Narra Lucio:
Florinda me beso en mi salón, ella era algo pesada así que no pude moverla al momento, hasta que me asusté cuando Myriam entro al salón, fuí tras ella pero al alcanzarla ella estaba llorando, mi corazón sintió una puñalada de dolor, la había hecho llorar, se fue y me quedé viendo hacía donde tomo camino.
Llegué a mi casa y me encontré con mi ex-esposa en la entrada, llevaba un bebé en manos, me acerque con cuidado y ella me sonrió.
-Lucio, ¿Qué bueno que al fin llegaste?-
-¿Qué haces aquí y con... Ese bebé?-
-Emm si, debemos hablar y muy enserio-La dejé entrar a mi casa, el bebé me miraba con curiosidad y yo a él, por la manta supe que era niña, además de llevar un gran moño rosado en la cabeza, ella tomo asiento y yo frente a ella.
-¿Bien?, Dime-
-Ella es Elizabeth- asentí sin comprender aún -Y es tu hija...-
-...- no dije nada, estaba sorprendido, ¿Mi hija?, Ella y yo nos separamos hace un año y medio y viene diciendo que tiene una hija mía -¿Cómo?-
-Cuándo te fuiste por ella, yo estaba embarazada de semanas... Lo supe un mes después-
-¿Y como escondiste tu embarazo?-
-Bueno mi hermana era quien te llevaba a nuestro niño, mientras yo me preparaba para dar a luz-
-¿Qué buscas?-
-Quiero que ella tenga a su papá cerca-Ya había arruinado todo con Myriam y ahora una bebé de mi sangre arruinara todo más, no era que esa bebé que acabo de conocer fuese una desgracia pero llegó en un mal momento.
-¿Vas a ponerle tu apellido?-
-¿Ah?- mire detenidamente a la bebé -Si, es mi hija-
-Gracias, ¿La quieres cargar?-
Asentí sonriendo, en mis brazos era una criaturita tan chiquita.Me dijo que tenía dos meses de nacida, me dejó darle su segundo nombre y ella ya había hecho la cita para poder registrarla, sin tiempo para explicarle a Myriam lo que pasó le puse mi apellido.
Esa misma noche llame a Myriam, debía saber cómo estaba pero no me respondió, así con 15 llamadas perdidas fui hasta la puerta de su casa, donde ella me abrió pero al mirarme quiso cerrar la puerta otra vez.
-No, Myriam espera, debemos hablar-
-Solo vete, no te necesito-
Eso me dolió pero al final pude convencerla para que me dejara entrar a su casa.-Ella me beso, yo no quería, lo juro, solo para mí eres...- bueno ahora mi hija igual -Tu-
-¿Qué hiciste?- Myriam llegó a conocerme tan bien que sabía mis mañas al guardar un secreto.
-Bueno hay otra cosa que debo decirte...- la mire a los ojos -Tengo una hija llamada Elizabeth, tiene dos meses de nacida y su madre es mi ex-esposa-
Myriam no dijo nada, solo se levantó e inhaló profundamente.
-¿Por qué?, ¿Te hice algo antes?, ¿Por qué?- le tembló la voz, tenía el cenó fruncido y me miraba enojada
-No, Myriam, debes de saber que yo apenas conocí a mi hija hoy, no puedo dejarla abandonada, es mi sangre-
-Tienes razón, es tu sangre y ella necesita un padre-
Ella lo estaba comprendiendo, me sentí aliviado.
-Por eso debemos acabar con esto, tal vez solo era un juego, tal vez no soy suficiente para ti, solo ve a ser feliz con tu familia, ellos te necesitan-
-Amor, no espera, yo no quiero que esto acabe, yo no quiero que tú te alejes de mí, porfavor no- suplique pero mis intentos fueron en vano.Myriam y yo terminamos, me dolía, todo me dolía, me enferme una semana, la madre de mis hijos venía a verme seguido pero yo esperaba que Myriam viniese pero no lo hizo.
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Escribiendo números
Fanfictionallí estaba ella, hablando en los pasillos con el chico del libro, la he amado desde que la ví llegar a dar clases a la escuela, aunque nuestras materias no concordaban. ¿Tendrán un final feliz?