12

1.6K 147 184
                                    

"Yo no habría perdonado a mi alfa por una infidelidad. ¡Eso es humillante! Yo le habría roto el pene y obligado a que se lo comiera."

"Es por eso por lo que no tienes pareja, Samy."

"No tengo pareja porque nadie es lo suficientemente digno para mí" replicó Samantha, mirando sus uñas con interés.

Samantha suspiró, rodando los ojos mientras observaba a Iván, que ese día llevó a Milo a las clases, pues su alfa tuvo una operación de emergencia y no tenía a nadie que pudiera cuidarlo. El bebé, en brazos de Iván, estaba mirando concentradamente un cubo rubik, tratando de girarlo con sus rechonchas manitos, ajeno a todo el mundo. Iván masticó una manzana.

"No lo he perdonado" contestó Iván, distraído.

Sara resopló, levantando la vista.

"Deberías averiguar con quién te engañó" siguió picando Sara. "así le das una paliza."

Rivers golpeó a Biyin en la cabeza, sacándole un quejido.

"De verdad, ¿no te cansas de ser mala?" regañó Samy "Lo que menos necesita ahora Iván es que no lo apoyemos."

La beta suspiró, negando con la cabeza.

"Es sólo que no puedo entenderlo" respondió Biyin. "Una infidelidad... ¿cómo puedes soportarlo?"

No, en realidad no lo soportaba.

Varias noches se sorprendió a sí mismo, mientras Rodrigo le hacía el amor con total dedicación y ojos llenos de ternura y cariño, si esa omega de rostro desconocido que Rodrigo besó no sería mejor que él. Si no tenía mejores cualidades más acordes a las necesidades de Rodrigo. Si no podía darle ese bebé que Rodrigo tanto parecía querer.

Esa mañana botó al basurero la tercera prueba de embarazo que se hacía desde que Rodrigo lo marcó, con el mismo triste resultado: negativo.

Iván era fértil, lo sabía, pero sabía también que sus hormonas no estaban en sintonía con las necesidades de su alfa, porque estaban más preocupadas de envolver a Milo para que estuviera bien y feliz. Sólo cuando Milo fuera más independiente recién podría quedar preñado otra vez, pero para eso todavía faltaba, y no sabía cómo sentirse respecto a aquello.

"¿Estás seguro de que un día no aparecerá esa omega a decir que quedó en cinta?" preguntó sin maldad Sara.

Iván sacudió la cabeza.

"Rodrigo dijo que sólo se besaron" murmuró débilmente.

"Y el infierno es sólo un sauna" replicó Sara, antes de ganarse otro golpe "Deberías sacarle celos con Germán. Nuestro pobre profesor te mira como un cachorrito" agregó Biyin como si nada.

Iván la miró con reproche, pero antes de poder hacerlo, Milo se adelantó:

"No guta. Él" miró a Sara con grandes ojos inocentes y la beta no pudo resistirse: a pesar de lucir como una chica despectiva con el mundo, tenía un corazón de oro, y no dudó en tomar a Milo en brazos.

"No me acercaré a Germán" le dijo a Samantha, mientras su amiga se dedicaba a balancear a Milo, sacándole carcajadas "Rodrigo me está dando mi espacio, y yo también respetaré su pedido."

"¿Él te pidió no acercarte a Germán?" preguntó Sara con regaño en su mirada.

"No" Iván se encogió de hombros, viendo como los estudiantes entraban al salón para el inicio de la siguiente clase "pero sé que no quiere que lo haga. No más mentiras. No más celos. No más problemas."

Ambas amigas se miraron, tratando de no soltar un comentario que pudiera herir más a Iván de lo que ya estaba, y se limitaron a suspirar. Se acomodaron en sus asientos cuando el pequeño receso terminó, con el resto de los estudiantes entrando al salón.

𝗞𝗜𝗟𝗜𝗚 ¹ (𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora