Consejo 2: Haz una carta.

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Nero despertó temprano ese día, había otra persona más en su cama, una "persona" que no le agradaba.


—¿Qué haces en mi cama? — Pregunto molesto mientras el súcubo lo abrazaba por la espalda.

— No ibas a esperar que duerma en el armario.

— ¿Tu duermes?

— No, pero no pensaba pasar todo la noche de pie, además, tu cama se ve cómoda, y tu eres taaaaan abrazable— Sintió algo picando su espalda.

— Espero que sea tu cola— Nero se levantó rápidamente de la cama y comenzó a cambiarse la piyama a su ropa de uniforme. Franklin observó desde la cama moviendo su cola como un perro el cual ve algo que le gusta, esto incomodó al chico de cabello gris, quien se alejó un poco más para terminar de cambiarse. — No creo que sea bueno que te quedes en mi casa

— Como súcubo no puedo alejarme mucho del lugar del que fui invocado, o la persona que lo hizo, eso va contra las reglas y me debilita bastante.

— Pues al menos deberías quedarte en el ático... y así podría decir que eres un mapache.

— ¿Cual es el problema de que me quede en tu cuarto? Pensé que teníamos algo especial.

— No, y no. además. Quien sabe cuanto tiempo vas a quedarte ¿Como rayos voy a explicarle a mi madre que de la nada un compañero de clase del que nunca oyó hablar va a quedarse a vivir con nosotros, y dormir en mi cuarto.

— Oh, pues si eso te molesta, puedo usar mis habilidades en ella, no podrá resistirse a mis encantos y no querrá que me aleje de ella, o su cuarto, jejeje, no te asustes si escuchas ruidos en la noche.

— No ¡No! Definitivamente no vas a seducir y mucho menos tirarte a mi mama.

— Que bien porque odiaba ese plan, no me gusta ser el nuevo padre del chico al que me voy a tirar.

— Tampoco voy a tener sexo contigo, maldito desquiciado.

—Amanecimos violentos, eso me gusta.

— Eres insoportable. Voy a desayunar y más vale que dejes de ser un problema.


Nero bajo a la cocina donde no había nadie, camino a la cocina y tomo un par de frutas de la heladera y apios, hecho todo en la licuadora y se hizo un batido saludable. Regreso a la mesa y se sentó en silencio a observar una taza de café vacía u y periodico que habían sido dejados más tempranos ahí. Sus días eran usualmente solitarios, y de alguna forma, eso lo ponía triste, porque sabía que en la cena sería igual.


— Comienzo a pensar— Franklin ahora estaba sentado junto a él en la mesa, estiró la mano y tomó el periódico— Realmente no creo que tu madre note que estoy aquí.

— Pienso igual...

— Pero, en caso de que pregunte... Le diremos que estamos haciendo tarea y me iré en la noche, luego regresaré al ático.

— Suena bien— Sonrió levemente.

— ¿Qué rayos estas desayunando? — Uso el periódico para abanicarse— Huele horrible.

— Es mi desayuno saludable, me da energía para entrenar.

—¿Y ganas de vivir? ¿Cómo rayos los humanos  obtienen energía de una cosa tan abominable?

— ¿No quieres desayunar un poco? No te he visto comer nada.

— No como nada que sea orgánico, wacala. No necesito alimentos humanos para sobrevivir, los súcubos obtenemos energía alimentándonos de los humanos que nos tiramos, de la la libidido de estos mientras se masturban.

Operación diabólica: Maz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora