Las perlas de Ouruel

Capítulo 1

2 de mayo de 1998, Batalla de Hogwarts

Harry había desaparecido. Hermione estaba irritada y preocupada a partes iguales pues suponía el motivo de su marcha. En la Sala de los Menesteres se hallaba agrupado el Ejército de Dumbledore, La Resistencia a los mortífagos que ahora paseaban libremente por el castillo. Ron, Hermione, Neville, Luna y Ginny se reunieron en un corro para decidir su siguiente plan de acción ante la nueva situación.

-Yo prefiero encargarme de los  heridos que hay aquí y de los alumnos de cursos menores demasiado jóvenes como para pelear. Los llevaré hasta Aberforth para alejarlos todo lo posible del campo de batalla. - decidió Luna - Vosotros organizad al resto. Por favor tened cuidado con los thresalls, la batalla les agita y además la cabeza de Ronald les recuerda a las flores de vugtillo. Ya intentaron comerse su pelo en tercer curso.

Se marchó dándose la vuelta con un sonido de las decenas de pulseras y colgantes que llevaba, yendo a un corro de estudiantes de primero y segundo que estaban en una esquina cabizbajos. Como siempre, Luna dejaba un poco desconcertados a sus amigos.

-Después de tantos años -empezó Ginny- y todavía hay veces que me sorprende, aunque no sería Luna si no lo hiciera. Bueno - cambió de tema poniéndose más seria - Hermione, tú y Ron tenéis que terminar con vuestra misión y destruir los horrocruxes que quedan. ¿Sabéis cuáles son y dónde están?

- Sí - contestó Ron irguiéndose – deja eso en nuestras manos.

- Bien, nosotros nos encargaremos de organizar a todos los que quieran luchar.

Un silencio incómodo se instauró, dándose cuenta de que tal vez aquella podría ser la última vez que se vieran con vida. Fue roto por Ron, quien colocó una mano un tanto avergonzado en el hombro de Ginny.

- Ginny -empezó a decir Ron algo incómodo y se cortó para terminar diciendo: "Solo cuídate,  mamá me mataría si te pasase algo".

- Ron ha dejado encima de la mesa un mapa con posibles estrategias para frenar a los mortífagos e impedir el avance de dementores en el castillo. Podéis echarle un vistazo. Nosotros nos vamos ya.

En su camino a la puerta, varios compañeros les fueron deseando suerte. Hermione se giró, incapaz de no mirar por última vez a toda aquella gente, tal vez fuera la última ocasión que les observara a todos en una misma habitación o simplemente...vivos. Allí estaban sus amigos y compañeros, gente con la que llevaba desde el primer día de clase en aquel ya lejano primer año. 

Quiso repasar todos sus nombres y caras con la urgencia de una persona viendo por última vez: Luna, Ginny, Seamus, Neville, Angelina, Katie Bell, Hannah Abbot, Cho, Finnigan... Magos y brujas excelentes de todas las casa, puesto que algún que otro Slytherin había decidido elegir el bando de la luz y no el de la Oscuridad y rebelarse contra los Carrow. Gente de todos los cursos dispuestos a luchar hasta el final para defender el futuro en el que creían, el castillo que les había acogido durante tantos años, dispuestos incluso a morir combatiendo a Voldemort y sus allegados.

Ron abrazó a Hermione por los hombros y les puso la capa de invisibilidad que ya quedaba algo corta .

-Vamos Mione, tenemos que ayudar a Harry todo lo que podamos. Cuanto antes, más posibilidades tendrá.

-Sí- sacudió la cabeza sorbiendo la nariz y dando unos golpecitos de varita en el Mapa de los Merodeadores- de acuerdo, allá vamos. Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

El mapa les ayudó a llegar al baño de chicas del segundo piso por sugerencia de Ron.

- ¿Seguro que vas a poder abrirlo?- preguntó Hermione con la copa de Hufflepuf en la mano: el quinto horrocrux del que conocían existencia. Esto solo les dejaría a Nagini como último Horrocrux, pero tendría que ser al final puesto que no se separaba de Voldemort. Eso, o esperar que Harry hubiera encontrado el modo de deshacerse de esa asquerosa serpiente que casi les come en Godric's Hollows.