Capítulo 53

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Cuatro meses habían transcurrido desde que los Salvadores se rindieron y se formó una alianza entre las comunidades.

Durante este tiempo, el Santuario había sido abastecido con provisiones junto a semillas y equipos de cultivos para poder generar más alimentos, ya que nunca se había cultivado nada allí debido a que se trataba de una fábrica, lo cual fue la razón por la que Negan obligaba a las demás comunidades a proveerles suministros.

Alexandria y el Reino aún estaban siendo reconstruida, ya que el ataque de los Salvadores las había afectado demasiado.

Hilltop y Oceanside eran las comunidades que se encontraban en mejor posición debido a la abundancia de comida que tenían.

Después de formar la alianza, las cinco comunidades colaboraban transportando lo que las otras necesitaban, aunque la más necesitada era el Santuario.

Negan se encontraba en la celda de Alexandria una vez su herida ya no representara un peligro. Había estado encerrado desde entonces, sin siquiera ver la luz del sol o de la luna.

Morgan había se había ido una vez terminada la guerra, no sin antes ir con Jadis para informarle que Rick quería que se uniera a ellos.

Alexander quería rehusarse a ello, ya que aún le guardaba rencor por la vez que los traicionó, pero sabía que su padre no lo escucharía, ya que si perdonó a Negan, estaba más que claro que también perdonaría a Jadis. Debido a eso, se resignó a aceptarlo a regañadientes.

Trabajar junto a los Salvadores no fue fácil al principio, debido a la tensión que había entre los grupos, pero hasta ahora nada había sucedido.

Alexander, Daryl, Rosita Eugene eran quienes más tiempo pasaban en el Santuario ayudando a que prosperara y manteniendo a los Salvadores a raya. Aunque Alexander era quien menos estaba allí de entre los cuatro, ya que visitaba Alexandria constantemente para ver a su padre y hermana, como lo hacía ahora.

Los tres Grimes se encontraban sentados en dos sillas en el porche de su casa con una pequeña mesa entre ambos. Alexander tenía a Judith sobre sus piernas, las cuales levantaba y bajaba rápidamente, generando que su hermana riera.

"Hoy volverás al Santuario, ¿cierto?" Preguntó Rick volteando a ver a su hijo.

Alexander se había quedado en Alexandria por tres días y creía que ya era momento de volver al Santuario.

"Sí, iré a hacer tu trabajo." Respondió burlonamente, aunque se notaba la seriedad en su tono.

Todavía creía que se estaban tomando muchas molestias al intentar ayudar a los Salvadores.

Les perdonaron la vida cuando se rindieron. ¿Acaso eso no era suficiente? ¿Porqué tenían que ayudarlos?

Esas preguntas eran las que rondaban constantemente por su mente, pero siempre llegaba a la misma respuesta. Los ayudaban porque su padre se dejó influenciar por la carta de Carl.

La razón por la que Alexander se ofreció para ser uno de los que ayudaban a los Salvadores no era porque también creyera que Carl tenía razón, si no que lo hacía para poder vigilarlos y mantenerlos a raya si veía indicios de que intentarían algo.

"Ya tuvimos esta conversación." Dijo Rick.

"Discusión mejor dicho." Corrigió dejando de mover sus piernas.

"Esta es la decisión correcta." Aseguró viendo a su hijo suspirar para luego levantarse de la silla.

"Recuerdo que cuando encontramos a Jesús me dijiste que nos empezarías a escuchar, pero no parece que lo estés haciendo." Opinó mientras le daba a Judith.

𝐓𝐇𝐈𝐒 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐈𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐓𝐄𝐍 || The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora