SHIKAMARU
Me senté sobre la cama apagando la alarma que producía el teléfono, al bajar mi mirada note mis piernas con el tono de piel blanquecino. Hay no, nuevamente había cambiado mi cuerpo con el de Temari.
Me acomode sobre la cama e hice un intento de no tocar los senos de la rubia, pero no pude evitar llevar mis manos a ellos y empezar a masajearlas, me gustaba hacerlo por lo blanditas que eran.
—en serio te gustan tus bubis—hablo Kankuro que a los pocos segundos abrio la puerta mirándome con una ceja enarcada— ¡es hora de irse! ¡¡Deprisa!!—dio un portazo.
Rápidamente me vestí con el uniforme y fui a la sala de la casa. Mis hermanos desayunaban con la abuela Chiyo y de fondo se escuchaba la televisión, hablaban sobre el cometa y del día en que se lo podría ver.
—¿Por qué traes puesto el uniforme?—cuestiono el pelirojo dando un sorbo al su taza de Té.
No supe que no tenía clases el día de hoy. La abuela me pidió que me cambiara y fui hacer lo que me pidió y además tome el celular de Temari para leer el diario que teníamos o escribirle en caso de que necesitara ayuda.
Después de vestirme con ropa casual salimos de casa y empezamos a caminar entre las montañas, dirigiendonos a un lugar muy alto. Gaara hacia preguntas sobre porque debíamos ir a un santuario que estaba tan lejos de nosotros a lo cual la abuela culpaba a un tal Shukaku.
Continuamos caminando colina arriba, entre árboles verdes y anaranjados, se podía ver desde el lugar un gran lago de aguas cristalinas. El sitio era muy hermoso por su paisaje. Debido a la gran cantidad de metros que recorrimos deje que la abuela se sujetara de mis hombros para cargarla sobre mi espalda, comenzó a contarnos una historia sobre un dios guardián de este lugar y la Unión.
—Los tejidos que suelen hacer la familia Sabaku No, son el arte de Dios. Y representan el flujo del tiempo. La manera en que convergen y la forma que toman; sus giros, enredos, las veces que se rompen, y luego se vuelve a unir. Eso era union. Cuando algo forma parte de alguien también es unión, por eso la ofrenda que llevábamos hoy era importante para conectar con nuestro dios" —dijo la abuela.
—ya lo veo—grito Kankuro a unos pasos más delante de nosotros.
Habiamos llegado a la cima de las montañas, baje a la abuela con cuidado y contemple el lugar. Es hermoso el lugar sin embargo no sabía para qué habíamos venido hasta aquí y en teléfono que tenía adentro de mi bolsillo no tenía señal pero fácilmente pude ver el diario que tenia. Me pareció muy raro en que Temari no escribiera o hablara algo sobre este sitio.
Bajamos al terreno plano del valle y cruzamos unos pequeños riachuelos. mientras la ayudaba a la abuela a cruzar los riachuelos me seguía contando la historia.
El Inframundo estaba hacia adelante, y para regresar a este mundo debía de dejar atrás lo más importante para mí. entregar el kuchikamisake.la abuela me entrego una especie de botella de vidrio envuelta alrededor con un hilo rojo. Sabía que esto era una ofrenda que llevaba la mitad de Temari. Junto a mis hermanos entramos entre unas rocas gigantescas para dejar las ofrendas en el santuario del Shukaku.
Comenzaba atardecer así que debíamos regresar a casa, los hermanos de Temari jugueteaban entre los árboles y arbustos, mientras la abuela y yo continuamos caminando tranquilos por el sendero, no teníamos prisa por llegar a casa.
Eche un vistazo a mi alrededor, había una magnífica vista del paisaje los colores que se torneaban en el cielo se mesclaban entre rosado, azules y amarillos resaltaban el lugar.
—Creo que puedo ver al cometa —dijo el castaño.
—¿el cometa? —cuestioné confundido.
—¿Eh? ¿Temari? —le dijo la anciana y voltee a verla — Tú estás dentro de un sueño, ¿verdad?
en ese momento me senti intimidado. Los ojos de la anciana parecían verme a mi y no a Temari, me pregunte si ella estaba enterada de los cambios de cuerpo que hemos tenido su nieta y yo.
De pronto todo se volvió oscuro para después levantarme sobresaltado con mi mirada borrosa, estaba llorando y no sabía el porque. Limpie mis lágrimas con el dorso de mi mano y vi que estaba en mi habitación.
La vibración del teléfono hizo que lo tomara en mi mano y encendiera la pantalla.
“Ya casi llego no puedo esperar—era un mensaje de la señorita Ino .
¿Cómo? Revise el diario enojado por saber en qué clase de problemas me metió la rubia.
¡¡¿Una cita a las diez?!!
Ya era tarde, no sé de dónde saque la velocidad para vestirme y salir de casa directo a la estación en dónde tenía la cita con Ino.Solo esperaba no llegar tarde.
Al llegar mire por todo el lugar y no la encontraba. Comencé a inhalar y exhalar del aire de en mis pulmones y mi corazón latia a toda velocidad por finalmente llegar a tiempo. al parecer había llegado antes que ella por qué aún no la encontraba.
—hola Shikamaru—la voz en mi oreja hizo que me sobresaltara y gire para encontrarme con la rubia—¿llevas mucho tiempo aquí?—sonrio.
—si…—balbucee nervioso—quiero decir no… ah—lleve una mano tras mi nuca avergonzado.
La mire de pies a la cabeza, estaba muy bonita hoy, vestida con unas zapatillas de tacón y la blusa de color negro y su falda junto con un cinturón que apretaban sus caderas eran de color blanco, y también su sombrero.
—yo… acabo de llegar—afirme no quería decirle que todo esto era planeado por otra chica.
—bien, pues vamonos—agarro de mi mano y me arrastró con ella sin tener idea de a dónde íbamos.
Tomamos el metro y entramos al mirador para observar el hermoso paisaje de la ciudad, después fuimos a almorzar comenzamos a hablar de cosas triviales, de lo que nos gusta, nos disgusta, nuestros hobbys, y muchas cosas más. Cuando encontraba despistada a la chica sacaba mi celular del bolsillo para mirar los mensajes que Temari me enviaba para que tuviera una cita perfecta y al leerlos pensaba que la chica se burlaba de mí, por pensar que era un principiante.
Al final fui con Ino al museo, ví muchas esculturas, cuadros, dibujos, fotografías muy hermosas y antiguas, pero lo que más me atrajo fue ver el lago en dónde la abuela Chiyo nos llevó a entregar la ofrenda al dios Shukaku.
—Shikamaru—aparte mis ojos de los cuadros colgados en la pared para verla a ella—hoy eres una persona diferente—murmuro por lo bajo para luego alejarse de mi.Sus palabras me confundieron, no tenía idea a lo que se refería, no le di mucha importancia y segui viendo los cuadros
Ya comenzaba a ocultarse el sol, la señorita Ino y yo caminábamos por un puente que a debajo de nuestros se encontraba la carretera.
—señorita Ino, ¿ Le gustaría ir a cenar?—le invite.
—mejor, deberíamos ir cada quien a su casa—respondio pasando a un lado de mi y adelantándose en el camino.
—eh si, creo que sí.
—quizas me equivoqué y lamento que se asi—murmuro girándose para verme.
—¿sobre que?—pregunte confundido, no entendía porque se disculpaba.
—Shikamaru, yo antes te gustaba ¿Verdad?—me paralice cuando dijo eso—pero ahora te gusta alguien más.
Quise negarme y no lo logré. Sinceramente ahora estaba confundido, claro que me gustaba la mujer que está frente a mi, era muy hermosa pero creo que solo me gusta por su físico. Y ahora con los cambios de cuerpo con Temari mis sentimientos se han dirigido a ella, no la conocía en persona, no sabía cómo era su personalidad pero, me agrada lo problemática que es.
En todo esto sentimientos confusos y todo lo lo demás, escogería mil veces a la rubia problemática por todo lo que hemos compartido hasta ahora.
—no es nadie—mis mejillas se sonrojaron al pensar en Temari y rasque mi cuello por los nervios.
—estas seguro de eso—sus ojos parecían analizarme para ver si estaba mintiendo o no—bueno, gracias por lo de hoy. Nos vemos—se despidió y se marchó.
Minutos después me apoye en el barandal del puente y revise los mensajes de Temari, pensaba en escribirle que la cita no salió bien. Entre en el chat y lei un mensaje reciente quería que viera al terminar la cita viera pasar por el oscuro cielo el cometa.
Fruncí mis cejas no recordaba nada sobre un cometa y me pareció extraño su mensaje. Entre en el perfil de la rubia, y marqué su número para llarmala.
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YOUR NAME SHIKATEMA ☄️
De TodoTemari es una adolescente que detesta su vida rural en la ciudad de Suna. Por otro lado, Shikamaru es un chico que vive en Konoha y sueña con ser un artista o un arquitecto. Los destinos de estos jóvenes se entrelazan la noche en que dos estrellas c...