Capítulo 1//Tetsu

1.7K 59 15
                                    


Me desperté de sopetón con el molesto sonido del despertador que marcaba las 7am.

Aunque nunca tengo problemas para levantarme de la cama ya que cuando estoy sumida en un profundo sueño cualquier tipo de sonido fuerte es capaz de ponerme alerta, por lo que, en cuanto me di cuenta de la situación me deprimí: era lunes, ayer trasnoché hablando con mi mejor amiga Rubí y tenía 0 ganas de vivir en estos momentos. Aún así, casi en modo automático empecé a hacer mi rutina antes de dirigirme al instituto. Fui al baño, después me comí una galleta que encontré en la mesa de la cocina, a mi hermano mayor, Ichiro le gustaba de vez en cuando picar algo a medianoche y lo más probable es que aquella galleta se la dejara él allí. Como por las mañanas no solía tener hambre me conformé con eso, pero como no me apetece terminar el día con mareos, me guardé un trozo de tarta de queso que hice durante el fin de semana. Miré el reloj y ya eran las 7:15, tendría que vestirme, cepillarme los dientes y el pelo rápido si quería ir andando al instituto como siempre.


Ya más despierta que hace unos minutos terminé de preparar lo que me quedaba y antes de salir me asomé a la habitación de mi hermano para comprobar que siguiera con vida. En cuanto encendí la luz él se empezó a revolver en la cama y a quejarse de que era muy pronto. Le tiré una camiseta arrugada que tenía tirada en el suelo para llamar su atención.


- Te lo hubieras pensado antes de estar toda la noche jugando videojuegos con el ordenador.-Soy consciente de que mis palabras pueden ser algo hipócritas ya que yo técnicamente estuve toda la noche cotilleando con Rubí, pero yo soy capaz de funcionar con pocas horas de sueño, mientras que él no

- Vaaale, ya me levanto, solo déjame ubicarme, es muy pronto.


Ya más tranquila porque yo ya le había avisado de que se le haría tarde, salí de mi casa asegurándome de llevarlo todo: mochila, llaves y los auriculares que usaría para el paseo de media hora hasta el instituto. Me gustaban esos paseos matutinos, aunque mi hermano y mi amiga me digan en cada ocasión que sería más fácil coger el autobús, yo no les hago caso. Cuando voy andando con mi música puesta no me preocupo de llegar a tiempo para no perder el autobús, ni tampoco estoy rodeada de tanta gente. 


Llegué 10 minutos antes de la hora de entrada y me quedé cerca de la entrada esperado a Rubí. Sus padre no son japoneses, de hecho son de España, lugar donde se conocieron y se casaron, pero se trasladaron aquí porque les gustó mucho el país y su situación económica se los permitía. Ambos consiguieron adaptarse enseguida, y dos años después de acomodarse tuvieron a su única hija; Rubí Hernandez. Siempre la llamamos por el nombre porque el apellido nos resulta prácticamente imposible de pronunciar y a ella no le importa, ya que debido a su crianza aquí, también tiene dificultades con la pronunciación. Rubí a mis ojos y a los de muchos, es una chica preciosa; cuerpo delgado y esbelto, piernas largas, que sumado al resto de su cuerpo daba una estatura de 1,69, pelo rubio, ondulado y largo hasta la cintura, y unos ojos color miel que le daba el aspecto de alguien adorable y tierna. 


Nos conocemos desde los 7 años, porque coincidimos en la misma clase de primaria y desde entonces somos inseparables y 10 años después seguimos manteniendo esta conexión. Nuestros padres también se hicieron buenos amigos, aunque yo solo cuente con mi madre, mi padre falleció dos meses antes de mi nacimiento por lo que ni siquiera pude verlo. Esto a mi madre le afectó mucho, pero con ayuda de mis abuelos consiguió salir a delante. Volviendo a Rubí, ella practica ballet y hay que admitir que se le da genial, posee un gran control sobre su cuerpo que le permite bailar de una forma hipnotizante. En cuanto a personalidad, ella es algo despistada y le cuesta abrirse a gente nueva. Cualquiera que la vea sonreír pensaría que es una persona sociable, extrovertida y el tipo de persona a la que te le puedes acercar y mantener una conversación, pero lo cierto es que es algo tímida y no suele ser muy agradable con la gente que no conoce. Prefiere guardar su brillante sonrisa y sus largas conversaciones para la gente a la que conoce y aprecia. 


Me empecé a preocupar cuando miré la hora y quedaba solo un minuto para que tengamos que entrar a clase, cuando, la vi a lo lejos trotando mientras sujetaba su mochila con ambas manos. Sonreí más aliviada y cuando estuvo lo suficiente cerca la saludé con una amplia sonrisa y un cálido abrazo. Ella sin aliento me devolvió el saludo mientras trataba de recuperar el aire.


- H-hola Tetsu - me saludo aún con la respiración alterada- ¿Qué tal has dormido? - capté la ironía en sus palabras, ya que ambas estuvimos hasta tarde hablando

- Bueno, parece que me he levantado con más energía que Ichiro - Hablé entre risas por la dificultad que tenía mi hermano para empezar el día

-Entre que tu hermano necesita alrededor de 10 y 15 horas de sueño para ser persona y que se pasa las noches jugando con el ordenador, no me extraña que lleves la mañana mejor que él. Además que tampoco entiendo tu extraña habilidad para parecer persona sin dormir y sin usar maquillaje.

-Solté una sonora carcajada - En realidad es muy sencillo mi querida Rubí, solo hay que hacer un pacto con el diablo

- A bueno, pues luego me envías su contacto y contrato sus servicios


Ambas llegamos a clase entre risas y comentarios raros que escandalizarían a cualquiera. Rubí saltó de alegría al recordar cual era la primera asignatura que nos tocaría ahora, a mi se me borró la sonrisa y giré la cabeza para ver el horario que teníamos pegado en la pared y mi buen humor desapareció: tocaba historia, la única asignatura que me daba problemas y la favorita de mi amiga. 

- Rubíii, quiero irme - me dejé caer encima de ella mientras hacía un puchero - Ello solo rió y me acariciaba la espalda para darme apoyo

En cuanto entró la profesora de historia todos nos dirigimos a nuestras mesas para empezar la clase. Como los sitios estaban posicionados en parejas, Rubí y yo nos sentamos juntas desde el primer día de clases. 


El día continuó con normalidad y casi sin darme cuenta se terminó. Hoy tenía la tarde libre, practicaba voleibol en el club del instituto los martes, miércoles y viernes. Sin embargo Rubí tenía sus clases de ballet los lunes, miércoles y viernes. Nos despedimos y yo empecé mi camino de vuelta a casa. Cuando llegué mi hermano ya estaba preparado la comida, por lo que le ayudé a poner la mesa y empezamos a comer. Hablamos un poco sobre cómo nos fue el día y después cada uno nos encerramos en nuestras habitaciones; él para jugar en el ordenador y yo para repasar un poco por encima lo que habíamos visto en clase. Más tarde llegó mi madre y fui a ver cómo estaba. Ella era una mujer fuerte, pero cada vez se le notaba más el paso de los años y se veía algo cansada. Le calenté algo de comida que había dejado mi hermano preparada y empezamos a hablar muestras ella comía algo. Después ambas fuimos juntas a su cama que era más amplia y vimos series juntas. Cuando ya se hizo más tarde, debido al cansancio que te provocaba el primer día de la semana nos fuimos a dormir.

- Suspiré mientras cerraba la puerta de mi habitación y me tiraba sobre la cama - Bueno, mañana será otro día


-----------------------------------

Este capítulo es para introducir la historia, en el siguiente aparecerá ya nuestro amado 





Blue Lock// desde que te conocí// Meguru BachiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora