capítulo uno: la fiesta

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Sus piernas no paraban de temblar por mucho que intentase frenarlas, mientras que sus manos estaban tapando su propio rostro con vergüenza, aunque en parte era para acallar todos los sonidos que salían por su boca.

—Quítate la mano...

Minho agarró sus muñecas para destaparle bruscamente la cara, subiéndolas ahora sobre su cabeza para mantenerlas quietas y poder continuar con esas embestidas tan profundas que al otro chico estaban por sacarle loco.

—M-Me van a oír... -exclamó Seonghwa preocupado, retorciendo sus muñecas del agarre de ese joven en busca de al menos tapar su boca, pero por cada movimiento que hacía, Minho las apretaba más.

—¿Y?

—¿¡C-Cómo que "¿y?"?! E-Estamos en...el cuarto de limpieza... -susurró conteniendo tan bien como podía esos gemidos que quería salir de sus labios, dado que era imposible soltarse de las grandes manos de Minho.

Ese mencionado sólo emitió un pequeño gruñido para mandarlo callar, ya que no le gustaba estar conversando mientras follaba. Le cortaban toda la inspiración.

Sin embargo, tampoco tardó demasiado en llenar por completo el preservativo que llevaba puesto, mordiendo sin mucha fuerza el hombro de Seonghwa para acallar sus jadeos y terminando por mojar un poco la camisa de su uniforme con su saliva.

Se quedó en suspensión durante unos cortos minutos donde seguía agarrando los muslos de ese joven para evitar que se cayera al suelo, intentando calmar su respiración antes de hacer nada.

—¿...Por qué has parado...? -le preguntó Seonghwa al poco rato, apretando sus hombros en indicación de que continuase. Pero parecía que a Minho eso ya no le interesaba.

—He terminado, ¿por? -preguntó soltándolo en el suelo asegurándose de que no se hiciera daño para después quitarse aquél preservativo, hacerle un pequeño nudo y enrollarlo en un poco de papel para tirarlo en cuanto viera una papelera.

—Ya, pero...yo no...

—¿Qué hora es? -Seonghwa miró vacilante a ese chico, sin saber cómo reaccionar. ¿Se estaba riendo de él?

—No lo sé, no he mirado la hora. Estaba ocupado esperando a que me dejases terminar.

—Ohh, bueno. Las clases tienen que estar por empezar ya, ya sabes. Continuamos luego, ¿mm?

Minho se acercó a besar castamente a ese joven tomándolo de las mejillas al notarle algo decepcionado. Pero ese no era su problema, nunca mostró interés en darle placer, si lo había malinterpretado era cosa de él, no suya.

Al contrario que él, Seonghwa se echó un poco para atrás al no querer corresponder el beso; su comportamiento lo había enfadado un poco, pero el ver cómo se apartaba de él para subirse los pantalones le enfadó aún más.

—¿Tratas así a todos los omegas con los que te acuestas? -le preguntó abrochando su camisa y botones del pantalón. Con sus ojos buscó la mochila que llevaba puesta antes de que ese rubio se le acercara en el pasillo a ligar y lo trajera hasta ese sitio. Ahora no podía dejar de pensar en a cuántas personas había traído ahí además de a él.

—Mm, no a todos. A algunos los trato peor. Deberías sentirte afortunado, no con todos mantengo una conversación como contigo -Minho se había girado a mirarlo con una sonrisa de medio lado, aunque Seonghwa no estaba sonriendo. Desde luego que no.

—Sí, espero que no se repita más entonces. Lo del tema de que me hables, y eso, porque no quiero saber nada más de ti.

Una vez encontró su mochila tirada en el suelo al lado del cubo de la fregona, seguramente lleno de vómitos o pis, se colocó un asa en el hombro para colocarla tras su espalda. Echó una última mirada a Minho, quien le seguía sonriendo, para marcharse ahora de ahí dando un portazo.

╰► annoying beta; hyunho [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora