- Basta Merlina.
- Duele, y no en el buen sentido.
- ¿Qué dolor funciona en el buen sentido?
- No pienso respon¡AY ENID SINCLAIR BASTA!
La morena retiró la mano de un tirón y se alejó de la escena, se levantó caminando un par de pasos bruscamente, la paciencia no despertó con ella ese día.
Ambas se encontraban en el módulo de enfermería de un parque de atracciones, en los intentos inútiles de Merlina por darle un giro más romántico a su situación decidió que lo mejor era un día en el parque de atracciones, aunque odiara a la gente, la bulla, el sol, los colores y todo lo que tuviese que ver con el contacto humano, si era por Enid se metería todo ese odio en un saquito y lo lanzaría al fondo de un lago.
Y eso hizo.
Pero el día parecía destinado a empezar mal, ni bien ingresaron al parque entró detrás de ella un grupo de estudiantes dirigidos por una muy apurada profesora, que no se percataron en la pareja y pasaron por encima de ellas en su intento por ganar acceso a todas las atracciones. Claro que el reflejo de Merlina hizo empujar a un lado a Enid pero no pudo llegar a tiempo para librarse de la estampida de adolescentes que le paso prácticamente por encima, entre empujadas y pisotones terminó con un par de notorias raspadas en la palma de una mano y una pequeña contusión en la frente. Eso nos trae de regreso al módulo de enfermería.
- Lo siento. -Merlina alzó una ceja confundida- Fui yo la que sugirió que viniéramos al parque y realmente no pensé que pasaría algo como esto, odio a la gente -refunfuñó cruzándose de brazos.
Cierto, fue idea de Enid y ella decidió que harían lo que Enid quisiera, ¿qué más romántico que complacer a la persona que te gusta en sus más simples y volátiles deseos? Pero ahí estaban, con un moretón, un raspón y el primer momento de esa salida arruinado.
Merlina se acercó con la intención de recordarle a Enid que ella no pudo haber previsto esto, no era adivina, pero su caminata se detuvo en seco cuando alguien ingresó hablando en voz alta.
- ¡Ay no! Dile que que haga presión fuerte en el lugar del sangrado, cuente hasta 20 y luego suelte, si sigue sangrando después de eso me das una llamadita cariño. ¡bye! -miró a la pareja y una sonrisa curiosa apareció en su rostro- ¡Hola! Lamento la demora, justo en mi hora de refrigerio es cuando los accidentes se ponen de acuerdo para ocurrir, ¿me cuentan que pasó?
Merlina la observó un tanto confundida, ¿ella era la enfermera de ese lugar? Se veía algo... ajena al lugar, como si desentonara con el ambiente, su celular emitió el clásico ¡BIP! que se mantuvo en silencio tantos días.
- ¿Cariño? -cuestionó la mujer frente a ella-
- Disculpe -Merlina se sacudió los malos modales- tengo una contusión pequeña en la cabeza y una herida leve en la palma de esta mano -la señaló- creo que con un poco de hielo podría...
- ¡Tonterías! -la mujer soltó riendo un poco- ven, tengo un truco que nunca falla con las contusiones. -sacó una moneda de su bolsillo y la restregó un poco entre sus dedos, la pelinegra la miró preocupada- No tardo.
Lo siguiente que supo es que se hallaba sintiendo una presión desagradable sobre la cara, y más específicamente sobre la frente donde ella tenía la moneda previamente manipulada. La soltó y volteó a ver a Enid que se había tapado la boca con las manos ante la sorpresa de la situación.
- Cielos Merlina, parece cosa de magia, tu moretón casi ni se ve. Gracias...
- Maria José -sentenció la otra sacando un parche que puso sobre la herida en la mano, la morena emitió un siseo de dolor breve y luego le soltó- eso debería bastar por ahora, señoritas.
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Jugando con el destino.
Romance¿Qué pasa cuando dos personas están destinadas a encontrarse? Una y otra vez, en una danza estrictamente creada para un deleite superior, ajeno a sus deseos personales. Camina conmigo entre las líneas de una inusual historia robada, de sueños trozad...