09

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Iván tomó una respiración profunda, sus ojos abriéndose lentamente cuando despertó, y se encontró con el rostro tranquilo y dormido de Rodrigo frente a él. Frotó sus párpados, somnoliento, antes de fijar su vista en el cuerpo del alfa, y no pudo evitar ruborizarse al ver todas las marcas y mordidas que dejó la noche anterior, cuando volvieron a hacer el amor, y después de eso, cuando se puso todo cariñoso y juguetón.

Todavía se sentía débil, un poco caliente, sumiso y pequeño, como un cachorro necesitado de atención, sin embargo, estaba consciente de sus acciones, a diferencia de los últimos cuatro días. Eso sólo significaba que el celo ya estaba acabando por completo.

Delineó una de las marcas que hizo en el cuello de Rodrigo, avergonzado por la forma en la que actuó marcándolo por todas partes como un animalito territorial que no quería que nadie más mirara lo que consideraba como suyo. Era la primera vez que actuaba así, porque con Rubén, siempre su omega se sometió ante el miedo que sentía, y tenía claro que comportarse de esa forma implicaría ser golpeado o abusado.

Era el primer celo que pasaba en su vida con alguien a quien quería. No, más que eso, era el primer celo que realmente disfrutaba como tal.

Se removió entre los brazos de Rodrigo, notando que lo estaba abrazando como un koala, y luego notó algo que lo hizo ponerse colorado.

Rodrigo seguía en su interior, semi-erecto.

Claro, luego de la tercera vez que lo hicieron la noche anterior, Rodrigo estaba demasiado cansado como para irse a bañar, y murmuró antes de quedarse dormido algo sobre echarse a dormir como estaban.

Iván se sentía pegajoso, un poco sucio, pero, por sobre todo, era capaz de sentir todavía el semen de Rodrigo dentro de su ano, y eso lo hizo cavilar un momento sobre las claras probabilidades de un embarazo.

"¿En qué piensas?" le murmuró Rodrigo de forma repentina, llamando su atención.

Lo miró con sorpresa y sonrió tímidamente.

"En lo mucho que te quiero" contestó, dándole un pequeño beso en los labios.

Rodrigo sonrió de medio lado, sin abrir sus ojos y atrayéndolo más contra su cuerpo. Iván jadeó al sentir su interior siendo invadido más profundamente, sintiéndose ahora húmedo debido al lubricante que comenzó a soltar.

"Yo igual te quiero, ivi" le respondió Rodrigo con voz profunda.

Iván, un poco vacilante, se movió en la cama, tomando fuerza para sentarse sobre la cadera de Rodrigo, y lo montó con un jadeo. Rodrigo dejó salir un gemido gutural, abriendo sus ojos ahora, chocando con la mirada ruborizada del omega, y terminó por enarcar una ceja.

"¿Sigues caliente, cachorro?" se burló
Rodrigo cariñosamente.

Iván dejó salir una risa baja, comenzando a mover sus caderas con suavidad, gimiendo al sentir como el pene dentro de su ano se ponía duro gracias a sus movimientos. Su propio miembro también comenzó a reaccionar ante la estimulación que estaba sintiendo, al rozar contra el estómago de Rodrigo.

El alfa lo agarró de la cintura, simulando pequeñas embestidas, y Iván se mordió el labio inferior para no gritar de placer.

"Me pones... ah... caliente..." jadeó entre gemidos.

Rodrigo soltó un gruñido, empujándolo para que ambos pechos se chocaran y así poder besarlo de forma profunda, llevando una de sus manos a la polla de Iván para masturbarlo sin dejar de embestirlo.

Así no duraron mucho: Iván se corrió en ambos pechos mientras gemía al sentir el miembro de Rodrigo hinchándose en su ano. Por otro lado, los dientes de Rodrigo se deslizaron a su cuello, mordiendo sobre su marca, sosteniéndolo de la cintura para que no se alejara.

𝗞𝗜𝗟𝗜𝗚 ¹ (𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora