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Rodrigo arrugó los labios cuando la alarma del móvil sonó, y se revolvió en la cama, apagando su celular antes de suspirar.

Sus ganas de ir a trabajar eran inexistentes, y se sintió peor cuando, de pronto, Iván lo abrazó por la cintura, acurrucándose a su lado y dándole un pequeño beso en el cuello. Rodrigo lo miró, chocando con sus ojos castaños, sonriéndole al notarlo amodorrado, aunque con una ligera sonrisa.

Era la primera noche que Iván pasaba a su lado como su pareja, durmiendo en su cama, después de mudarse definitivamente. Y la sensación era más que perfecta: era única.

"¿Tienes que ir a trabajar?" murmuró Iván, dándole un pequeño beso.

"Sí" susurró Rodrigo, revolviéndole el cabello.

"No..." Iván escondió su rostro en su pecho, como un niño pequeño "Quédate conmigo y sigue durmiendo. Eres muy cómodo."

Rodrigo soltó una pequeña risa ronca, negando con la cabeza, y miró el techo, pensando en lo bien que se sentía Iván en sus brazos. En lo cómodo que era tenerlo así, protegido totalmente, sin nadie que pudiera hacerle daño.

"Mi amor..." murmuró Rodrigo, frotando su mejilla contra el cabello de Iván.

"Bueno, está bien, me levantaré e iré a prepararte el desayuno..."

"Ivi" se miraron a los ojos, y Rodrigo le besó en los labios con lentitud, llenándose con ese simple gesto "puedes quedarte durmiendo, ¿sabes? No es necesario que te levantes conmigo a esta hora."

"Pero..."

"Nada de peros" le dio otro beso, sonriendo de lado "He vivido solo desde los dieciocho años, Iván, sé preparar un desayuno."

Sin un poco de convicción, Iván asintió y lo abrazó, besándole la mejilla de paso.

"Te quiero, alfa gruñón" le dijo cariñosamente.

"Yo también, bebé" Rodrigo se quitó las mantas de encima, revolviéndole el cabello "Iremos a cenar fuera, ¿te parece? Para celebrar tú llegada a casa."

"Eres demasiado lindo conmigo" Iván sonrió, dejando que Rodrigo lo arrebujara entre las sábanas "Siento que no... que no merezco esto de ti."

Rodrigo le pellizcó las mejillas, sin soltarlo un poco, y le besó la punta de la nariz.

"Te mereces esto y más" Iván sonrió tímidamente "Ahora duerme, te llamaré durante el día, ¿bien?"

"Está bien" Iván se acurrucó entre las sábanas, sin dejar de mirarlo "Te quiero, Rodrigo"

Rodrigo le respondió con un beso antes de ir al baño.

Minutos después, salió de la ducha, notando que Iván se quedó dormido, y permaneció unos minutos admirándolo, notando su suave perfil perfecto, su desordenado cabello negro, sus mejillas abultadas, su labio inferior sobresaliendo en un puchero inconsciente, los pequeños resoplidos que soltaba.

Dios, Iván era hermoso. Era el omega más hermoso que vio alguna vez en su vida, y se sentía demasiado afortunado de haber sido elegido como su alfa.

Quería tenerlo siempre en sus brazos, riendo, siendo el único lugar al que Iván iba a mirar siempre.

Se inclinó, dándole un beso en la frente.

"Voy a protegerte de todo, lo prometo" le susurró antes de marcharse del cuarto.

Tomás estaba un poco estresado, por decir lo mínimo.

Como era verano, Joshua y Adrian estaban de vacaciones, por lo que los tenía en la casa con la misión de cuidarlos y evitar así que hicieran un desastre, lo que no estaba pasando en ese momento.

𝗞𝗜𝗟𝗜𝗚 ¹ (𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora