Ascensor

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- ¿Te quedas?

Cuando reaccionó estaba parada en la entrada del edificio, la conversación fue tan amena que hasta ahora se daba cuenta que debía recorrer el camino de regreso al último piso.

- Si, aún tengo que revisar algunos pendientes que dejó el profesor para mañana.

- Recuerda que tienes que ir a casa, ¡a dormir!  -Ajax estiró una mano y desordenando el cabello de la rubia se despidió alegremente y con rumbo desconocido-

- Ahora de regreso -murmuró-

El reloj en su muñeca marcaba las 8 de la noche, con el semblante ligeramente cansado se fue rumbo al ascensor, agradeciendo infinitamente el no tener que subir por las escaleras.

Cruzó la entrada de las puertas metálicas y estuvieron a punto de cerrarse cuando alguien las detuvo.

- Buenas noches.

Una cabellera oscura y unos inconfundibles y sombríos ojos la observaron de pies a cabeza, la chica resopló haciéndose a un lado, era Merlina.

- Hola...

- ¿A qué piso vas? -aún mantenía un pie fuera del ascensor como si estuviese evaluando la posibilidad de tomar las escaleras-

- Al décimo. -¿Fue su impresión o sus ojos brillaron? No, no. Estaba cansada, estaba alucinando. Llegaría al décimo piso y seguiría con sus pendientes sin interrupciones.

Su corazón comenzó a palpitar más rápido, sentía que pasar saliva requería un enorme esfuerzo de su parte, su labio inferior tembló ligeramente cuando la vio ingresar y dándole la espalda hacia el panel marcó el botón con el número 10, 'quizás estoy exagerando', se dijo Enid a si misma para calmarse.

Acto seguido vio un segundo movimiento de la mano de Merlina deslizándose hacia el interruptor de luz. '¿Por qué tenía que ser así con ella?'

- Deja eso -soltó cortante la ojiazul-

Sabía porqué lo hacía, sabía que esa había sido una rutina casi impuesta durante los últimos meses. Pero, si lo sabía, ¿por qué seguía dejando que estas situaciones la atraparan?

No había forma de darse una respuesta y ya era demasiado tarde, el ascensor se cerró junto con una oscuridad total, podía sentir su respiración agitada al tantear tras ella la pared de metal del ascensor.

- ...

Una pequeña risa, no una llena de alegría eso era seguro, sonó cercana a su oído estremeciéndola, sintió era tomada por la cintura y terminó de apegarse al ascensor, ella trató de zafarse pero solo conseguía presionar su cintura contra el frío metal.

- Suéltame...

- ¿Eso quieres?

Esa voz ronca por momentos respiraba en su cuello nublándole los sentidos, podía sentir sus manos subiendo por su torso  debajo de su ropa. Se mordió los labios evitando soltar algún sonido que la delatase ¡Maldito ascensor! El pitido solo indicaba que acababan de pasar el tercer piso.

- Por favor...

Pero en un pedido inútil, porque esa danza ya se había bailado antes, y sabía lo que pasaría a continuación, ahogó un pequeño gemido cuando Merlina mordisqueó el lóbulo de su oreja, ahogó otro cuando sintió la yema de sus dedos jugueteando con el borde de su pantalón queriendo entrar y descender sin permiso, sentía el hormigueo en la parte baja de su abdomen y el corazón bombeando salvajemente en su pecho, sabía que su rostro estaba encendido a pesar de la oscuridad y con todo eso dicho de por medio, se descubrió a si misma deseando que ese ascensor no se detenga nunca.

- ¿Qué pasa? ¿No puedes moverte?

Una de las piernas de la pelinegra se coló entre las suyas atrapándola y ejerciendo cierta presión y roce bajo abdomen. Su cabeza empezaba a lanzar todo tipo de alertas, tenía que salir de ahí cuanto antes, tenía... ¿quería hacerlo? ¡NO! Tenía que hacerlo.

Dejarse llevar siempre era más fácil, la mente se le nublaba. Una lengua peligrosa, como la de una serpiente trazó una línea invisible desde la parte baja de su cuello hacia su barbilla, sintió unos diente raspar ligeramente y cerca, tan cerca de su boca, casi pudo escuchar agudamente aquella lengua que se relamía ansiosa y...

Soltó.

El ascensor con un pitido final anunciaba su llegada al décimo piso, Merlina ya se había dado media vuelta y encendía la luz mientras las puertas se abrían. Enid estaba furiosa.

- Eres una maldita aprovechadora

- ¿Enid Sinclair se atreve a quejarse de mis muestras de amabilidad?

- ¿Qué crees que no sé lo que haces? -escupió con un cierto matiz de odio- te... te atreves a encerrarme ahí y... y...

- ¿Y dejar salir mis más bajos instintos contigo? -Merlina acortó la distancia entre ambas y sonrió al mismo tiempo que la tomaba por la barbilla- ¿O a caso te gustaría terminar lo que empezamos?

Algo hizo click en la cabeza de Enid y la empujó decidida.

- Deja. De. Seguirme. Merlina. -cada palabra la enfatizó golpeando con su dedo indice el pecho de su interlocutora, que en toda respuesta se mordió los labios y entornó la mirada, esa mirada que segundos atrás la tuvo al borde del colapso aún si poder verla a plena oscuridad-

- Nos vemos luego, cara mía.

Se alejó dejando a una Enid confundida, cansada y ansiosa.


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Off topic:

Bueeeeeeeeeeeeno, va un segundo capítulo. Aún falta un poco más para que nuestras protagonistas puedan (o no) tomar el rumbo real de estas historias.

Y si, son historias sueltas, ¿relacionadas entre si? Tal vez :D

Empecé esto como una idea loca y hasta yo quiero saber como termina.

Gracias por leer!

Jugando con el destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora