Capítulo 12

13.9K 574 80
                                    

MON

Escuchar a Sam, hablando con nuestro bebé era lo más hermoso que había escuchado. Podía ver en su rostro la ilusión y el amor con la que le hablaba, incluso se había quedado dormida abrazada a mi cintura con su cabeza sobre mi vientre.

No quise moverla, me hacia sentir segura y confortable con ella a mi lado. Si, nuestro bebé sería muy afortunado con una madre con Sam.

—Buenos días, teerak —digo, apenas veo sus ojos abrir

—Buenos días, mi amor —me sonríe y se acerca para darme un corto beso que correspondo

—¿Dormiste bien? —acarició su pelo y su rostro. Ella asiente y da un beso a mi mano.

—Mejor que nunca, contigo y nuestra bebé —la miro confundida

—¿Cómo sabes que será una niña? Aun es muy pronto

—Lo soñé y ¿Sabes? Era tan hermosa como su madre

—¡Saam! —mis lágrimas salen con facilidad. Me siento muy sensible

—Soy muy feliz Mon, gracias —ella limpia mis lágrimas y veo el brillo en sus ojos. —¿Nos duchamos juntas? —asiento sonriendo, quería estar con mi esposa.

Sam, me lleva hasta el cuarto de baño y poco a poco me retira el pijama, en sus ojos solo puedo ver amor.

Ella, recorre con sus manos mi cuerpo. Comienza por mi rostro bajando por mi cuello y mis hombros. Pasa sus manos por mis brazos y al llegar a mi vientre se detiene, ella se inclina y se pone de rodillas frente a mi.

—Te amo bebé, a ti y a tu mami. —deja un beso húmedo en mi vientre y continúa. Ella va subiendo con sus besos hasta quedar frente a mi. —¿Está bien si te hago el amor? ¿No los lastimo? —pregunta preocupada

—No mi amor, no nos lastimas. Quiero estar contigo —paso mis brazos por sus hombros rodeando su cuello y comienzo a besarla. Un beso lleno de amor e ilusión.

Ella me guía hasta la tina de agua y ambas nos sumergimos, reanudamos el beso y poco a poco nos vamos entregando. Ella, me está haciendo el amor tan dulce y delicadamente que hace que mis lágrimas comiencen a brotar de mis ojos.

—Te amo, Mon y… te prometo que voy a cuidar de ti y nuestro hijo. No dejaré que nada ni nadie les haga daño —me dice entre besos

—Te amo, Sam. —correspondo sus besos y comienzo a sentir sus caricias sobre mi vientre. Ella le demuestra a nuestro bebé cuanto lo ama.

Sam, baja sus besos por mi cuello y se entretiene un rato con mis pechos. Me acomoda para sentarme alrededor de ella y así tener un mejor control.

Nuestras intimidades están unidas y comienzo un movimiento rítmico sobre ella. Mi cuerpo, se siente muy encendido.

—Ahh… Sam… necesito sentirte —ella me mira, pero en sus ojos no sólo hay deseo, hay un infinito amor que me da a entender que esto no solo es sexo.

Sam, lleva una mano a mi intimidad y comienza a dar masajes a mi clítoris. Su toque, me vuelve loca pues mi cuerpo está tan sensible con cada roce suyo.

Siento como Sam, ingresa dos dedos en mi y comienza un movimiento rítmico que me fascina. Mis caderas se mueven al compás de sus dedos y mi cuerpo pide más, más de ella.

Sam, parece saber lo que quiero y aumenta otro dedo, en ningún momento dejamos de besarnos más que para tomar aire o ella ocuparse de mi cuello. La amo tanto.

Cada embestida me hace sentir el amor que me tiene y lo feliz que esta por la noticia de mi embarazo, si, aun no esta confirmado, pero de alguna forma ambas sabemos que es real.

No tardó en llegar a mi orgasmo y ella me abraza y me besa con mucho amor. Sus lágrimas salen lentamente de sus ojos y se queda abrazada a mi con su rostro entre mi cuello.

—Te amo, Mon… no me cansaré nunca de decírtelo

—Te amo Sam —levanto su rostro para darle un beso y seco sus lágrimas.

Terminamos el baño entre más besos y caricias. Una vez que salimos, nos arreglamos para ir a la clínica. No desayunamos porque debo ir en ayunas para mis estudios.

Al llegar a la clínica siento el nerviosismo de mi esposa quien está temblando.

—Todo saldrá bien amor, es a mi a quien van a sacar sangre —veo su mueca de enojo, sabe que me estoy burlando por si miedo a las agujas.

—No te burles. No quiero que te hagan daño —me dice con un puchero

—Solo es un piquetito, estaremos bien —pongo una mano en mi vientre haciendo alusión a nuestro bebé que crece dentro de mi.

La enfermera me pasa a la sala y me pide sentarme. Comienza a preparar todo y Sam, no quita atención de sus movimientos. La pobre mujer se está poniendo nerviosa con la mirada inquisitiva de mi esposa.

—Sam —le llamo bajo —asustas a la pobre mujer. Tranquila mi amor —le digo, pero parece no importarle mis palabras. Tomo su mano y la obligó a abrazarme por un costado.

La enfermera se acerca con al agua y puedo sentir el miedo de Sam, que se abraza a mí cuerpo cerrando los ojos.

—Listo, pueden ir a desayunar algo y volver en una hora para su consulta.

Nos dice la enfermera y accedemos. Aunque no tengo hambre, sé que debo alimentarme por nuestro bebé.

Sam, me lleva a un restaurante frente a la clínica. Pedimos un poco de fruta y tostadas francesas ya que estoy muy nerviosa para comer.

—Amor debes alimentarte, ten —me da un poco de fruta en la boca —nuestro bebé va a necesitar que su mami esté muy fuerte

—Si, mi amor. Solo que… estoy muy nerviosa —le confieso

—Lo sé, también me siento así. Pero. Confío en que todo saldrá bien. Nuestro bebé ya viene —dice sonriendo

Terminamos de desayunar y vamos a la clínica donde ya nos espera la Dra. Quin con los resultados. Nos hace pasar y nos regala una dulce sonrisa a ambas.

—Hola, tomen asiento, por favor —Sam, recorre la silla y deja que me siente primero. —Aquí tengo sus resultados ¿están listas? —nos muestra un sobre cerrado. Ambas nos miramos y sentimos el corazón a mil —muy bien veamos. —su rostro se pierde en aquel papel y no puedo deducir lo que pasa —Mon, Sam… ¡felicidades, van a ser mamás!

Escucho una pequeña risa de mi esposa y al girarme con ella siento sus brazos alrededor de mi cuello. No puedo creer lo sensible que esta Sam no ha dejado de llorar desde ayer.

—Las felicito, ahora. Mon, debes hablar con el médico que te hizo la inseminación para tu seguimiento o bien puedes llevarlo aquí, como ustedes deseen. —nos dice la doctora.

—Yo… yo creo que podríamos llevarlo aquí ¿no crees Sam? —ella me asienta sonriendo. Sam, se ha quedado sin palabras. —llevaré mi seguimiento aquí Dra. Quin.

—Perfecto, tendrás que venir a revisión cada mes. Haremos el primer ultrasonido. Deberás tomar vitaminas para que tu bebé y tú estén muy bien —asiento y pongo atención a cada palabra. Ya quería ver a mi bebé.

La doctora me pide que me recuesta sobre la camilla y saca una máquina parecida a la que utilizaron en la clínica de fertilidad para revisarme. Siento la tensión de Sam, la última vez casi mata a la pobre enfermera que intentó hacerme un estudio.

—Pasare el aparato por tu vientre, así podremos ver cuántas semanas tienes de embarazo. Por favor, levanta tu blusa —obedezco y tomo la mano de mi esposa —sentirás un poco frío —la doctora coloca gel y comienza a mover el aparato sobre mi vientre —aquí —señala algo en la pantalla —aquí está su bebé. Aún es muy pequeño para escuchar su corazón, pero veremos si se logra captar algo — tardamos unos segundos en escuchar. Unos latidos fuertes y claros salen del aparato.

No podemos controlar las lágrimas, nuestro bebé está aquí y su corazón está latiendo fuerte.

—¿Es nuestro bebé? —por fin habla mi esposa

—Si, tiene un corazón fuerte. De acuerdo con el tamaño, Mon, tiene cuatro semanas de embarazo.

Sam, me da un beso que correspondo. La dra. Quin, limpia el exceso de gel y me deja levantar.

La Dra. Quin, nos estrega un disco con el video del ultrasonido, el primer video de nuestro bebé. Nos explica los cuidados y nos da las indicaciones para las vitaminas y dieta que deberé seguir. Sam y yo, ponemos atención a cada palabra.

—Hay que guardar el secreto —le digo a mi esposa una vez que estamos en el auto. Ella me mira confundida. —No hay que decir nada todavía, hay que preparar una sorpresa para nuestros amigos y familia

—Pero amor, yo quería llegar y gritarlo a todo el mundo —dice con un puchero, pero sin dejar de prestar atención al camino

—Lo sé, amor. Yo también. Pero quiero que disfrutemos esto a solas por unos días. Mientras pensamos en cómo dar la noticia ¿te parece? —Sam, no parece convencida

—Está bien, si eso es lo que quieres, eso haremos ¿cuándo quieres decirlo?

—Mmm ¿qué te parece en mi cumpleaños? Estaremos todos reunidos y ahí les podremos dar la noticia. Además, este es el mejor regalo del mundo —le digo mientras acarició mi vientre.

—Entones, que así sea. Lo mantendremos para nosotras —me regala una sonrisa y seguimos con nuestro camino a la empresa. Aún hay mucho trabajo.

Llegamos a la empresa y Sam se despide de mi con un beso para dirigirse a su oficina. Sería un día ocupado, pues la presentación de proyectos estaba cerca y aún teníamos mucho trabajo pendiente.

—Mon, ¿te sientes mejor? Pensé que hoy no vendrías, que tu esposa te tendría en cama todo el día —dice riendo

—Ya estoy mejor, Cam —mas que bien en realidad —Sam, se asustó mucho, pero ya paso todo.

—Me alegro que estés muy bien, pero Lady Sam debió dejar que te quedaras a descansar ¿no crees?

—Me lo pidió, pero yo me aburro mucho en casa y prefiero venir. Hay mucho trabajo pendiente —me siento en mi lugar y comienzo a revisar mis correos —Que raro —me sorprendo al ver un correo

—¿Qué ocurre?

—Mmm esto extraño, es un correo de la Sra. Nita

<Nos volveremos a ver, pequeña Mon. Saludos a tu HERMOSA esposa>

—¿Quién es Nita?

—Oh, es la dueña de Nita Corporation Enterteinment, la principal competencia de Sam —espera ¿Hermosa? Mi esposa si es hermosa, pero ¿por qué  había hecho énfasis en la palabra?

—¿Qué no son nuestros colaboradores?

—Si, exacto. Debe ser sobre el proyecto. No importa —digo y continuo revisando

Cam, y yo estábamos absortas en el trabajo cuando alguien toca mi puerta, es la tía Mhee, así que le digo que siga.

—¡Oh, por Dios! ¡Es hermoso! —digo al ver a la tía Mhee, viene acompañada por Chin, que trae un hermoso arreglo floral y ella trae una caja en las manos.

—A Lady Boss le gusta mucho consentirte, nos deja en mal a los otros amantes —dice Chin

—Deberías mandar flores a Yha, de vez en cuando. Aprende a Lady Boss, no necesita alguna razón especial para darle flores a su esposa —le regaña la tía Mhee

—¡NO tengo tanto dinero como ella!

—Chin, no es el dinero lo que importa. Es el detalle. A veces Sam, solo me regala una flor que se roba del jardín de casa y con eso me hace sentir amada.

—Entonces iré a tu casa a robar flores —me dice pensativo.

—Ya querrás que Lady Boss te asesine. Puedes tomar del parque o comprar una a los vendedores. No son tan costosas. ¡No seas tacaño! —le da un pequeño golpe en la cabeza y el chico se queja —Toma Mon, aquí viene la tarjeta y creo que estos son chocolates —me da la caja que tenia en las manos y le agradezco con una reverencia

—Muchas gracias chicos —ambos se retiran y veo que Cam, esta muy pensativa —¿en qué tanto piensas?

—No, en nada —dice con semblante preocupado

—Cam, soy tu amiga. Puedes contarme

—Es solo que…

—Cam, estoy segura que pronto llegará esa persona que te llene de flores. No pierdas las esperanzas.

—Oh, no es eso. Ya hay alguien y estoy segura que pronto se dará cuenta de las cosas —dice sonriendo y eso me hace feliz.

Mi vida en rosa (GAP The series fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora