Consejo 7: Alimenta a tus demonios, pero no a los internos.

13 3 26
                                    


Nero prácticamente saltó de la cama en cuanto el sol comenzó a asomarse por su ventana, Franklin aun estaba medio dormido.


— Franklin, Franklin. Despierta.

— Ugh. Buenos días. ¿Que paso? — Se estiró— Suenas emocionado ¿De que me perdi?

— Hable con Maz.

— Imposible.

— Totalmente posible, aunque increíble y contra todo pronóstico, estuvimos hablando por instagram hasta la madrugada, que se tuvo que ir a dormir, pero fue maravilloso, y tan mágico, es una chica tan linda, e interesante e inteligente. Podría hablar por horas con ella.

— Wow ¿Por qué no me despertaste?

— Es que, quería intentar hacerlo solo, aunque me congele varias veces, pero Maz siguió la conversación bastante ¿Eso significa que le gusto?

— Significa que tienes una oportunidad, reunamos al resto del grupo, ya se que vamos a hacer hoy. Pero primero debes desayunar.

— Voy a marcarles.

— El desayuno primero.

— Pueden desayunar aqui— Tras menos de media hora, el par de amigos llegaron a la casa de Nero. Ahora llevaban pulceras del orgullo asexual.

— Siento que estás abusando de tus privilegios como poseedor de un sucubo.

— Yo quiero caramelo en mi café— Dijo Victoriano mientras levantaba su taza.

— Voy a presentar una queja a la oficina de quejas sucubianas.

— Dile a Larry que digo hola— Dijo Liliana. Franklin se quedó en silencio observando a la pelirosa.

— ¿Cómo sabes? — Liliana sonrió en silencio, mientras comía un poco de huevos con jamón— A veces me preocupas.


Una vez que el grupo desayuno, se dirigieron al parque para allí seguir el plan de Franklin, el grupo estaba abrigado, ya que comenzaba a hacer frío, Liliana tenia una campera con forma de vestido rosado, Vic tenía un suéter a rayas verdes y nero una sudadera negra con guantes del mismo color. Nero observo a Franklin, estaba pálido y ojeroso.


—¿Que vamos a hacer el dia de hoy Franklin?- Pregunto Vic mientras obserbarba un arbol sin hojas

—¿Vamos a patinar de nuevo? Esta vez voy a hacerte tragar hielo— Dijo Liliana con una sonrisa en el rostro.

— Aunque suena a una idea maravillosa, hoy no tenemos tiempo para eso.

— ¿Vamos a salir de fiesta de nuevo? Quiero beber hasta perder el conocimiento.

— Tampoco, hoy vamos a— La voz de Franklin fue opacada por la de una señora gritando, quien se acerco al grupo, empujando al rubio— ¿Perdon?

— No puedo creer que te encontrara— La señora sujeto a Vic del odio, y lo jalo hacia ella— Tu, granuja, has perturbado la mente de mi pobre hijo.

— Wow, tranquila señora— Dijo el rubio.

— ¿Que mierda le pasa?- Dijo Nero gritando, listo para romper la mano de la señora loca, Franklin puso una mano frente a el, deteniendo su avance.

— duele duele duele— Dijo Vic intentando soltarse.

— Vi las fotos de la fiesta de hace unas semanas, estabas intercambiando fluidos con mi hijo Nicolay, lo perturbaste, lo llevaste por el camino del mal, deberia darte verguenza, voy a darte de nalgadas.

Operación diabólica: Maz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora