Broken • • || Eddie Munson +18

37.

Estaba recostada en la cama, me dolía todo el cuerpo, no se que hora era, sentía mis piernas heladas.

— ¿Alice? -escuche las voz suave de Michael— ¿Alice estas bien?

No quería darme la vuelta para mirarlo, me puse en posición fetal y lágrimas empezaron a salir por mi cara.

— Alice no llores, juro que lograre salir de aquí y matare a ese pedazo de mierda por hacerte esto -eso último lo soltó con rabia-

Sentí como mi boca empezó a soltar mucha saliva, sabía lo que pasaría, me levante rápido y corrí al baño, sentí a Michael hablarme pero lo ignoré, me senté en el suelo y comencé a vomitar otra vez, me levante del suelo y me apoye en el lavamanos, no había espejo, pero supongo que debo verme desastrosa, me sentía sucia, mire a mi lado y había una toalla, me meto a la ducha y por más que espere que salía agua caliente no fue así, aún así me metí, sentí mi cuerpo contraerse por el agua fría, después de unos minutos salí del baño y vi que había una cómoda, la abrí y había un par de ropa, tome un buzo y una camisa que me quedaban grande, me acerque para ver cómo estaba Michael pero cuando iba a tomarlo del rostro volví a correr al baño a vomitar.

— Alice, ¿Te encuentras bien? Es segunda vez que vomitas en tan poco tiempo.

No quise responder, lave mi boca y tome un poco de agua, me senté a la cama y mire a Michael.

— ¿Me hablaras o me seguirás ignorando? -su rostro se veía muchas emociones juntas-

— Lo qué pasa -me detuve y suspiré— Hace cuatro días... Me enteré que estoy embarazada Michael.

— ¿Que tu que?

— No se cuanto tengo, pero debe ser poco, esta semana se supone que debía ir al doctor, pero bueno -lo mire— Estamos aquí. -el suspiro— ¿Tú te encuentras bien? ¿Necesitas algo? Veré si puedo encontrar algo para sacarte de ahí.

— No creo que encuentres nada Alice, me duele la cara y tengo mucha sed.

No había nada que pudiera facilitarme para poder darle agua, así que opté por sacar una camisa limpia y la moje para poder darle agua así, trate de ver cómo estaban los nudos pero estaban muy bien puesto, en eso entró Lowell a la habitación.

— Vaya vaya -soltó son un tono burlesco— Ya están despiertos -me miro— Y tú hasta te haz bañado, ¿Estás lista para otro round?

— Púdrete -dije con rabia-

— ¿Y que tratabas de hacer? ¿Soltarlo? Será imposible con esos nudos que hice

— No lo puedes tener así

— Hago lo que se me de la gana -frunció el ceño— Solo vine para ver cómo estaban y -nos tiro una bolsa— Algo para que coman, no quiero que mueran de hambre, eso ya lo haré yo, pero no por ahora... No hagan nada estupido, quiero estar tranquilo hoy en casa.

Luego de eso él se marchó, yo me dediqué en limpiar un poco la cara a Michael, revise la bolsa y eran unos sándwiches,  tuve que ir dándole de a trozos a Micael, al principio no decíamos nada, yo seguí tratando de soltarlo pero era inútil, tratamos de hablar de algún tema para distraernos un poco, me sentía mal no estar amarrada y el si, así que de vez en cuando me levantaba para hacerle algún masaje en sus hombros, luego de un rato me quedé dormida.
Los siguientes dos días fueron igual que el primero, mi cuerpo estaba con moretones por la fuerza que ejercía Lowell para no moverme, Michael estuvo amarrado todo el tiempo, ya al cuarto día no quería moverme, no se que hora era, de un portazo entro Lowell me agarro y volvió amarrarme a la cama, yo ya no me resistí, pensé que iba a violarme de nuevo pero vi que se dirigió a Michael.