Prólogo

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1991, Inglaterra, Reino Unido

Una mañana de verano, había un gran alboroto en la casa de los Granger: la pequeña de la casa había recibido una de las noticias más extrañas aunque no por ello menos maravillosa: Hermione había sido aceptada en la prestigiosa Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts para cursar su educación mágica.

Era la primera vez que oían hablar de ella y sin duda, la primera vez en que algo tan especial había sucedido en la familia. La carta vino de la mano de una señora mayor con expresión algo severa y ojos grises que se presentó ante ellos como la Profesora McGonagall. Su deber era demostrar que la carta no era ninguna broma de mal gusto y presentar a los padres de la inteligente niña el mundo al que su hija permanecería para siempre: el mundo mágico.

-Verán, comenzó a explicar aquella estrafalaria mujer con gorro en punta y una túnica verde pasada de moda hasta los pies- ustedes son lo que nosotros llamamos muggles, son gente que no posee magia y sin embargo hay veces que una chispa nace de esa unión y crean a una bruja o mago como su hija Hermione. Es un colegio para internos, por lo tanto, su hija estudiará y dormirá en el castillo. Así pues, comprenderán que deben llevar todo esto con la máxima discreción y que comenzar a buscar explicaciones a la familia por las que su hija no seguirá yendo a un colegio muggle.

-Entiendo, pero ¿no podremos verla ni en vacaciones? - se lamentó un tanto en shock la señora Granger y necesitaremos saber cuánto van a costar sus materiales escolares: cuadernos, hojas, lapiceros...

-Obviamente, en vacaciones de Navidad si lo desea puede volver y los veranos no hay gente en el colegio. La escuela se hace cargo de todos sus gastos y del material en casos como estos, no debe preocuparse. En la próxima semana les enviaré otra carta con la confirmación del día en el que vendré a recogerlos a por el material escolar y enseñarles un poco nuestro mundo.

Con estas palabras, se levantó dejando el té en la mesilla y se despidió. Nadie dijo mucho esa noche, al contrario que en las siguientes. La semana que siguió fue un vorágine de hacer maletas, lloros y momento de incredulidad, pero estaban todos listos para partir en la fecha prevista.

Fue una experiencia mágica en todos los sentidos para los Granger. El Caldero Chorreante, el Callejón Diagon, la modista, tiendas con escobas, cafeterías y el sitio que le robó el corazón a la pequeña de pelo rebelde: Flourish and Blotts, la librería más impresionante en la que hubiera podido estar a sus 10 (pronto 11) años.




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Nota de autor: estoy subiendo el fanfic primero a AO3 y va más adelantado, lo subo aquí porque no todos lo tienen o lo conocen <3

Las perlas de OuruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora