¡Dame al señor pelusa!

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—Y solo por cuidar a una tierna niña como tu.—España le acaricia la cabeza a la pequeña niña la cual sonríe dulcemente.

De pronto tres pequeñas bestias de cabello rubio bajaron las escaleras gritando. Uno de ellos, el mas alto, tenia los ojos de color rojo y traía consigo un peluche de perrito. El segundo tenia los ojos de diferente color, siendo el izquierdo de color azul y el derecho amarillo, tenia unas tiernas pecas y lucia como si quisiera matar al mas alto. El último tenia los ojos azul y se le veía preocupado, tal parece que trataba de evitar que los otros se pelearan.

—¡Colombia, dame al señor pelusa!—grito el pecoso.

—No, no lo haré.—dijo de forma burlesca.

—Por favor, decidme que estos críos se equivocaron de piso.—Le suplico el español a la niña esperando que esta dijera que si. Lamentablemente la niña negó con la cabeza

—No, ellos son mis hermanos mayores.—dijo—Y son así todo el tiempo

El pelirrojo rápido se arrepintió de su desicion de ser el niñero de esos niños

—¡Sabes que no puedo dormir sin el!

—Pues deberías dejar de ser un bebé comenzar a dormir solito.

El pecoso suelta un gruñido enojado para luego empujar al mayor provocando que este cayera en el sillón. Posterior a eso se coloca encima de el y con ayuda de un cojín comienza a golpearlo, golpes que el colombiano trataba de detener sin éxito

—¡Vene, Coco, la violencia no es la respuesta!—grito el menor de los cuatro con preocupación, recibiendo como respuesta un golpe en la cabeza muy fuerte con el cojín.

España se tapa la boca con asombro mientras que Panamá solo rodeo los ojos, esta ya estaba acostumbrada a sus peleas.

El ojiazul se recupera del golpe y mira muy malditamente molesto a Venezuela con la paciencia colmada.—Ok, basta de No-violencia. ¡Te aprisionare como boa constructora!—Acto seguido se abalanza encima del heterocromatico aferrándose a su espalda y apretándolo con mucha fuerza

Venezuela pierde el equilibrio y cae al suelo junto con el menor y Colombiano se les une tomando el cojín y golpeando como él le había hecho segundos atrás.

El pelirrojo alarmado toma a Ecuador y trata de apartarlo de su hermano

—¡Soltadlo, niño malcriado!—Ecuador se negaba a soltarlo y le dirige al europeo una mirada de odio y un gruñido enojado, haciendo que este se apartase un poco de el.—Funcionaba con los perros de mi casa.—comento al ver que su plan fracaso






HeY jEsSiE, hEy JeSsIe


//Los hêrmånøs Tricolor//ČøûntryhûmånsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora