Soy yumei matsubara, pilar de la sangre. soy muy directa, no suelo ser cariñosa con otros pero no les falto el respeto a menos de que lo hagan conmigo, me gusta entrenar en mi finca mientras como algunos mochis, me gusta la calma, odio los gritos....y odio a los malditos demonios.
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(La imagen no es de mi propiedad créditos a: _Chilli_Bun es su insta 👀 ahí pueden encontrar la obra original)
Nací en el distrito rojo, pero en el sector más pobre y donde apenas llegaba la luz, mi madre me repudió siempre, decía que yo nunca debí existir y que si podría cambiar un momento de su vida sería evitar que yo naciera. A los doce años me echo de la pequeña casa en donde vivíamos, pero me enfurecí tanto que antes de marcharme tomé una cuchilla que había guardado y mate a mi madre. vagaba por las calles buscando comida aveces no encontraba nada, solía comer basura que dejaban las casas de té. Un día, decidí marcharme del distrito rojo, me fui por la parte boscosa ya que era la única salida, era muy tarde esa noche y decidí pasar la noche ahí.
Pero no contaba conque un demonio se cruzara en mi camino; recuerdo todavía la presencia tan oscura que él evocaba, me asustaba...
—pero miren quien está aquí, es la niña que mató a su madre...¿odias a los de tu especié verdad? Todos esos humanos que te miraban con asco y odio....¿porqué no te conviertes en demonio? Podrías hacerte fuerte y Luego matarlos como a tu madre....—
Ese demonio tenía múltiples rayas cubriendo su cuerpo, piel pálida y ojos amarillos que brillaban en la noche. Nunca olvidare lo qué pasó...
—oye niña, no intentes desafiar a un demonio siendo tan débil....vas a morir en cuestión de minutos. Serás útil algún día....te daré algo de mi sangre, no sé si soportarás la transformación pero de nada sirve quedarme con la duda—
☘️❤️
En ese momento dejé de ser la misma que era antes; por algún motivo no me convertí en un demonio...pero gané una habilidad de regeneración y otra que se activa con mi sangre; primeramente mi regeneración no es igual de efectiva que la de los demonios, es lenta y consume mucha energía; mi habilidad con mi sangre se debe a que la puedo manipular a mi antojo.
Después de esa noche pasó un año, cierto día que iba caminando me encontré con una cazadora de demonios. Me vio vagando y se acercó a mi y me hablo con la amabilidad que jamás había recibido en mi vida.
—hola pequeña, ¿cual es tu nombre? —
—me llamo....y-yumei...—
—¿yumei? Que nombre tan lindo! ¿Qué haces vagando por este camino sola? ¿Donde están tus padres? —
Le conté todo lo que había vivido y...no me juzgo, ella decidió llevarme a su finca, pero no entendía porqué llevaba una katana y ese uniforme en ese entonces. Cuando llegamos a su finca me baño, me dio ropa y me alimento; cuando probé su comida llore de lo delicioso que estaba, nunca había comido algo tan Bueno...
