física por lo que no podía juzgarla.

- ¿Se te ha acabado el poder mágico del donut? - Rubí se burlaba de mi con esa maldita sonrisa deslumbrante 

- Ja ja, muy graciosa Rubí - me tumbé en la mesa deseando que la clase terminara y Rubí me acariciaba la espalda mientras se reía de mi sufrimiento.

- Hoy no tengo clases de baile, ¿Te parece si damos uno toques con la pelota antes de que vayas a entrenar? - Esta chica debía ser un ángel, la miré con ilusión y una sonrisa renovada mientras asentía frenéticamente. Ella se reía por mi actitud - Sí que eres fácil de animar

...................

Las clases continuaron con normalidad, aunque sentí el día interminable por eso de tener una clase extra de historia. Rubí y yo empezamos a caminar hacia mi casa, tenía una pelota de voleibol en mi habitación y así podríamos comer juntas. Cuando llegué encontré a mi hermano con su novia, Akiko, era una chica dos años mayor que yo, la misma edad que Ichiro. Era hermosa, tenía un pelo negro largo y sedoso que llegaba hasta la altura de las axilas y unos ojos marrones intensos preciosos. A veces envidio la suerte que tiene mi hermano. 

- ¡Akiko! - Akiko y yo nos llevábamos genial y teníamos confianza, por lo que en cuanto la vi me lancé a abrazarla

Ella me abrazó de vuelta mientras se reía - Cuanto tiempo Tetsu, ya te echaba de menos

Blue Lock// desde que te conocí// Meguru BachiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora