Mi vida en rosa (GAP The series fanfic)

Capítulo 7

MON

Todo estaba mal, ¿cómo había llegado a este punto? ¿Cómo pasamos de tener un día maravilloso y mágico a estar enojadas y en habitaciones diferentes?

Amo a Sam, la amo más que a nada en el mundo ¿Por qué está pasando todo esto?

Sam ha sido mi primer y único amor, nunca ame a nadie, ni siquiera tuve interés en nadie más que no fuera ella. Desde los 8 años mi único interés era volver a verla, me esforcé por ser como ella, es mi inspiración, mi ídolo y solo he querido llegar a ser como ella. Enamorarme, no estaba en mis planes, pero pasó.

Me enamore de Sam, siempre la he amado y ahora ella está molesta conmigo, no me quiso escuchar. Sé que necesita tiempo, pero ¿Por qué justo hoy teníamos que pelear? Hoy, que nuestro día había iniciado de una manera maravillosa terminó en catástrofe.

No puedo dormir, así que bajo a la cocina por un poco de agua y me dirijo al sofá. No soporto el dolor de estar lejos de ella, de no poder abrazarla y besarla. Desde que estamos juntas, no había pasado una noche separada de ella y menos enojadas.

Mis lágrimas no pueden parar, me siento triste y decepcionada de mi, de Sam y de Cam. Ella no debió decir nada, pero no la  puedo culpar, ella no sabía que no había contado a Sam sobre esa época en Inglaterra, pero lo cierto es que ni siquiera lo recordaba.

Dejó caer mis lágrimas, me sujeto mis rodillas y ahogo mi llanto entre mis brazos y piernas, no quiero que ella me escuche llorar, estoy molesta con ella por no dejarme explicar, por no darme la oportunidad de defenderme.

—No llores, por favor, no llores —no la sentí venir, así que me exalto un poco cuando siento su cuerpo rodearme por la espalda y hablarme en susurro. No puedo respóndele, no puedo mirarla, no ahora —lo siento, mi amor —besa mi mejilla y se queda abrazada a mi, suelto el llanto que aun tenía retenido en su abrazo y siento lágrimas caer sobre mi espalda, ella también está llorando.

—Perdóname, Mon, lo siento —me repite. Mi llanto poco a poco va cesando y ella da pequeñas caricias para que me termine de calmar. —te traeré agua —me da un beso y la siento querer retirarse

—No... No te vayas, por favor —la miro con ojos suplicante y me doy cuenta de lo mucho que ha llorado. Ella me asiente y se acomoda de nuevo abrazándome por la espalda.

—Te amo, Mon

—Te amo, Sam —me abraza con cariño y nos quedamos así otro rato mas. Sé que debemos hablar

—Mon, yo…

—Déjame hablar a mi, por favor —nos acomodamos en el sofá una frente a otra con nuestras manos entrelazadas.

—Te amo, Sam y te he amado siempre, incluso te amo desde antes de conocer el amor. Eres el amor de mi vida, mi primer y único amor, ¿entiendes que me lastimaste al no dejarme hablar, al ignorarme y pedir que me fuera de la habitación?

—Necesitaba pensar, no quería decir algo y herirte, estaba tan enojada —me dice sincera y agacha su cabeza con culpa.

—¿Enojada por qué? ¿Por qué crees que no fuiste mi primer beso? ¿O por qué no te conté de un estúpido juego que hice cuando tenía 14 años y ni siquiera me acuerdo?

—Yo… yo no sé… sentí un dolor aquí —Sam señala su corazón —cuando Cam, dijo… dijo eso… yo, me doy cuenta que nunca te pregunté nada sobre lo que pasaba en tus visitas a tu papá y ahora… no sé

—¿Qué quieres saber? Dime, prometimos no guardar secretos y decir lo que piensas. No me gusta que te andes por las ramas y menos que te alejes sin hablar. Somos un matrimonio Sam, y no podemos permitir que un malentendido afecte nuestra relación. Habla conmigo, solo te pido eso.

—Me molesto enterarme por ella y no por ti. ¿Por qué ella sabe esas cosas y yo no? ¿Qué más conocen de ti que yo no sepa?

—No hablas solo por Cam, ¿Cierto? —niega con la cabeza

—Es cierto que hay cosas que no hemos hablado y es porque no habíamos tenido la oportunidad y todo mi pasado no importa. Mi vida empezó el día que te volví a ver. Todo lo que pasó antes, no me importa, solo lo que siento por ti y la vida que tenemos y queremos formar.

—Perdóname, fui inmadura e insensible

—Ambas estamos aprendiendo, se eso se trata un matrimonio. De solucionar los problemas que se nos presenten, pero juntas. No encerrarse en sí mismas sin dejar hablar a la otra.

—Lo sé, pero de verdad, estaba muy enojada

—¿Y ahora? ¿Ya no estás enojada? —ella asiente con la cabeza y la mirada gacha

—Sigo un poco molesta, pero no contigo. Estoy molesta conmigo por haberlo arruinado de nuevo —se escapa una lagrima de sus ojos, la cual atrapó en su mejilla.

—No arruinaste nada. Me moleste contigo por dejarme ir, pero aquí estás, conmigo. —doy una caricia a su rostro y le brindo una sonrisa tranquilizadora

—¿Eso significa que me perdonas? —pregunta con una sonrisa emocionada

—No, aun no estas perdonada, porque aun hay cosas que te molestan. Así que vamos a hablar y decir qué te molesta y yo te prometo contestar todas tus dudas ¿de acuerdo?

—De acuerdo —me responde

—¿Qué quieres saber?

—Tu primer beso ¿Cómo fue y con quién? —claro, ella no lo olvidaría tan fácil

—Contigo
—Mon

—Es verdad, mi primer y verdadero beso fue contigo. Ese que menciono Cam, ni siquiera fue un beso real.

—Cuéntame, por favor. Necesito saber

—Bien. Tenía 14 años y había ido de vacaciones de verano con papá como cada año desde que se divorcio de mamá. Cam, era mi única amiga en Inglaterra así que siempre me invitaba a pasar tiempo con sus amigos. No tenía muchos, solo unos cuantos pues ella siempre ha sido muy tímida y yo… bueno yo suelo encajar rápido. Así que ese año nos invitaron a una pijamada, Cam, no tenía ganas de ir así que la convencí. Me gustaba mucho la idea, aquí en Tailandia no es común que las chicas pasen la noche lejos de su casa y menos donde habrá chicos.

—¿Había chicos también? —pregunta asombrada

—Si, era una fiesta de chicas y chicos. No supe dónde me había metido hasta que llegué ahí. La verdad esos ambientes no me gustaban, pero quería… encajar. Era la chica extranjera mitad británica que visitaba a su padre, así que quería tener amigos. Esa noche, se les ocurrió jugar a la botella, jamás había jugado así que era nuevo para mí.

—¿De qué trata ese juego? —Suelto un suspiro, en Tailandia ese juego no es conocido, así que debía explicarle todo a mi esposa

—Todos los chicos se acomodan alrededor en un círculo, tomas una botella y la giras. Hay diferentes variantes. Una, a las dos personas que señale la botella se deben besar. Y otra es verdad o reto. Jugamos ambas.

—¿Y te tocó besar a esa chica?

—En realidad, me retaron —Sam, me mira confundida

—En verdad o reto debes seleccionar una de las dos, si elijes verdad, te harán una pregunta y tendrás que decir la verdad o tendrás castigo y en reto, bueno, tienes que hacer lo que la otra persona te diga o serás una gallina.

—Tú no eres una gallina, eres la persona más valiente que existe —me sonrojo ante su comentario y le regalo una sonrisa —¿Por eso la besaste? ¿Pará demostrar que no eras cobarde?

—No exactamente. Todos me observaban y yo nunca había hecho algo así. Ni siquiera lo pensé y cuando me di cuenta ambas estábamos en el armario. Tiffany noto mis nervios y fue muy amable conmigo, así que…

—Te beso —su rostro mostraba algo de enojo de nuevo

—Si —su cara nuestra esa seriedad que me pone los nervios de punta —en la mejilla