Ecu esta de malas

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Venezuela, Colombia, Panamá y Perú se encontraban reunidos en la cocina de la vivienda de los tricolor tratando un asunto de mucha importancia. Se habían reunido desde muy temprano, mas específicamente antes de que Ecuador se despertara, por petición del tricolor de ocho estrellas.

Venezuela con un marcador rojo encerró en un circulo el día del calendario en el que se encontraban dándole la espalda a los tres países que miraban en silencio y expectantes lo que el venezolano hacia, esperando pacientemente a que este comenzara a hablar.

—Bueno, familia, oficialmente estamos al día 28 del presente mes de Junio.—Hablo con calma Venezuela voltenadose para ver directamente a los demás.—Todos sabemos que significa eso.

Panamá y Colombia asintieron preocupados mientras que Perú se quedo estático mirándolos.

—Comienza el episodio maníaco de Ecuador.—Concluyo el de estrellas haciendo una pose dramática como si fuera el fin del mundo.

La sala se quedo en silencio por unos minutos antes de que el venezolano cortara de golpe el dramatismo volviendo a retomar la conversación.

—Durante sus episodios maniacos Ecu suele ponerse un poco...

—¿De malas?—Dijo el peruano

—¿Se vuelve un grosero al que no se le puede hablar?—Comento Colombia cruzándose de brazos.

—¿Un Desgraciado que solo sirve para molestar?.—Le siguió la panameña.

—...Yo iba a decir "irritable" pero si, eso también.—Venezuela se sentó con ellos en la mesa.—Por eso se convoco a esta reunión, para pensar un plan de como vamos a sobrevivir las próximas semanas.

Vivir con Ecu no suponía un problema para los hermano mas que cuando a este entra en sus episodios donde se vuelve muy difícil tratar con el. En sus episodios maníacos, como se dijo hace rato, el ecuatoriano se volvía sumamente agresivo y molesto, cualquier mínima cosa que hicieran o dijeran los otros podía desencadenar la ira del de escudo; mientras que por otra parte en sus estados depresivos se solia encerrar en su cuarto y NADA del mundo podía hacerlo salir. 

Y bien, en ninguno de los dos casos era muy bonito para nadie, sin duda la peor parte sucedía en los estados maniacos. Por suerte con ayuda de las terapias y medicamentos ha sido mas llevadero el asunto.

—Yo propongo lo siguiente: Cualquier cosa que pregunte ustedes responderán que si.—Propuso Venezuela.—"¿Puedo salir?" Si, "¿Puedo comprar una torta?" Si.

—¿Y si pregunta si puede venir a mi casa?—Pregunto Perú con una sonrisa burlona.

—Absoluta y rotundamente no.—Sentencio el colombiano mirando de manera asesina al peruano.—Eso no esta abierto a discucion.

Bueno, se hizo el intento.

—Si les pide algo, haganlo.

—¿No estaríamos siendo muy persuasivos con el?—Todos miraron al colombiano.

—Lo mejor que podemos hacer es ponernos en modo jalabola para no morir ¿O prefieres que te clave un tenedor en el ojo?

Colombia se encongio de hombros desviando la mirada, recordando la otra vez que su hermano menor estuvo cerca de hacer algo parecido.

Antes de que alguien dijera otra cosa desde el piso de arriba se escucho una alarma y seguido a eso un bufido muy enojado y el sonido de un golpe fuerte. Los cuatros países que estaban en la cocina tragaron saliva al mismo tiempo mientras comenzaban a sudar frío.

—Bueno, es hora de poner el plan en marcha.—dijo el ojirojo.

Un muy furioso ecuatoriano que seguía en pijama bajo las escaleras y entro en la cocina mirando colérico a sus hermanos y a Perú.

—¿¡A quien se le ocurrió la maravillosa idea de ponerme una alarma!?—exclamo extendiendo su celular que marcaba exactamente la alarma programada a sonar a las 9:30 am.

—Fuiste tu.—respondio Panamá temblando del miedo, podía sentir la mirada de su hermano mayor sobre ella y la ponía sumamente nerviosa.

Ecuador bajo la mirada mirando fijamente el teléfono, despues de unos segundos soltó un suspiro cansado.

—Si, fui yo, perdón.—Se disculpo, no había recordado que le mismo la había puesto el día anterior.

—Buenos días, amor.—Al momento de decir eso el peruano sintió unas punzante miradas clavada en el.

Ese apodo claramente no les gusto para nada a los otros tres, y juraba que Colombia estaba a nada de tirarsele encima, pero trato de ignorarlos y mantener su vista fija en su pareja con una ligera sonrisa. Este lo miro de vuelta de manera seria, volteo a ver a sus hermanos los cuales al instante cambiaron su expresiones de enojo a unas muy obvias sonrisas falsas, para luego dirigirse a paso lento hacia el bicolor y darle un beso en la mejilla.

—Buenos días.—contesto un poco adormilado.

—¿No tiene hambre?—Se apresuro a preguntar Venezuela quien cargaba un pequeño Tic en ojo.

—No, gracias.—Ecuador tomo un vaso, se acerco a la nevera y lo lleno de agua.—Ire a cambiarme ya vuelvo.

Con todo el revuelo no se había percatado que seguía en pijamas, así que con su vaso de agua se retiro del lugar en dirección a su cuarto.

Todos suspiraron aliviados. Aunque el alivio les duro poco.

—Se salva por ahora gonorrea, pero cuando todo esto pase ni crea que lo volveremos a dejar pasar.—Alerto bastante molesto.

—Pero...—Antes de que Perú pudiera protestar Panamá lo interrumpió.

—Lo importante ahora es que Ecu se calmo, si seguimos así podremos salir ilesos estas semanas.—Comento con una sonrisa.

—Pana tiene razón, tal vez ahora si tengamos suerte.


Alerta spoiler, no tuvieron suerte.

//Los hêrmånøs Tricolor//ČøûntryhûmånsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora