Capítulo 6//Preocupaciones.

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Estaba en mi habitación, eso era todo lo que sabía en ese momento. No podía ver nada, tampoco podía respirar bien y notaba una extraña presión en mi cara ¿Qué estaba pasando?. Escuchaba un murmullo lejano, como una voz llamando a alguien ¿Por qué no me podía mover? ¿Qué hora es?. Entonces me di cuenta de que estaba en un sueño, estaba dormida y ya podía mover mi cuerpo, empecé moviendo ligeramente los dedos de las manos y los pies, pero ¿por qué seguía notando esa extraña sensación en mi cara?

Levanté mi mano llevándola hacia mi cara y noté algo peludo y caliente. Me asusté y me levanté de golpe. Toda mi habitación estaba oscura, la única luz que había era la que entraba por la puerta que daba al pasillo. Aún alterada, encendí la luz y pude ver un gato totalmente negro a excepción de su pata delantera izquierda y la trasera derecha que tenían una mancha blanca cada una. Estaba en el suelo, apoyado sobre sus cuatro patas mirándome con el pelo erizado por el movimiento brusco que le había llevado a caer en el suelo. 

Me quedé mirando el gato extrañada. ¿No me había despertado ya? ¿Seguía soñando?. Entonces escuché la voz que me parecía haber escuchado en mi sueño.

—Pss gato, gato ¿estás por ahí?—Era mi hermano hablando en un susurro para supongo que no despertarme. Tarde.

—Pero que cojones—Ichiro se acercó corriendo a mi habitación al escucharme, y asomó la cabeza por la puerta.

—Anda, buenos días Tetsu—Mi hermano me miró con una sonrisa nerviosa e inspeccionó mi habitación en busca de algo. Agarré al gato con las manos y lo levanté.

—¿Buscas esto?

—Eh...¿Y eso cómo ha llegado allí?—soltó una pequeña risa nerviosa —no le digas a mamá por favor.

—Pero, ¿de dónde lo has sacado?—dejé el gato sobre mi regazo y lo empecé a acariciar. El gato ya más relajado que antes por el susto, empezó a girar para encontrar una posición más cómoda y tumbarse para disfrutar de las caricias. Me pareció adorable y sonreí al ver que el gato estaba a gusto y tranquilo.

—Lo he encontrado en el patio, le he dado de comer dentro de casa y ahora no quiere irse—Me empecé a reír de su cara de preocupación

—Relájate un poco anda. Mamá lleva un tiempo enviándome enlaces de páginas para adoptar gatos, puede que hasta le haga ilusión tener este.

—¿Tú crees?

—Seeh.—No le di mucha importancia al asunto y empecé a jugar con el gato. Tenía los ojos heterocromáticos, uno de color azul, y otro amarillo. Entonces me acordé de Bachira, sus ojos amarillos eran parecidos. Una sonrisa inevitable apareció en mi cara, ayer lo pasé genial.

—Pues a ver si la puedes convencer de tener al gato. Pareces contenta.

—Si consigo que se quede, yo le pongo nombre—Miré por un tiempo la cara del gato para ver si se me venía algo a la mente— tiene cara de Luis—Hace poco estuvimos Rubí y yo buscando nombres de otros países y habían algunos que nos hicieron mucha gracia.

—Es hembra—Giré el gato para comprobarlo y, efectivamente era, hembra

—Pues Luisa.

—Pobrecita, primero convence a mamá y después le busco un nombre bonito a la criatura.

—Aha, bueno Luisa, baja de la cama que me tengo que levantar y esas cosas.

—Voy a salir a comprar, mamá dice que llegará en media hora.

Miré el reloj del móvil y eran las 9 de la mañana. También pude ver que tenía mensajes.

Rubí💛

Blue Lock// desde que te conocí// Meguru BachiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora