Namseok|| Noblesse

[03]

Jung Hoseok contemplaba el jardín que se extendía a la lejanía. Cuando despertó se encontraba en un cuarto desconocido y encerrado. Aunque habían dejado a su hija en una cuna pegada a su cama, no sabía donde se encontraba, pero, por lo que había escuchado de la sirvienta que ingresaba y le había llevado su comida a buenas horas de la mañana, estaba en el hogar del Duque Kim Namjoon, cabecilla de la familia de los Toferghent.

Jung Hoseok sabía que se encontraba bajo el cuidado de alguien muy poderoso; pero lo que había escuchado de ese hombre, no era en sí buenas situaciones. Había escuchado su nombre por parte de su difunto hermano, quien le comentaba tener un maestro que le enseñaba a pelear y lo educó para convertirse en el sub-cabecilla, pero jamás le vio el rostro. Y ahora, había caido allí en ese lugar.

Hizo una mueca y jaló una cuerda, que llamaba al subsuelo a algun sirviente que estuviera a cargo de ese cuarto. Hoseok espero y juntó sus manos, viendo a su bebé la cual dormía con profundidad, sabía que era la hora del descanso de la pequeña

 La puerta del cuarto se abrió, ingresando la ama de llaves, Kim Jisoo le ofreció una sonrisa gentil

—¿Se le ofrece algo, joven?

—¿Puedo salir?—preguntó un poco nervioso.

—Lo siento joven, pero por ordenes mayores está prohibido por el momento. Le sugiero que permanezca en su cama y descanse lo más que pueda.

—No puedo seguir aquí—y dicho aquello el vampiro se bajó de la cama, quiso tomar a su hija, pero al verla muy dormida y que podía despertar el sueño de la más pequeña, la dejó en su cuna, salió del cuarto a pasos apresurados y aún en bata, salir en pijamada del cuarto no era muy bien visto en la sociedad, por lo que muchos sirvientes desviaron rápido la mirada, con mucha vergüenza.

Jisoo, la ama de llaves tomó la manta de la cama para cubrir al chico y salió tras él.

—¡Espere, joven...no haga algo así!

Hoseok se detuvo, quedando maravillado ante el hermoso jardin que se extendía a lo lejos y un bosque espeso que se mantenía bien a la lejanía. La ama de llaves aprovechó y lo cubrió rápido con la manta y lo ató.

—¡Ah!—se quejó Hoseok y le miró desconcertado—¡Es imperdonable! ¡No pueden hacerme esto!—en eso vio como una doncella llevaba en su mano un hermoso oso de felpa de color café claro. La mirada del chico se posó rápido sobre aquel objeto, se puso enfrente de la doncella y se sacudió, aflojando el nudo de la tela que Kim Jisoo había hecho, cayendo la manta al suelo—¡Un osito!—extendió las manos para tomarlo.

La sirvienta contempló a la ama de llaves, que al notar que la mirada del más joven se había posicionado sobre aquel peluche, solo le hizo un gesto a su súbdita para que le entregara aquel objeto, Jung Hoseok lo tomó y sonrió.

—¿Se puede saber a qué se debe tanto ruido?—se escuchó una voz a la lejanía. Kim Namjoon había salido de su estudio debido a los gritos de las doncellas, el vampiro se acercó a Jung Hoseok, notando que estaba en pijamas, lo cual era considerado una vulgaridad si alguien mas que no fuera un sirviente a su servicio o pareja lo viera en esas fachas. Suspiró y se acercó al vampiro—¿No tienes un poco de respeto por los demás?

—¡No me puede encerrar, soy como una pajaro, libre!—se quejó y abrazó el oso.

—También algunas pajaros viven encerrados en jaulas y ya no son tan libres—dijo con ironía, acercó su mano a la boca de Jung Hoseok e ingresó su dedo pulgar, el menor abrió la boca por inercia y cuando lo hizo, sintió el dedo pulgar del tipo presionar sobre su lengua, Namjoon alzó con su mano libre el rostro del tipo y enarcó una ceja mientras su quijada se tensó, dejando ver una vena resaltar—¿Debería cortar tu lengua? no me gusta la gente ruidosa.